Capítulo X

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—¿Dónde la encontraron?

—Julia estaba en bolsas de basura— mi padre apenas podía hablar— estaba... Por pedazos.

Solté miles de lágrimas, sé que no podría haber visto lo que mi padre vio, no superaría nunca esa imagen, con que me lo dijera ya sentía un temblor recorrerme por todo el cuerpo. Mi hermana hecha pedacitos.

¿Quién haría eso? ¿Qué ser humano no tendría alma ni corazón para destruir a una persona de esa manera?

No puedo imaginar lo desquiciada que esa persona debe estar, debe estar enferma o algún trauma de su infancia lo llego a hacer este tipo de actos.

¿Rodrigo? ¿Ana Belén? ¿Brath? ¿Quién?

Tan sólo imaginar a mi hermana entre sollozos pidiendo clemencia de la persona que le hacia daño me destruye el corazón.

Soy consiente de que Julia era mala pero no creí que hasta el extremo de provocar que alguien le haga tanto daño.

—Llevemos todo lo que tenemos de Julia a la policía, debemos encontrar al culpable.

—No Heidi, eso no solucionará nada, por favor no hagamos eso, te lo pido como padre.

—¿Por qué no? ¿Dime si no quisieras ver al culpable entre rejas?

—Tú no entiendes Heidi.

Sabía que estaba sola en esto, si él no lo iba hacer, yo lo haría, no podía obligarlo pues no estaba en sus mejores momentos y ambos estábamos destruidos, pero mi dolor era diferente, era un dolor de venganza.

Tenia que dejar en tranquilidad la memoria de Julia y eso implicaba buscar al culpable de su muerte.

—Vengo a ofrecerme para ayudar a encontrar a mi hermana.

Se me acercó un agente y me dijo:

—Tu padre nos ha pedido que dejemos el caso atrás.

—No estoy de acuerdo, estoy segura de que el culpable esta cerca, ¡No pueden dejarlo libre!

— Sin una demanda no podemos continuar con el proceso.

—En ese caso, quiero poner un demanda.

Oh, ahí viene Brath, se ve tan atractivo pero recuerdo que lo odio.

—Heidi mantén la calma, el hecho de que hayamos encontrado el cuerpo de tu hermana no quiere decir que vayamos a dejar el caso atrás—mira Brath al agente que me había atendido hace sólo unos minutos, le lanza una mirada de advertencia como si le dijera que esto no ha acabado — al menos yo no lo dejaré atrás.

Quería besar a este tipo, en realidad agradecía que no dejara esto así, me hacia pensar que él no tenía nada que ver con la muerte de Julia, o si no entonces, ¿por qué me ayudaría? Empezaba a tener fe en él, esta vez pensaré en que no estoy sola.

El agente después de recibir la para nada amistosa mirada de Brath se aleja dejándome con él.

Le sonrío tímidamente y él me devuelve la sonrisa dejando a la vista su perfecta dentadura blanca, tenía piel morena y perfecta, su cabello oscuro resaltaba con sus ojos al parecer del mismo color, esta entrando en un trance y parezco ser interrumpida de mis pensamientos...

—¿Te parece si salimos como un nuevo comienzo por la primera vez?

—Estoy de acuerdo, me gustaría hacerte millones de preguntas—quería saber en que lugar encontraron a Julia, qué más pudieron ver en ese lugar.

Estaba bastante preocupada, mi padre estaba afectado y yo podía sentirlo, incluso cualquiera que entrara a la casa sentiría el ambiente desbastador y deprimente que mi padre adoptaba en la casa. Aunque aún así no comprendía su actitud, ¿Temía encontrar al culpable? O acaso sabía quién es y le tenía amenazado. No sabía que pensar al respecto.

—Tenemos el apoyo de Brath para encontrar al culpable—le sonrío esperando que me la devuelva de la misma manera.

—¿Qué acabas de hacer Heidi?— luce preocupado y enseguida agrega— no quiero perderte a ti tambien.

—Papá, no voy a morir.

— Lo sé, no es eso lo que me preocupa Heidi— sonaba tranquilo y como si reaccionará después de unos segundos de analizar las cosas, sube el tono de voz con brusquedad—¡simplemente no debiste hacer eso!—me mira desconcertado, parecía que la imagen de aquel padre que siempre tuve, de roca y sin muestras de sensibilidad alguna, se desvanecía cuando veo que de sus ojos empiezan a salir no muchas lágrimas.

Sin saber cómo solucionar el problema que al parecer yo nos había metido, se dirige a su habitación sacando dos maletas lo bastante grandes para meter la casa entera.

—Quiero que empaques tus cosas, no dejes ni una sola cosa—me mira con seriedad y yo no podía comprender nada, estaba desconcertada y no podía comprender su actitud.

—Papá, no entiendo ¿Por qué nos tenemos que ir? No es el mejor momento.

—¡No voy a discutir esto contigo! Me lo agradecerás—aprieta su mandíbula con muestra de enojo.

—Si me dices qué sucede puede que lo resolvamos—No me mira cuando me dirigía a él, simplemente seguía empacando todo tipo de cosas.

Accedí a obedecer a mi padre despues comprender que no me diría nada pero confío en él, mi padre es la única familia que tengo. Empaqué incluso las cosas que habían de Julia, su ropa, sus zapatos, su maquillaje, sus accesorios, sus cuadernos incluyendo los diarios. Sabía que me iban a servir en un futuro.

Lo que me faltaba ahora era que mi padre me escondía algo, no comprendo.

¿De qué huimos?

¿Dónde está mi hermana?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora