El violinista: Ardiente condena.

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— ¡Luffy! —Sollozó Dragon con su hijo entre sus brazos.

El violinista miró con despreció una vez más el lugar en donde antes había estado Doflamingo junto a su sarta de seguidores hipócritas.

De un momento a otro sintió que alguien le acercaba un pequeño maletín, tomó de él alcohol en un algodón, lo repaso por su brazo herido y colocó un vendaje simple, pronto estuvo controlado su pequeña hemorragia.

— Dragon-sama, ¿me permitiría por favor?

— Trafalgar, ¿qué hacías con mi hijo? —Preguntó molesto. Dejando al muchacho a cargo del otro, sabía que tenía excelentes conocimientos de medicina—.

— Dragon-sama, por favor, en cuanto pueda parar la hemorragia de Mugi... Monkey-san le responderé lo que deseé. Permítame concentrarme —bajo su cabeza en señal de respeto y que le permitiría continuar tratando al chico.

— Está bien.

El muchacho de ojos grises, comenzó a limpiar los cortes de la espada, hasta el punto que se vieron donde cruzaban los cortes que crearon una gran equis en el pecho. Tomó del maletín una jeringa en forma de mariposa y le inyecto en un brazo, precaviendo que los cortes se le fueran a infectar y pudiera morir de tétanos. Repaso la herida una vez más con alcohol para luego envolver el pecho en una venda gruesa mientras era mojada disimuladamente por unas gotas saladas.

Lo tomó en brazos y lo entregó a su padre.

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— Monkey-san y yo...

— ¡Padre! —Habló el chico jadeante—. El violinista es mi pareja. 

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CONTINUARÁ... 


¡Disculpen! -esperando a que no la linchen-. Tuve unas semanas muy ocupadas, pero aquí está la actualización. Nos leemos en el próximo capítulo. 

El violinista. [LawLu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora