CAPÍTULO 22

13.7K 614 46
                                    

Estaba trabajando en el club, ya casi eran las tres de la mañana, quería salir de aquí e irme a ver a mi esposa y a mi hija, pero tenía mucho trabajo por hacer.
Hace casi una semana que Samantha se había ido por un supuesto viaje de negocios, pero apostaría lo que sea había ido con Verónica de viaje.
Sam se había vuelto completamente loca por esa morena.

De pronto, tocaron la puerta de la pequeña oficina.

-Adelante... - di un trago a mi café amargo, eso me mantenía despierta.

- Hola, Lauren! -Era Natalia, 'la novia' de Sam. Esa mujer me traía loca. Loca del sentido de 'harta','cansada'. Desde que había entrado aquí, no hacia más que coquetear conmigo de una forma tan vulgar.
Samantha decía que no le hiciera caso, que así era ella, pero me estaba fastidiando mucho.

-Natalia, estoy muy ocupada. Necesito tener todo en regla para cuando Sam, tu novia,venga. -Miré de nuevo los documentos que tenía sobre el escritorio.

-Lau, deberías... relajarte¿sabes? -se puso detrás de mí, colocando sus manos sobre mis hombros- Tú y yo sabemos que Samantha está vuelta loca por otra mujer. -murmuró cerca de mi oído. -Lauren, tú me gustas mucho desde que llegaste aquí-dejó un beso sobre mi lóbulo, asi que rápidamente me levanté, limpiando en la zona del beso.

-¡Estás loca!? Estoy casada- señalé el anillo de mi dedo.

- No soy celosa... -se acercó de nuevo.

- Me importa una mierda. Mi esposa si es celosa. Yo... no, no, ni te me acerques- retrocedí unos cuantos pasos. - Yo amo mi esposa, tengo una hija... -dije pegándome a la pared.

-Una esposa que no te da sexo, nunca ha estado en tus brazos. Una hija que ni siquiera es tuya... -se pegó a mi cuerpo. Colocando una mano a mi entrepierna. Esto me estaba poniendo muy, muy nerviosa. -Lauren, yo puedo hacer que descargues toda esa tensión. Nadie va saber esto, solo tú y yo....- acarició mi zona. Sentí mis piernas temblar.  Maldición, mi miembro comenzaba a despertar. No, no, no hagas eso.

Natalia comenzó a besar mi cuello, y yo... yo estaba cayendo.
No,no, ¡no!
De pronto, me besó, y en seguida me aparté.

- ¡Ya basta! -La empujé lejos de mí- Yo... no quiero. Maldición, eres una chica, no quiero tener que golpearte. ¡No te me acerques! -grité.

-Lauren, sé que esto te gustó. ¿hace cuánto que no tienes sexo? ¿Uhm? Por lo que escuché, tu mujercita nunca te ha tocado, y menos ahora. Vamos, acepta mi ayuda. -Esta mujer me estaba haciendo rabiar. - Vamos, quiero hacerte feliz.

-La única que me hace feliz es mi esposa -cogí mi chaqueta de la silla- No te vuelvas acercar, porque se me va a olvidar que eres un chica. No, ni siquiera eso, no te das a respetar. Que lástima que seas tan bonita, creo que te dejaron sin dignidad a cambio de la belleza.–Salí de la oficia, escuchado sus gritos de frustración.

Caminé por los pasillos, dónde pasaban las chicas que acaban de dar su Show.

-Maldito traicionero -señalé mi bulto, comenzaba a dolerme. Esto siempre me pasaba cuando me excitaba. Carajo, me sentía una bestia infiel, acaba de excitarme con otra mujer. -¡Hijo de Puta! Tú sólo debes despertar cuando le vea el culo a Camila, como siempre- señalé, y de pronto escuché la carcajada de Maia.

-Lauren, ¡¿ahora peleas con tu animal?! -gritó entre risas.

-¡Cállate! -rodé los ojos.

- Es que es gracioso verte retando a tu 'penito' -soltó otra carcajada -Lo siento, lo siento.

- Es que... ¡ahg! Siento que le acabo de ser infiel a mi esposa. -golpeé la pared con fuerza.

-No me digas... Natalia otra vez-asentí. -Lauren, Lauren. Dale un putazo- dijo como si nada.

AMARTE ASÍ; CAMREN G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora