CAPÍTULO 1

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El Viento helado golpeaba mi rostro, amaba este clima frio en Livingston, Montana. Mi adrenalina aumentaba a cada segundo, era una sensación increíble ir a toda velocidad montada en "La bella";mi motocicleta. Era la primer moto que me había comprado a base de esfuerzos y con algunos ahorros. Mi linda bella, una TRIUMPH THRUXTON 900, era lo que más amaba, después de mi hermano, claro.

Miré por el espejo retrovisor de la moto, y sonreí al dejar a mi hermano a diez metros detrás de mí.
Chris era un idiota que siempre competía conmigo, siempre apostaba en mi contra y siempre perdía el muy imbécil. Si, era un completo imbécil, pero lo amaba. Él era el único que cuidaba de mi espalda, el único que me amaba. Mis padres me negaron su cariño desde que nací"por ser diferente",aunque no voy a negar que me daban todo lo que quería, además de una pensión mensual de $50,000. 00 dólares al mes que me servían para pagar mi casa, gastos básicos y gastos de la escuela.
Mi madre de vez en cuando me visitaba, mi padre solo quería que yo trabajara para poder hacerme cargo de su tonta cadena hotelera. Yo no podía entenderlos, me daban lo que quiera y
mi padre me quería al frente de todo. Tenía todo lo que muchos podían desear, pero no lo que yo siempre anhelaba; amor, cariño y respeto.
Chris siempre me decía que me querían a su manera, pero yo sabía que no era así, siempre recibí el rechazo.
Mis padres trataban totalmente diferente a mi hermano, a él daban todo, cuando digo todo, es absolutamente todo.

Volví a mirar por el retrovisor y mi hermano ya no estaba detrás, me sorprendí al verlo a mi lado.
Solo asintió haciendo una seña para que pararamos en el mismo bar de siempre.

Estacioné mi moto, quité mi casco y reí al ver a Chris enojado.

-Eres idiota, te he ganado doscientos dolares- frunció su ceño y me dio un golpe en el brazo.

-Eres una jodida tramposa. Tú invitas las cervezas- Me bajé de la moto entre risas. Miré a la entrada del bar, prestando mi atención a dos chicas muy guapas que salían del lugar. Una de ellas me había guiñado un ojo, y yo solté una risita negando.-Adiós, guapas- saludó Chris, pero las chicas dejaron de sonreír y bajaron la mirada. No pude evitar soltar una carcajada -Par de zorras... -susurró.

-Chris, cómo pretendes que te contesten si eres un idiota y mujeriego de lo peor- me volvió a dar otro golpe.-Te voy a partir la cara si me vuelves a golpear-el sólo negó con una sonrisa, y seguido entramos al bar por unas cervezas.

-¿Por qué tú tienes tanta suerte con la chicas? Es decir, yo les tengo que hablar bonito, decir idioteces, prometer la luna y las estrellas para caer. Pero...¿tú?. Son ellas las que te buscan -se quejó antes de dar un trago a su cerveza.

-Soy sexy- contesté, él solo rodó los ojos.- y...creo que la tengo más grande que tú-bromeé.

-Eres una idiota-volvió a beber de su cerveza, yo solo reí.-¿sabes? Estoy saliendo con al alguien- confesó.

Solo negué cerrando los ojos, ¿Ahora quién era la desafortunada?
Chris era mi hermano, pero era un imbécil con las chicas. Siempre las enamoraba se las tiraba y las dejaba.

-¿Cuándo sentarás cabeza?-pregunté mirándolo de una manera retadora.

-Nunca-contestó fríamente- tú también te acuestas con las chicas, Lauren.-acusó en su defensa.

-No, las chicas me buscan y si me gustan les doy lo que quieren, sin sentimientos de por medio. Yo no les miento, no las ilusiono, no las enamoro, Chris. Lo que tú haces... eso está mal, está mal jugar con los sentimientos de los demás.- Él se echó a reír como su hubiera dicho un chiste.

-Ok, ya está. No empieces con tus sermones. Me aburren- rodé los ojos volviendo a negar.
De repente, a lo lejos, en una de las mesas del fondo vi a una chica castaña. Iba en el mismo instituto que yo, siempre me miraba con cierta seriedad y cuando nos topabamos se sonrojaba. Honestamente, era muy linda, pero no agradaba la forma en la que me miraba.

AMARTE ASÍ; CAMREN G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora