p r ó l o g o

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Chanyeol miró a todo mundo a su alrededor y bufó para sus adentros con las manos echas puños. Tenía el ceño más grande que alguna vez se haya visto en esa universidad, y si conocían a Kyungsoo, sabrían que aquello ya era decir mucho. Estaba tan acostumbrado a esta escena que prácticamente parecía hacer todo mecánico, como una rutina.

Él se acerca.

Le coquetea.

Le dice siempre las mismas palabras.

Entonces Chanyeol lo rechaza y se vuelve a repetir la cadena como si se tratara del "Naces, creces, te reproduces y mueres".

Hoy no era la excepción, hoy había llegado ese odioso de Byun Baekhyun hasta su lugar en la mesa, bajo la atenta mirada de todos, le había dicho unas cuantas palabras acerca de sus recientes músculos grandes, de sus facciones que se veían más maduras y había lanzado la cereza de aquel insípido pastel «En serio me gustaría que aceptaras una cita conmigo». Todo era mecánico, fatídico y fastidioso. Todos los días era la misma cantaleta de parte de Byun Baekhyun, todos los días desde que ese chico se dio cuenta que algo como Chanyeol existía en la tierra.

«Oh por Dios, eres el niño más hermoso que mis ojitos rasgados hayan visto»

¿Pueden creer que eso lo dijo el primer día...¡EN EL KINDER!?

Baekhyun era todo un suceso, y lo continuó siendo durante días, lo continuaba siendo aún en la universidad, cuando ya eran todos unos hombros y había llegado el momento de superar las etapas, de seguir adelante.

Chanyeol se tomaba escasos dos segundos para rechazar a Baekhyun cada vez que proposiciones así afloraban su boca, sin embargo, ese día lo agarró de muy malas. Chanyeol piensa, jura, realmente cree que tooooodas sus desgracias comenzaron el día que ese niño le chupó la oreja, «Anoche soñé que eras un jelado, y tus orejitas estaban hechas de chiocolate», desde esa vez, la saliva de ese niño maldijo de por vida a Chanyeol, hasta nuestros días.

Ese lunes en la mañana, y cuando eran las nueve de un soleado y brilloso día, a Chanyeol se le habían roto, no una, sino dos cuerdas de su preciada guitarra, su forro había quedado atorado en la enredadera floral que tenía la Señora Im por los caminos de su casa, el bus lo había dejado, llegó tarde a la primera clase, y era día de estofado, ¡Chanyeol odiaba con su enorme ser el estofado!

Así que Baekhyun no pudo escoger una hora más apropiada para volver a molestarlo con eso de que sus sentimientos eran verdaderos y quería algo casi tan bueno y menos trágico como Romeo y Julieta.

Chanyeol simplemente explotó.

—¡Baekhyun, no, no y no! ¡Te lo he dicho casi desde que tengo uso de razón, te lo dejé bien claro la primera vez que lo dijiste, la segunda, la tercera y lo seguí haciendo aún cuando ya ha pasado casi mi vida entera! ¡No voy a salir contigo, no voy a ser tu novio porque el hecho de que sea gay no quiere decir que vaya a estar con cualquiera!

Chanyeol tomó una importante y dramática bocanada de aire tratando de aumentar más el volumen de sus imponentes advertencias, no le importó que por primera vez en un década y alguito más de años, había visto una expresión diferente en Baekhyun, una distinta a esa sonrisa victoriosa. ¡Es más! Ese hecho lo hizo pisar bien fuerte sobre la tierra, casi como si aquello fuese un juramento.

—Escúchame bien, Byun Baekhyun, ¡no aceptaría ser tu novio aunque fueses el único hombre sobre la tierra!

La universidad entera, o al menos la que estaba presente en ese momento, quedó boquiabierta al escuchar el impacto de semejante rechazo hacia uno de los aclamados príncipes. A Chanyeol no le importó la vergüenza a la que expuso a Baekhyun porque tantas veces se lo había advertido, no le importó no ver más la sonrisa en esa fracción de instante, y tampoco le importó cuando Baekhyun tomó sus cosas y se marchó en extremo silencio.

Perdidos, Varados Entre Otros Sinónimos → ChanBaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora