Capítulo 14

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Pov. Christian.

Han pasado tres días desde lo ocurrido con Anastasia y sus miedos por no tenerme cerca se han incrementado y más cuando duerme. Su sueño es intranquilo y sus sollozos son acompañados por esas horribles pesadillas que la atormentan y con la angustia que pronuncia mi nombre es aterrador. Ahora se ve tan relajada y su sueño es tranquilo a diferencia el que tuvo anoche. 

Me levanto de la cama sin hacer movimientos bruscos para no despertarla. Me encamino al cuarto de baño para darme una ducha, me desvisto y coloco la ropa en el jamper y entro a la ducha y abro el grifo, dejando que el agua caliente relaje mis mis uno y borre la tormentosa noche que hemos pasado. 

Al salir me visto con un un pantalón chandal gris y una camiseta. Beso su frente y la contemplo por un instante antes de salir de la habitación, necesito hacer unas llamadas y revisar algunos correos. Al llegar a la cocina encuentro a Gail preparando el almuerzo. 

-Señor Grey, el almuerzo estará listo en media hora.  ¿Como está Ana? ¿desea una taza de café? -Pregunta. 

-Por favor. -Respondo, antes de sentarme en el taburete. -Ana, despierta en las noches con esas pesadillas que la hacen sentir que me pierde y eso me preocupa. Gail, no sé qué hacer para que esos temores se alejen de ella y vuelva a ser esa mujer segura que siempre ha sido. -Digo, pasando mis manos por mi cabello desesperado. -He tratado que entienda que ese estado no le hace bien a nuestro bebé ni a ella pero no logró nada.

-Dele tiempo, señor y vera que todo volverá a su sitio. Disculpe, pero porque no se la lleva unos días a su casa de los Hamptons, lejos de todo y todos donde pueda estar tranquila. -Sugiere. 

-No suena mal y es un lugar donde muy pocas veces voy, se que ella puede disfrutar y despejarse. -Comento. -Lo pensare, gracias. -digo levantándome del taburete. -Estaré en el despacho. Camino y al entrar me siento en mi silla pensando que mis acciones han hecho que mi nena este sufriendo en este momento. 

Respondo los correos más importantes y los demás los dejo para que sea Ros quien los verifique. Llamo a Ros para coordinar la reunión para comparar el astillero y reubicar a las personas que han perdido su empleo por el cierre Brox Company, en las diferentes empresas. 

Me levanto para ir con Anastasia porque desde que siente que no estoy cerca se pone inquieta. Camino por el pasillo y me detengo el en piano para acariciar las teclas llenado con su sonido mis sentidos. Hace tanto tiempo que no lo toco, él era mi compañero cuando mis pesadillas se apoderaban de mí en las noches de soledad. 

Ahora tengo a mi nena y esas pesadillas se alejaron de mí cuando su cálido cuerpo me entrego esa paz que tanto necesitaba y ahora esas mismas pesadillas quieren atormentarla y robarle la paz que solo ella puede dar. Pero estoy aquí para lugar contra ellas y traer de vuelta a mi hermosa diosa. Continuó mi camino hasta donde se encuentra la dueña de mi vida, pero me detengo en seco antes de entrar a la habitación cuando escucho su llanto.

-Christian. -Grita. -Entro a toda prisa y la veo removerse y sus ojos cerrados. -No me dejes, por favor. Solloza. Corro para estar a su lado y la tomo en mis brazos.

-Nena, despierta. -La sacudo despacio pero no despierta.

-Te lo suplico, no me dejes. -llora despertada. 

-¡Ana, por Dios! -Exclamo.- Despierta, estoy aquí. La muevo varias veces y sigue en ese sueño que no la deja despertar. - nena, abre tus ojos y mírame. 

-Aaah. -Se queja y abre los ojos de golpe y me mira como si no creyera que estoy a su lado. -¡Oh, Christian! -solloza y se lanza en mis brazos, y la atraigo más a mi para hacer que se calme. -Estas aquí. Se separa y me mira, su respiración agitada, con sus manos temblorosas acarician mi rostro comprobando que estoy a su lado. 

-Si, nena, estoy aquí. -Susurro. Su rostro se ilumina y me mira fijamente para lanzarse y tomar mis labios con desesperación, haciéndome caer de espalda en la cama. -Aah. Gimo.-Por su urgencia. 

Su cuerpo se remueve con desesperación sobre mí y mis manos la aprietan como si no quisieran dejarla escapar. Con manos temblorosas intenta sacar mi camiseta y no creo que sea prudente que lo hagamos.

-Nena, tranquila. -Digo agitado- No estás recuperada. Se separa y sus ojos se llenan de lágrimas y puedo ver que le duele mi rechazo. -Oh, nena, no te estoy rechazando es que... Mis palabras quedan en el aire al sentir nuevamente sus labios reclamando los míos. 

Mis manos descienden por su cuerpo llevando consigo su bata y dejándola con sus pequeñas bragas. Mientras que sus manos hacen lo propio por quitarme el pantalón, me deshago de mi camiseta y mis bóxers desaparecen de mi cuerpo al igual que sus bragas desgarradas. Sonríe como una niña traviesa que acaba de hacer lo que quería y niego divierto antes de besarla como tanto he deseado hacerlo desde que volví a verme reflejado en sus ojos. 

-Quiero sentirte por cada rincón de mi piel. -Jadea.

 Cuando siente mis labios recorrer su cuello.

-No habrá un rincón de tu piel que no explore y no parare hasta que me siento completamente saciado de ti. -Advierto. - Mis labios continúan el recorrido por su barbilla y mis dientes la arañan provocan que su boca emitan deliciosos sonidos. Continuó mi recorrido hasta llegar a sus redondos senos, me detengo y los miro por un momento.  Mi lengua recorre su pezon derecho y haciendo círculos en la aureolao disfrutando de su sabor.

-Christian. gime.

 -Tus senos están más exquisitos, Anastasia y quiero tomarme mi tiempo para darle la atención que merecen. -digo, antes de tomar su otro seno y introducirlo por completo en mi boca, succiono, muerdo, chupo y lamo con desesperación y sus jadeos me encienden a seguir mi trabajo. 

-Por favor. -Jadea. -removiéndose. 

Paso mi lengua en círculos para calmar su quemazón. Continuó mi recorrido, mis dientes muerden con suavidad su cadera y me detengo en su abultado vientre de unos cinco meses. 

-Los amo con mi vida. -Beso su vientre. Levanto la mirada para encontrarme su mirada llena de deseo. -También te deseo con locura. -Sigo para llegar a mi destino, mis labios en su sexo y mi se pierde en el disfrutando de su aroma. Mi boca se apodera de sus labios y mi lengua se abre paso en su endidura.

-Christiaaaa. -su cuerpo se estremece. Continuó lamiendo, chupando su clitoris, disfrutando de su sabor. Introduzco un dedo y después otro mientes mi lengua arremete contra su punto más sensible. 

-Oh, nena, tu saber me vuelve loco. -gruño.- mis movimientos se incrementan al sentir como sus paredes se contraen anunciando su liberación. 

-No puedo más. -Gimotea. Corriendo por toda la cama. Sin separar mi boca de ella, mis manos la sujetan en su lugar. -Christian 

-Dámelo nena. -Demando. 

-¡Oh, santos! -Grita.- sacudiéndose con fuerza mientras su cuerpo recibe su arrasados orgasmo. 

Su interior me recompensa con su delicioso fluidos, mi lengua recorre cada rincón saciando la sed que siento por su sabor. Me separo dándole un beso y subo para quedar frente a ella. 

-Sentirte de esta manera con mis caricias y como me entregas todo de ti. -Beso su nariz. -Me hace desearte con locura. Ahora te haré el amor como tanto añoro. 

Nos leemos luego.

Yo!!

Todo cambió en... El crepúsculo al amanecer (2 T USLV) (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora