CAPÍTULO 23

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-POV CAMILA-

Hoy tuve mi primer día de clases, por fin había regresado al instituto.
Había tenido un buen día, pero  extrañaba mucho a mi hija y a Lauren. Definitivamente, no era lo mismo que antes, pues mi cuerpo estaba en el salón, pero mi mente y mi corazón estaban fuera, estaban en casa, pensando en lo que podrían estar haciendo mis amores. O si Alice estaría llorando, mi mente creaba muchas cosas que lograban desconcentrarme.

-Hey...-Escuché la voz de un chico detrás de mí, mientras guardaba mis libros en la taquilla.-¿Hola...?-tocó mi hombro, rápidamente volteé a verlo.  Era uno de mis compañeros de clase; era el típico chico guapo y popular que siempre salían en las películas.

-Hola- contesté volviendo a darle la espalda, pues estaba desesperada por ver a mi hija y a mi esposa.

-¿Tienes prisa?- preguntó entre risas.

-Si-contesté cerrando mi taquilla, pero ni siquiera lo había cerrado bien, pues la taquilla se abrió, haciendo que todos mi libros cayeran. Eso me desesperó aún más, rápidamente me puse cuclillas y comencé a recogerlos. El chico hizo lo mismo para ayudarme.

-Oye, debes hacer las cosas con calma- comentó, y yo solo asentí , levantándome de nuevo para volver a guardarlos- ¿De dónde eres?-preguntó dandome los demás libros.

-De Livingston, Montana-Respondí, volviendo a cerrar la taquilla, pero con mas cuidado.

-Eres muy, muy callada y muy bonita- dijo con una sonrisa coqueta.

-Si, bueno, gracias por ayudarme con los libros, con permiso- fue lo último que dije, dando la espalda y comencé a caminar hacia la salida. Pero no sé qué le sucedía a este chico, que venia detrás de mí como si fuera mi sombra.

-Oye, espera, espera....solo quiero charlar contigo un momento. No es como que fuera hacerte algo, sabes- yo solo continué caminando.

-Honestamente a mí no me interesa charlar. No puedo y no quiero charlar contigo, ni con otro chico del instituto-contesté sin más, mirando a fuera de la escuela, en dónde ya esperaba Lauren por mí.
Me quedé como una idiota por unos segundos, y es que se veía tan sexy, con sus jeans y su chaqueta de cuero color negro, su cabello tan perfecto y unos RayBan que cubrían sus preciosos ojos. Ya estaba apunto de saltar a los brazos de mi ojiverde, pero el chico se apresuró y me tapó el paso, quedando casi en medio de ambas.

-Oye, tranquila. Mira, eres muy bonita, lo digo en serio.,y ... quiero invitarte a salir-dijo con una sonrisa, acomodando su cabello rubio- Quizá podemos ir por un café o por un helado...- yo negué rápidamente.

-O que tal si te parto la cara, idiota- Intervino mi ojiverde, eso no me había gustado. Lo que menos quería eran más problemas. 

-¿Perdón?- dijo el chico, volteando a ver Lauren.

-Oye, mira...-hablé al chico- Ya te dije que no quiero y no puedo. Estoy casada y enamorada -señalé a Lauren- Es mi esposa, y tenemos una hija, así que disculpa, llevo prisa porque mi familia me espera.- El rubio se quedó sin palabras, yo solo abracé a Lauren antes de darle un beso en los labios.-Vamos, amor- cogí su mano, pero Lauren aún tenia la vista sobre mi compañero, parecía que lo quería matar.

–Ni se te ocurra volver acercarte a mi esposa, porque te partiré el culo a patadas- dijo con seriedad, el chico solo asintió asombrado todavía–Estaré vigilandote, imbécil-señaló.

-Lauren, ya vámonos- tuve que casi arrastrarla. Parecía un perro rabioso, y no me gustaba cuando se enfadaba de esa manera.
Ni siquiera me saludó, solo me abrió la puerta del auto, y sin más subí. Segundos después ella también subió, y encendió en el auto, si que estaba molesta.

AMARTE ASÍ; CAMREN G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora