CAPÍTULO 25

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-POV CAMILA-

Abrí mis ojos al sentir la luz del sol pegar en mi cara, volteé a ver el reloj sobre la mesita de noche, y casi salté de la cama al ver la hora, pues eran más de las siete treinta de la mañana, otra vez llegaría tarde al instituto. Rápidamente me coloqué mi ropa interior, y es que estaba desnuda de nuevo. Lauren me había hecho el amor a noche, como casi siempre que me ayudaba a terminar mi labores escolares, comenzaba a creer que lo hacia solo por eso, y la verdad no me importaba.

Sonreí como tonta al mirarla acostada , con su trasero y su espalda desnudos, a los cuales también le pegaban la luz de aquel sol tan brillante en esta mañana. 

-Dios mío, te amo tanto...-murmuré acercándome para cubrirla con la sábana delgada que a ella tanto le gusta. De pronto se removió un poco y comenzó abrir sus ojos, esa era mi parte favorita de la mañana.

-Buenos días, bella-habló en lo bajo, con su voz ronca, para después regalarme una linda sonrisa.

-Buenos días, amor- dije tumbandome a su lado. Si, era tarde para al instituto pero no me importaba. Además no era tan mala estudiante.- no quería despertarte-murmuré dejando un beso en sus labios.

-Está bien, ¿Qué hora es?-peguntó con el ceño fruncido, mirando por la ventana.

-las siete cuarenta y uno-respondí mirando el reloj.

-¡carajo! ya es tarde! te ayudo? ¿qué hago? -dijo exaltada, sentándose rápidamente sobre la cama.

-No tengo muchas ganas de ir al instituto hoy- murmuré acariciando su espalda con delicadeza.

-¿por qué? ¿te sientes mal? ¿te hice daño?-preguntó preocupada, más bien, diría que asustada.

-No, Lauren-contesté sonriendo.-Solo quiero quedarme aquí contigo y con Alice- me abracé a ella. soltó un suspiró para después envolverme con su brazos y volvimos a tumbarnos a la cama.

-Está bien, no creo que haya problema ¿no?-negué con una sonrisa, dejando varios besos sobre su mejilla.- ¿te he dicho que me encantas? -preguntó coqueta, llevando su mano hasta mi trasero para masajearlo con suavidad. 

-No...-respondí quitando algunas hebras de cabello que caían sobre su frente.

-Pues me encantas-dejó un rápido beso sobre mis labios- me fascinas Camila-dejó otro corto beso, con una sonrisa- me gustas muchísimo, Bella-dejó un ultimó beso, para voltear a mirar la hora.- son las siete cuarenta y tres...Tengo tiempo para darte los buenos días como te mereces- dijo coqueta, alzando las cejas de manera graciosa.

-Lauren...-solté una risita negando.

-¿Qué? anda! déjame darte los buenos días de manera especial-murmuró colocándose encima de mí. 

-Oh Dios...-casi gemí al sentir su miembro entre mis piernas. 

Comenzó a besar mi cuello de manera sensual. Amaba eso de ella, eran tan delicada, tan adorable, pero también muy apasionada, se entregaba de una manera increíble. 

Sus besos recorrieron de mi cuello hasta mis pechos, aun por encima de la tela del sostén. Creí que se iba a deshacer de ellos, pero no, siguió su camino hasta mi abdomen. Pasó su cálida  y húmeda lengua por debajo de mi ombligo y recorrió hasta mi vientre. Seguido me miró con una sonrisa y supe lo que haría.

–¿Puedo?–Solo tragué saliva asintiendo.
Despues vi como se inclinó sobre mí y bajó a mis muslos, dejando un besos en cada parte mientras jugaba un poco con mis bragas.
Instantes después mis piernas se tensaron al sentir sus dedos hacer contacto directo con mi centro.

AMARTE ASÍ; CAMREN G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora