CAPÍTULO 21

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-POV LAUREN -

-Tranquila, respira. Cuenta conmigo: uno, dos, tres... -Hablaba mi madre, pero no se lo decía a Camila. Me lo decía a mí al darse cuenta de lo nerviosa que me miraba.

-Mamá... -rodé los ojos. No podía dejar sentir nervios, carajo, mi hija va a nacer y mi novia... mi esposa, si, mi esposa, gruñía de dolor.

-¡Lauren! -gritó sosteniendose de la camilla con fuerza. Me sentía en una maldita película de terror.

-¿qué?¡¿qué?! -corrí a su lado.

-Te quiero aquí, a mi lado ¡maldición, no seas cobarde! -gritó apretando mi mano. Ok, eso me estaba asustando más, esta no es mi Camilita.

-No, no, digo, si, si aquí voy a estar. Aquí voy a estar, Bella-Besé el dorso de su mano.

De repente, entró el doctor, acompañado por dos enfermeras y un enfermero más.

-Bien, Señora le voy a pedir que salga... sólo puede estar... su.... su esposa -dijo aquel hombre a mi madre, mientras se colocaba los guantes de látex.

-Si, estaré afuera. Suerte, mis amores- aventó un beso al aire, antes de salir.

-Bien, Camila. Veamos... -el doctor acómodo a mi esposa de una manera extraña sobre la camilla. Dios, realmente me sentía en una película.

- Ya estás lista, linda. Hagamos los pasos que te indiqué hace unos minutos ¿De acuerdo? -Camila asintió haciendo gestos extraños.

-Bien, Vamos... uno, dos... puja-habló el doctor con serenidad.

Repetía lo mismo cada minuto, supongo que eran minutos, pues a mí esto se me estaba volviendo eterno.

Miré a mi esposa;quién hacia fuerza cada vez que pujaba. El sudor comenzaba a correr por su frente. Su mano apretaba la mía con demasiada fuerza. Dios santo, yo comenzaba a sentirme extraña.
Ella volvía agruñir cada vez más alto, en ese momento caí en cuenta de lo que realmente estaba pasando. Esta preciosa mujer estaba a punto de traer a nuestra hija a este mundo.

-¡Vamos, hija! ¡puja! -gritó el Doctor animando a mi chica.

Esta preciosa mujer me estaba dando la dicha de ser esposa y madre. Me estaba dando una familia, una hermosa famila que cuidaría con mi vida.

Me incliné un poco sobre ella y besé su frente.

- Vamos, Bella... -murmuré.
Ella me miró a los ojos y asintió.

-Te amo, Lauren -dijo antes de besar el dorso de mi mano con rudeza. Para después volver a pujar.
Sonreí como idiota, quitando algunas hebras de cabello que caían por su rostro enrojecido y sudado.

-Erea preciosa y te amo. Te amo  más que a mi vida- murmuré con una sonrisa.

Ella volvió a gruñir pero con más fuerza, y seguido, dejé de respirar y senti cómo mi corazón se detuvo por un instante al escuchar por primera vez el llanto de Alice.

- ¡Hey! Es un preciosa niña... -dijo el hombre entre risas.

-Dios mío.... -murmuré.

-Alice... -habló Camila con la voz quebrada. Sus ojitos estaban tan brilloso, y algunas lágrimas corrían por su mejilla.

-Lo hiciste mi amor... -susurré antes de dejar un beso sobre sus labios. -Carajo... -negué incrédula.
Tenía un mundo de sensaciones indescriptibles. 

Momentos después, la enfermera se acercó con Alice envuelta en una manta azul.

-Señora.. -La mujer me ofreció a la bebé. Al mirarla, mi corazón comenzó bombear como un loco, juraría que estaba apunto de darme un infarto por la fuerza de mis latidos.

AMARTE ASÍ; CAMREN G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora