Capítulo 15

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Pov. Anastasia 

Mi cuerpo necesitaba tanto su contacto y me hiciera sentir deseada y amada. Sus ojos grises me miran con lujuria y esa oscuridad que reflejan sus ojos me demuestra que tanto le afecto. 

-Ahora te haré el amor como tanto añoro. -Dice con una sonrisa. Con sus piernas separa las mías haciéndose espacio. 

-Lo estoy deseando. -Gimo.- Al sentir su polla rozar con mi entrada. En un rápido movimiento estoy encima de él. 

-Quiero que estés cómoda. -Dice. Levantando mis caderas y bajándome despacio para entrar en mi interior. 

-Ayyyyyyy. -Grito- al sentirlo después de tanto tiempo. 

-Joder. -Gruñe, cuando se pierde en mi. -Estas empapada y muy apretada. Dice con la mandíbula apretada. -Esconde su rostro en mi pecho y sus manos se aferran de mis caderas. -Quiero que lo hagas como te sientas cómoda. 

-Te extrañe tanto, Grey. -Jadeo.- necesito sentirlo con urgencia y mis movimientos son desesperados. 

-Despacio nena que te lastimaras. -Me detiene- Déjame ayudarte. Levanta las caderas  y sus manos me agarran sin hacer fuerza y con movimientos pausados nos va llevando deseamos. 

Nos dejamos llevar por la pasión y en rápidos movimientos lo tengo sobre mi teniendo el control, me acomoda de lado y moviéndose de manera desesperada. Agarro con fuerza las sabanas sintiendo que mi cuerpo se partirá en dos de tantas emociones. 

-Oh, nena, me tienes perdido.- Gruñe.  Embistiéndome con desesperación, me sostengo de su antebrazo tratando de seguir su ritmo buscando esa liberación que recorre mi interior, nuestra respiración se agita anunciando que no aguantaremos más. 

-Christian, más rápido. -Grito. - ansiado por aliviar la quemazón en todo mi cuerpo. 

-Vámonos juntos, nena. -Gruñe; apretando los dientes, volviendo sus movimientos más descontrolados. 

-Christian. -Grito. -Cuando mi cuerpo se sacude por el fuerte orgasmo que me está atravesando y con dos estocadas más Christian se derrama en mi interior.

-Anaaa, mi nenaaaaa. -Gruñe, apretándome con fuerza a su cuerpo. Se deja caer en la cama y me atrae a él, besa mi hombro y mi cuello, para luego hablar.  -¿cómo te sientes? -Pregunta agitado. 

-Plena, amada y Feliz por estar en los brazos del hombre que más amo. -Digo, con voz apagada.

-¿Plena? -Ríe a carcajadas. -Pensé que me iba a acostar más dejarte satisfecha y plena como una segunda ronda. -dice.- recorriendo con su nariz mi espalda. Mis ojos empiezan a cerrarse. 

-Necesito unas horas de descanso para disfrutar de otra ronda.- murmuro. Besa mi sien.

-Deberíamos de ir o buscar algo para que comas algo antes de dormir. -Dice, pero niego. - Nena, has dormido toda la mañana y no has comido nada, por favor. Cierro los ojos y me dejo llevar por el sueño.

Despierto y la habitación está en completa oscuridad y a mi lado está el hombre que amo durmiendo plácidamente, su rostro relajado y sus largas pestañas descansando en sus mejillas. Su cabello cobrizo alborotado lo hace ver tan sexy, sus labios finos que invitan a devorar. Recorro con un dedo su rostro y se remueve para luego se restriega los ojos como un niño que no quiere despertarse para abrirlo.

-Hola. -Susurro. Jugando con su cabello. 

-Hola. -Se inclina para besarme y no me conformo con un beso por lo que me acerco más y lo profundizo. Sus manos me sostienen y mi mano viaja a su polla. -Umm, nena, al parecer despertaste con ganas de seguir con la segunda ronda. 

Sin responder me subo a su regazo y a tientas busco su polla para hacerla entrar en mi interior. -Oh, sí. -Gimo. Sus ojos me miran con diversión y con una hermosa sonrisa.

-Insaciable, señorita Steele. -Dice entre sorprendido y divertido. 

- Mucho, señor Grey. -Jadeo.- Cuando aprieta mis nalgas hacia abajo para que lo sienta mucho más. 

-Aquí estoy para que haga conmigo lo que desee. -mis caderas empiezan el vaivén y puedo ver cómo cierra sus ojos y echa su cabeza atrás disfrutando de todas las emociones que estamos sintiendo. -Eres mi diosa.. Gruñe.- Aumentando el movimiento mis movimientos y su pelvis levándose para llegar más allá. Nuestro gemidos y jadeos se pierden entre sí llevándonos donde solo nosotros sabemos llegar. 

****

Estamos vistiéndonos para ir a cenar y puedo sentir su mirada en mi observando cada uno de mis movimientos. Caminamos abrazados hacia la cocina y una Gail nos recibe con una cálida sonrisa. Nos coloca nuestra cena con una jarra de zumo de naranja y arándanos. Observo las papas al horno con queso y bacon y el sirloin. 

-Nena, deja de jugar con la comida. -Me dice con su mirada de acero. 

-He comido lo suficiente. -Digo. -frunce viendo mi plato casi intacto, me doy cuenta que casi no he comido, pero mi estómago está completamente cerrado.

-No has comido nada, pasaste toda la mañana durmiendo y nos saltamos el almuerzo y solo pruebas la cena, Anastasia, me estoy preocupando. - Toma mi mano y besa mis nudillos. -Ana, estuviste en el hospital, tienes anemia y eso no es bueno para ti ni para el bebé.  Sé que tiene razón y que debo hacer un esfuerzo por mi pequeño.

-Lo siento y lo último que quiero es preocuparte. Tienes razón. -Digo.- Tomando el tenedor y llevándome un trozo de carne a la boca. -Sonríe satisfecho y eso me hace sonreír también. 

-Así me gusta. Estaba pensando tomarme unos días de descanso. -Dice. -iremos a tu próxima cita con la Dra. Greene y le preguntaremos si puedes viajar y de ser así, nos iremos unos días. Asiento. 

Después de cenar nos vamos a la habitación para descansar. Se acomoda a mi lado con su Mac en las piernas.

-Tengo que trabajar y no quiero dejarte sola. -Lo miro esperando que me de un beso y su sonrisa me hace sonrojar. -¿No tuvo suficiente de mí el día de hoy, señorita Steele? -Pregunta. Acariciando mis mejillas. 

-Nunca tendría suficiente de usted, señor Grey. -Sentándome para mirarlo a los ojos. Niega divertido y coloca su Mac en la mesita de noche. 

-Esta frase la ha copiado de mi. -sentencia. -Dándome un suave beso, sonríe al ver que mi anhelo es mucho más. 

-Christian, te amo tanto. Susurro cerca de sus labios.

-Los amo mucho más nena. -murmura. Mis manos acarician su pecho por encima de su camiseta. Mis ojos los miran pidiendo más, pero niega divertido. 

-Ven acá mujer. -Dice- tomando un libro y me coloco en su pecho. -Les leeré un libro a mis niños para que duerman plácidamente.-Me desplazo hasta llegar hacia él con el ceño fruncido resignándome al ver que no ganaré más que disfrutar de sus brazos esta noche. Besa mi frente y comienza a leer, mientras va avanzado mis ojos se van cerrando llevándome a un sueño profundo envuelta en sus fuertes y cálidos brazos. 

Ojosgalanos!

Todo cambió en... El crepúsculo al amanecer (2 T USLV) (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora