Capítulo 1

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Amor.

—Que palabra tan sencilla e importante. El simple hecho de amar puede cambiarlo todo en la vida, si solo hubiese más amor en la tierra ¿Sabes cómo sería nuestro mundo? Pero no... somos unos seres tan complejos que para saber el significado de esa palabra, necesitamos primero experimentar lo que es el dolor. Tenemos que sufrir para saber lo que es la felicidad. —Suspire con decepción—¡Dios santo! Solo ama y deja amar, es así de simple. ¿Por qué es tan complicado? ¿Por qué a la gente se le hace tan difícil el amar y dejar amar?

— Porque los humanos así somos Sofí. —respondió Marcus con ironía como si fuera lo más obvio del mundo.

— ¡¿Pero por qué?! ¿Por qué ser tan conformistas? ¿Por qué pensar de esa manera? "Porque así son los humanos" —imite su voz con gestos graciosos— ¡Que estupidez más grande! Nosotros tenemos en nuestras manos el cambio. Pero ¡Ah no! simplemente pensamos "pues así somos ya que". -Marcus se empezó a reír de mí.

— Sabes que sofí, mejor dame esa cerveza, creo que el alcohol ya te está haciendo daño. —dijo burlón.

— No te burles de mi Marcus. Hablo en serio.

— Sé que hablas muy en serio.

— Y no puedes decir que lo que digo no es verdad.

— Yo no ningún momento dije eso.

— ¡Pues entonces no te burles idiota! -le recrimine molesta dándole otro trago a la cerveza.

— No lo hago. Ya dame eso. -se acercó a mi mano para quitarme la cerveza y yo la aleje de él riéndome.

— No. Es mi cerveza. —le dije apuntándolo con un gesto amenazador.

— Sofí, yo te la compre, dámela. —me ordeno como si fuese mi jefe, lo mire con mala cara y me tome de un trago todo lo que tenía en la botella.

— Voy por más tragos y los vas a pagar tú por echarme en cara que los compraste, sabes que es tu culpa -sonreí maliciosa—. Esto se va a poner bueno. —me pare tambaleante, sentí que todo el suelo se movía bajo mis pies y estire mis brazos para mantener el equilibrio. Marcus me observo resignado y paso su mano por su abundante cabellera castaña.

—Tráeme a mí lo mismo de hace rato. -me entrego su vaso y lo tome sonriente.

Amaba este ritual con Marcus, venir todos los viernes después de la tediosa escuela o trabajo -pero cuando nos habíamos graduado la tradiciónno se perdió- a tomar unos tragos al bar, puede que sea un lugar caro y no era fácil que yo costeara tales lujos, pero a Marcus Lewis no le gustaba ir a otros lugares, amaba a mi amigo con todo mi corazón, pero a veces era un... niñito mimado. Aunque era algo normal viniendo él de una familia adinerada.

Por eso le decía que invitase a otra chica para que lo acompañara a donde quisiera ir, pero siempre se negaba y decía que con las demás no se divertía como conmigo, así que le ponía la condición de que el pagaría los tragos de la noche; a él no le importaba hacerlo, al final de cuentas ya tenía una cuenta algo considerable en el banco y todavía no heredaba la compañía de su padre. Aunque niñito o no, era bueno en lo que hacía, no tenía ese dinero solo por ser hijo de mami y papi, era muy trabajador y astuto.

Y se preguntaran, ¿Cómo alguien que no podía comprar unos simples tragos era amiga del cotizado Marcus?

Pues... yo venía de una familia humilde sin embargo esta gran persona es mi mejor amigo de toda la vida, es como mi hermano.

Mi padre trabajo para el suyo, era la mano derecha del padre de Marcus, yo siempre iba a jugar con él, sus padres me quieren prácticamente como su hija, y su madre estaba encantada conmigo porque ella siempre quiso tener una niña, pero lamentablemente le era difícil tener bebes, hasta Marcus fue un embarazo de alto riesgo, los doctores le dijeron que si tenía otro bebe era posible que muriera ella junto con la criatura, y el señor Thomas -el padre de Marcus- prefiero no arriesgar la vida de su esposa.

La Rosa Escarlata [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora