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Narrador Omnisciente.

Jimin al finalizar con esa mujer, se sentó a curar sus alas. Ella le ha hecho daño justamente en ese lugar dónde no soportaba ni el más mínimo dolor.

Mientras en otro lado, Yoongi estaba luchando con el Diablo con intensidad. El Diablo era casi igual de fuerte que Yoongi, cada golpe que daba lo hacía más daño.

El cuerpo de Yoongi no aguantaba más, los golpes del contrario era realmente fuertes y poco a poco perdía más sangre. No le quedó más alternativa y se trasformó lentamente. Su alma dejó el cuerpo humano y quedó en su verdadera forma. Sus eran pupilas eran de forma triangular, como de si un ojo de gato se tratase. Su ropa se convirtieron en serpientes, se arrastraban por todo su cuerpo; sus tatuajes de áspid aparecieron en sus brazos, su cola larga se dejó ver totalmente negra y al final de esta era puntiaguda.

El Diablo no se quedó atrás, hizo una bola de fuego con sus manos y se la lanzó en el rostro del contrario. Sabía que eso no era suficiente para él así que creó un torbellino de aire y dirigió al contrario.

El remolino tomó a Yoongi elevándolo por todos lados, el no lo podía controlar, ya que no estaba en el suelo y estar en el aire es difícil de manejar cualquier elemento. Revivió unas de sus serpientes que tenía tatuado en su brazo y le ordenó que fuera por su rival. La víbora obedeció a su amo y fue directo a su rival, llevándolo a Yoongi con ella, ya que era del mismo organismo.

La áspid mordió el cuello del Diablo haciéndolo gritar de dolor.

-Maldita serpiente.-tocó su herida y la curó- Eres más fuerte que antes, Yoongi.

-sonrió ladino- Tú también.

-Corrección. Yo me he vuelto mucho más fuerte que tú.

En un abrir y cerrar de ojos, el Diablo desapareció y apareció de nuevo pero... Él traía a Jimin en sus brazos, que parecía que estaba inconsciente.

-¡¿Qué le has echo a Jimin!?-gritó Yoongi al verlo.

-¡Ustedes han matado a mi esposa! ¡Las van a pagar!

Jimin estaba en un profundo sueño que creó el Diablo; el podía hacer dormir a cualquier individuo o hacer ilusiones.

-¡Tu esposa ya está muerta! ¡Ya déjala morir en paz!-corrió hacia él y trató de tomar a Jimin, pero no puedo agarrarlo ya que el contrario lo golpeó.

-¡Yo te lo voy a devolver!-hizo una bola de fuego con sus manos- ¡Tu amado Jimin también va a morir!-rió.

-Yo no amo a Jimin. -mintió- ¡Pero déjalo fuera de todo esto!

Jimin tenía importancia para Yoongi.

El Diablo tiró a un lado a Jimin y empezó de nuevo a luchar contra Yoongi. Bolas de fuego, tornados de aire, víboras, venenos iban y venían en el aire, si uno hacía daño el otro lo devolvía multiplicado por un millón de veces. Parecían que empataban, pero Yoongi estaba en desventaja porque se preocupaba por Jimin, si el resultaba estar muerto todo lo que hizo va a hacer en vano.

Los dos escupían sangre negra, soltaban quejidos por los ataques que recibían y maldecían a cualquier cosa que se los cruce. Estaban al borde de la locura, era irritante atacar miles de veces y que ninguno quede derrotado.

-¿Porqué no te mueres de una maldita vez, Yoongi?-dijo mientras combatía al contrario.

-Yo nunca moriré.-devolvió el ataque.

-¡JÁ! -rió- Eso es lo mismo que dijo Sensei ¿no?

-¡No te atrevas a hablar de Sensei nunca!-se enfureció y tiró una bomba de veneno en el rostro del contrario.

-rió ladino- ¿Extrañas a tu Sensei Hiem?-sonrió- Qué ternurita.

-Eres muy ignorante.

El odio subía cada vez más a Yoongi, el odio y la sed de venganza se apoderaba de él. Sensei Hiem, era su maestro; él lo apreciaba demasiado, el de muy pequeño estaba junto a su maestro, que así lo llamaba. Nunca sintió algo como eso, esa cercanía a alguien, como si fuera paterna, ni siquiera lo sintió con sus padres. Era quien enseñó a Yoongi sobre todo la vida, la muerte. Aprendió a luchar, sufrir peor que un judío, a no rendirse, y a no enamorarse nunca en su vida. Sensei Hisem era un anciano, humilde, sencillo, alegre, sabio y demasiado inteligente, eso era su parte buena. No obstante, también tenía su parte oscura; era estricto, fuerte, sádico y amargo. El enseñó a Yoongi que no se debería enamorar jamás en su vida ''El amor nos mata, Yoongi. No te enamores, no tienes que perder el juego contra ese rival. Es muy fuerte. Mejor es odiar.'', esa frase se grabó en la mente de Yoongi.

El Diablo asesinó a Sensei a pesar que sea muy fuerte. El anciano tenía una hija, cuya hija asesinó el Diablo. Luego del homicidio de su hija, el Diablo asesinó a Hisem por la espalda sacándolo su corazón, ya que estaba débil emocionalmente.

-rió- Eres un estúpido, Yoongi.

Al recordar todo Yoongi hirvió en llamas, literalmente. Sin darse cuenta el monstruo que tenía encerrado desató sus cadena y salió, provocando que pierda la cordura. Sólo odio.

-Maldición.-sabía que esto iba en serio.

Corrió hacia el Diablo y lo agarró del cuello, las serpientes rodearon todas las partes de su cuerpo, y esparciendo todo su veneno. Se retorcía del dolor.

-No.-se detuvo y soltó su cuello- Tienes que sufrir emocionalmente también.-sonrió- Prepara tu trasero.

-¿Q-qué...?

Yoongi empezó a entrar poco a poco en la mente del Diablo, creó una ilusión dolorosa; en la que él era muy feliz junto a su esposa y luego llegaba otro hombre y allí empezaba el trauma del Diablo, el rechazo. El Diablo al ver esa ilusión lloró y lanzó una bola de lava a Yoongi.

-¡Eso no es verdad!-se trató de librar de la ilusión- N-no...-golpeaba su cabeza tratando de alejar sus pensamiento- ¡No!

Agarró con mucha fuerza a Yoongi del cuello y lo arrojó hacia otro lado. Los dos al mismo tiempo crearon un arma. Yoongi creó una katana larga y el Diablo una estoque. Comenzaron a luchar con sus armas rápido.

-¡¿Y ahora quién es el más fuerte?!-gritó Yoongi al enterrarle la katana en el corazón al contrario- Ahora púdrete.

El Diablo desapareció, dejando solamente su corazón clavado en la katana. Los reinos al ver que finalizó este tomó el corazón y lo introdujo en una caja de crista, donde estaba anteriormente.

Yoongi todavía no encerró su monstruo, quería destruirlo todo, matar. Perdió totalmente la cordura, se dejó caer en la locura absoluta. Comenzó a destruir todo lo que se cruzaba, árboles, animales, todo.

Jimin despertó lentamente por el ruido que causaba los gruñidos de Yoongi y sonidos de árboles cayéndose. Él miró a Yoongi, no era el que conocía. Era aún peor, parecía un monstruo, su apariencia era aterradora. Sentía como el odio y la locura se apoderaba de Yoongi, por la energía negativa que liberaba este.

-¡Yoongi!

Corrió hacia Yoongi y lo abrazó. El veneno que liberaba su piel afectaba a Jimin, pero no le importó. Trataba de calmarlo, trasmitirle su afecto(amor).

-Ji-Jimin... Aléjate de este monstruo...

-No, Yoongi, yo no te puedo dejar que la locura te consuma a ti.-apretó más su abrazo- Todo estará bien.-sus alas se abrieron y cubrió a los dos.

-Porqué eres así, Jimin....-las serpientes desaparecieron y el veneno dejó de salir de su piel.

Jimin calmó a Yoongi, lo abrazó con tanta ternura y afecto, tanto.

-Ahora todo terminó.

demons and angels ; jm + ygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora