Y había llegado el día de salir con el sexy Liam, estaba nerviosa... hace mucho tiempo que no salía con alguien. Mire mi armario, indecisa en que ponerme, me quería ver coqueta pero no vulgar, me decidí por un vestido holgado de estampado y unas zapatillas bajas. Salí de mi cuarto y Amand estaba en mi sillón sonriéndole a su celular.
— ¿Con quién hablas que estas tan contenta? —le pregunte sentándome en el sillón de enfrente con mi bolsa de maquillaje.
— Que chismosita. —contesta recriminatoriamente.
— Lo siento, solo digo que es raro de ti verte sonreír mientras hablas con alguien, no es "el estilo Amand".
— Puede que este leyendo unos chistes o viendo un video gracioso —dice un poco molesta y dejando el celular—. Además... ¿Qué rayos es eso de "el estilo Amand"?—cuestiona con una ceja levantada.
— Tú sabes.
— No, no sé.
— Pues... cero amor, cero romance, cero enamoramiento. —le expliqué lo que una vez borracha me dijo, asegurando que nuestras madres nos habían engañado y lo "único" importante de la vida era "divertirse".
— Ya cállate. —Contesta molesta y vuelve su atención –de nuevo- al celular.
— Okay...
Saco mi maquillaje de la bolsa y comienzo a maquillarme; todo es perfecto hasta que llego al delineado, me lo tuve que borrar dos veces porque no quedaba bien, me estaba desesperando y así menos iba a quedar bien.
— ¡Ya me harte! —Gruñí y grite de desesperación.
— ¿Qué ocurre? — pregunto Marcus que iba entrando al departamento.
— Sofí tiene una cita con el sexy y hot barman. —contesto Amand sin voltearlo a ver.
— ¿Qué? ¿Quién es el sexy y hot barman? ¿Con quién vas a salir Sofí?
— ¿Cómo entraste? —le pregunte a Marcus.
— La llave de repuesto. ¿Con quién vas a salir? —pregunta con cara de disgusto.
— Con el muchacho que me dio su número el viernes.
— ¿Qué? Pero ni si quiera lo conoces. —dice indignado.
"¿Qué diablos con Marcus?"
— Eh... si lo conozco. — digo poniendo los ojos en blanco.
— ¿Qué sabes de él?
— Que se llama Liam, hace buenos tragos y tiene lindos ojos. También se lo mas importante.
— ¿Qué?
— Es sexy. —le contesto con una sonrisa triunfante.
— Touché. —dice Amand guiñándome el ojo.
— No lo acepto. —opina Marcus a lo que yo lo volteo a ver con cara confundida.
— ¿Qué pasa contigo? Soy un adulto, yo sé lo que hago, no importa si lo aceptas o no. No eres mi padre y aun así.
Marcus solo se me quedo viendo a los ojos por un momento con cara de indignación y confusión, parecía como si el hecho de que saliera con alguien realmente le afectara, ni mi padre se ponía de esa manera. No sé qué paso por la cabeza de mi amigo en ese instante pero de un momento a otro su expresión cambio totalmente.
— Lo siento —suspiro y se pasó su mano por su cabellera—. El trabajo me tiene algo estresado. —se sentó a mi lado
— Ya me di cuenta —me seguí maquillando y por fin quedo bien —. ¡Por fin! Estoy lista. ¿Cómo me veo?
— Hoy coges. —me dice Amand con una sonrisa y Marcus la voltea a ver con gesto reprobatorio.
— Te ves muy linda Sofí. —me alaga mi amigo con mirada tierna y sonrisa sincera, imposible de no devolverla.
— Gracias a los dos. —les digo.
Después de unos quince minutos mi celular suena y era Liam que había llegado por mí, me despido y les digo que son libres de hacer lo que quieran en mi ausencia menos entrar en mi estudio. Bajo por las escaleras y al llegar abajo me encuentro con un muchacho muy galán y con una dulce sonrisa.
"¡Dios esta tan guapo y sexy!"
— Estas tan linda como te recuerdo. —me saluda con un beso en la mejilla.
— Gracias —me sonroje—. Tú estás igual de guapo, aun con todas esas copas enzima. — él se ríe y se ve tan bello.
"Lo quiero en mi cama, ya."
— ¿Vamos? —estira su brazo a una motocicleta.
Yo lo volteo a ver a él y luego a la motocicleta con cara de espanto.
— ¿Nos iremos en eso? —le pregunto con la ligera esperanza que la respuesta fuera negativa.
— Sí... no me digas que te dan miedo.
— No, no es eso, me gustan, es solo que... no estoy vestida para la ocasión —le sonrió con lastima y él pone una cara de cierta incomodidad.
— Lo siento, debí haberte dicho que iríamos en una...
Yo mire su gesto pensativo buscando una solución, podía subir y cambiarme o...
— ¿Sabes qué? No importa. Hoy quiero divertirme y no vamos a empezar mal el día. —le sonrío y su bella sonrisa vuelve a su rostro.
Él se subió a su moto y se puso el casco, luego me dio otro a mí y como pude me subí. Arrancó y emprendimos nuestro camino. Sentía como el aire golpeaba en mi cara y se sentía bien.
Gracias por leer, espero aunque pequeño, sea de su agrado. Hasta el próximo capítulo.
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La Rosa Escarlata [En Pausa]
Romance"Las rosas son hermosas y aun muertas no pierden su belleza. Podrían ser color escarlata, pero aun con un color tan sombrío y triste... No podrás evitar su existencia. Así era Erick. Era una rosa color escarlata, tenía una belleza sin igual y una at...