demons and angels ; jm + yg

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‹ POV YOONGI ›

¿Qué era lo que estaba diciendo Jimin? ¿Acaso lo conozco de antes? No lo sé, ya que viví tantos años y no recuerdo a casi nadie, ni quiero recordar. Y ese maldito Hoseok que se atreve a decir esa locura.

Jimin entró como lo intuía: completamente borracho. Al acercarse a mi podía oler su aliento, era horrible. Se acostó sobre su cama, se cayó pero se acomodó en el suelo y durmió. Los humanos son cada vez más tontos.

No dormí nada esa noche, ya que todo el día dormí. Decidí acostarme en el pecho de Jimin. Es cálido y acogedor, su olor es familiar, agua de mar.

Luego de unas horas, creo. Empezó a chocar la luz del sol en dónde estábamos. Jimin se levantó y casi me tiró, se dirigió rápido hacia el baño y se escucharon sonidos de vómitos.

—se acercó a la cama— Todo por culpa de Hoseok... —eructó suave y tomó su celular.

Hoseok eres lo más. Genio.

—llevó su celular hacia su oreja— Hola, Tae. —siguió— ¿Estás bien?... También. ¿Todos están bien?... Bueno.. Nos vemos. Adiós.—retiró su celular de su oreja.

¿Porqué se preocupa por los demás? ¿Tan amable puedes ser, Jimin? Me encantaría ver como te corrompes... Ya que después de todo eres un humano normal que sólo piensa en dinero y poder. Todos los humanos que conocí son esa mierda. ¿Tanta importancia le dan un pedazo de papel? ¿A estos humanos tanto protegen los dos reinos? ¿Qué tienen estos humanos que tanto adoran los reinos?

Ansío el momento en dónde voy a ver que te corrompes.

—se acercó a mi y me acarició— Tengo que irme. —murmuró.

Se fue al baño, salió tomo unas cosas y se marchó.

× × ×

Se hizo de noche, y el humano no viene aún. Caminé aburrido por toda el lugar y vi que dejó la puerta entreabierta. Humano descuidado. Salí por la puerta y había un gran camino de escaleras para bajar. Todo eso para bajar, vi el elevador pero ¿como un gato puede tocar los botones? Decidí ir por las escaleras, esto me ve a provocar que me duelan las patas.

Luego de bajar incontables escalones llegué hacia la planta baja. Salí por la gran puerta que tenía y salí a la calle. Caminé hacia la calle en dirección recta. Se escuchaban gritos provenido de un callejón. Me dio curiosidad y entré. Al entrar ese callejón era grande y oscuro. Estaba Jimin hablando con dos hombres, tenían aspecto de matones. Salté en un contenedor de basura y vi lo que estaban hablando.

—Podemos hablar como personas pacíficas, ir a las manos no vamos a llegar a nada. —dijo Jimin.

—¿Qué te entrometes con mi pelea con Taehyung? Deja de meterte en los asuntos ajenos. ¿Quieres recibir unos cuantos golpes por Taehyung o qué? —dijo unos de los matones.

—Lo estaban golpeando y es mi amigo, no quiero que le hagan daño.

—Eres un marica. —hizo crujir sus manos y su cuello— Tienes que saber que no hay que meterse en asunto que no te incumbe, mocoso. —dijo el otro patán.

Le dio un puñetazo en la mejilla, luego uno en en estómago haciéndolo quejarse.

—¿Crees que hacerme daño vas a resolver el problema? —dijo escupiendo un poco de saliva— Si piensas que golpearme es la solución. Golpéame entonces. Vamos a ver si en realidad te parece que vas a solucionar tu inconveniente que tienes con mi amigo.

Le dio otro puñetazo haciéndole caer al suelo. Se puso encima de él y lo golpeó más. Su nariz empezó a sangrar junto a sus labios y partes de sus mejillas.

—¡Golpeas como una niña! —sonrió— A mi me golpearon peor de lo que haces tú. —rió.

—¡Idiota!—le dio otro puñetazo, haciendo que haga ruido y se vea más intenso.

—Taehyung nunca se enamoró de ti, ¿Qué vas a hacer con eso? ¿Lo ibas a golpear y rogar por su amor? —rió— Él es muy feliz aislándose de ti. Estás lleno de odio y tristeza.

—¡CÁLLATE! —sacó un cuchillo carnicero de su campera.

Maldición. Lo va a asesinar. No sé que hago. ¿Salvarlo o no...? Mmm... Mejor no o... si. A la mierda todo.

Bajé del contenedor, fui hacia la esquina del callejón, es un punto ciego y me trasformé en mortal rápido.

— ¡Yo amo a Taehyung! —dijo el matón y acercó el cuchillo a su garganta.— Adiós, nos veremos en el infierno, Jimin. —el cuchillo se acercó para apuñalarlo en el cuello y lo detuve.

—Sal de aquí. —dije y lo mire— ¿Me escuchase, inútil humano?

Me miró, soltó el cuchillo y se fue corriendo.

—extendí una mano— Levántate.

Quedó mirándome por un minuto, sostuvo mi mano y se levantó. Sus manos aún era suaves.

—G-Gracias. —sonrió.

—No me lo agradezcas ni yo sé lo que hice. —solté su mano y caminé hacia la salida del callejón— Adiós.

Me detuvo agarrándome de mi brazo, giré a verlo.

—E-Eres él chico... El chico que estaba en el iglesia aquel día.

Maldición.

—Si. ¿Porqué titubeas?

—N-No, no lo hago.

—Lo estás haciendo.

—¿Me puedes decir tu nombre?

—Yoongi.