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Me sentía muy extraña con la sensación de tener a alguien que no se mi tía en la casa, hasta incluso me acostumbre a la presencia de Oscar, pero ya eran las 6:00 a.m. y ya estaba despierta, tendida en mi cama, sin pensar que para levantarme siempre se requería de un poco más de esfuerzo, cuando me dispuse a bajar a la cocina ya estaba despierto y había preparado café.

- Hola, buen día.

- Hola Engels, me podrías señalar un baño para tomar una ducha antes de irme.

- Claro, en el fondo a la izquierda.

- Que raro siempre es a la derecha.

- Si - logro sacarme un sonrisa.

- Puedes beber café lo prepare.

- Que raro se supone que soy quien debió decirte eso.

- No eres muy ama de casa.

Le guiñe un ojo: - Ya me entendiste.

Inmediatamente se fue, me hizo pensar lo raro que se sentía que ante David me resultaba más difícil usar mi superpoder. No sé su positivismo y su sonrisa embargaba todo el lugar. Y además preparaba un rico café.

En ese momento tomé la oportunidad para también prepararme para ir al colegio, lo que al parecer resultó más rápido de lo que él lo hizo. Cuando estaba preparando mi mochila, ese fanfarrón salio en toalla.

- Perdón, se me quedó la ropa aquí.

- Si que conveniente.

- Para ti.

- Por favor no tienes nada en tu misera anatomía que me sorprenda.

- ¿Estás segura? se sujetó la toalla.

Solo un resoplido pude espetar. Y se volvió de nuevo hacia el baño. Aun así no pude ocultar del todo mi rostro ruborizado. Aún persistía la imagen de sus musculo en mis pupilas, pero me espabile, respire profundo y termine de preparar la mochila y el almuerzo.

- ¿Quieres que te lleve a la escuela?

- Es lo menos que puedes hacer, ya que por tu culpa se me hizo tarde.

- Okey, vamonos.

Active todos los sistemas de seguridad que Lucrecia me había enseñado, cerrojos, candados, puertas y ventanas cerradas, y nos fuimos.

- ¿Cuándo nos volveremos a ver?

- Lo dices como si yo estuve de acuerdo en que me persiguieras al concierto y durmieras en mi casa.

- ¿Te divertiste o no?

- Pero no por ti.

- Okey y ¿Cuándo seras que estarás de acuerdo en salir conmigo?

- Nunca, no estoy interesada en ti de la manera en que tu lo estas por mí.

- ¿Y de qué manera supones que es?

- Lo sabes bien.

- Yo solo seré lo que quieras que sea.

- Pues no seras mi nada, yo no te necesito.

- No dije que me necesitaras.

- Pero no te pedí que entraras en mi vida, además ¿Por que quieres ser mi amigo, novio, conocido? Soy una persona muy incomoda de tratar.

- Que bueno que lo sabes.

- Ante todo siempre soy sincera conmigo misma y con los demás. Y cuando digo que no quiero nada contigo es una realidad.

Déjame VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora