Capítulo 23.

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Oscuridad.

Eso es lo único que hay aquí.

No hay luz, no hay nada.

Solo una profunda y solitaria oscuridad.

Abrí los ojos con pesar, Max dormía a mi lado, se veía cansado, agotado. Me levanté sin cometer ruido alguno. Fui al salón, prendí la pantalla de la computadora y veía los cuartos de todos los demás, Max continuaba de cómo lo miré la última vez, Kai está ocupando su teléfono, Ryu y Kise estaban abrazados mientras hablaban, silencie sus micrófonos... De seguro están hablando cosas llenas de desagradable y empalagoso azúcar. Mike por su parte estaba con el pequeño peli-celeste mirando televisión.

Día tranquilo... Miré a la habitación de Haru, él solo dormía.

-- No me gusta mucho esto... --me dejé caer sobre el sillón, activé el sonido de todas las cámaras, no estaba de muy buen humor, me levanté a buscar alguna cosa para comer en el refrigerador, tomé unos chocolates que habían.

-- Azúcar... --me fui a sentar de nuevo al sofá, mirando las cámaras expectante.

-- Yuki --miré a Max que venía bostezando.

-- ¿Qué quieres? --

-- Nada, solo que estaba pensando. --

-- ¿En qué? --

-- Cosas... Un tanto estúpidas. --

-- Si tu mismo lo calificas así... Pues no hay caso. --

-- ¿Por qué siempre eres tan fría?

-- No me gustan estas situaciones...

-- ¿Situaciones?

-- Las situaciones dónde alguien dice algo así como "¡Ay! ¡No, son cosas estúpidas, no te preocupes, no es que te esté contando a propósito para que me preguntes qué me pasa!" --mencioné en un obvio tono de sarcasmo, él me miró enojado.

-- No es necesario que seas así.

-- Siempre lo he sido y lo sabes.

-- Sí... Lamentablemente lo sé.

Suspiré con pesar, me acerqué a las cámaras y un fuerte estruendo vino de una de ellas, me senté con rapidez.

-- ¡Mike!

Comencé a teclear, enfocándome solamente en la casa de Mike, su habitación estaba llena de humo, unas personas se llevaban a alguien en un saco, porque este se retorcía como si de una serpiente se tratara.

Afuera de su casa había una furgoneta esperando, subieron todos allí y antes de retirarse lanzaron una bomba de luz, cuando está el efecto de esta desapareció la furgoneta ya no estaba.

-- Mierda...

Dirigí mi atención a la habitación de Mike y este estaba inconsciente sobre su cama, ni había rastro del peli-celeste por ningún lado.

Activé el micrófono.

-- Chicos se llevaron a Sora, Mike está herido.

Todos miraron a la cámara, Kise y Ryu se levantaron con rapidez, Kai suspiró.

-- ¿Sabes a dónde fueron? --preguntó Max el cual no habló durante todo el tiempo que estuvo ahí.

-- No, pero puedo averiguarlo.

-- Está bien... ¿Sabes a dónde se dirigen los demás?

-- Si no me equivoco la parejita va a casa de Mike --miré la pantalla dónde Mike estaba sobre la cama sangrando.

-- ¿Qué hago?

-- Por ahora... Te pediría que vayas a la casa de Mike y que lo traigan para acá.

Continúe tecleando para averiguar a dónde fueron, entré al sistema de vigilancia de la ciudad, comencé a buscar la furgoneta.

¿Por qué rayos estoy metida en esto? Me gustaría que todo fuera como antes... Pero... Es imposible.

¿Los pasillos de la escuela eran tan largos? Miré cansada mi reflejo mientras la lluvia caía.

-- Yuuki.

-- Ah... Leo...

Un hombre, un profesor, me miró sin descaro de arriba a abajo, se acercó a mi y sin vergüenza alguna pasó su brazo sobre los hombros para tocar discretamente mis pechos.

-- Que buena chica...

Miré al piso, no puedo hacer nada, comenzó a arrastrarme por los pasillos más solitarios hasta llegar a un cuarto al que nadie jamás entra.

-- ¿Qué planeas hacer...?

-- Ya lo sabes --me empujó dentro y luego cerró.

-- Das asco...

-- Tu ni te opones --comenzó a bajarse los pantalones y me miró con deseo, su pene ya estaba erecto.

-- Asco... --bajé mis bragas y me puse en cuatro, cerré los ojos esperando que todo terminara lo más rápido posible.

El tiempo pasó lento, era como una de estas muñecas hechas para esta tipo de cosas, no emitía ruido alguno, no me movía, no hacía nada. Él tiró de mi cabello y me susurró jadeante.

-- Gime

-- No lo haré --comenzó a tocar mi intimidad sin cuidado alguno, causando más daño que placer.

-- Hazlo

Seguí sus órdenes, gemía de manera fingida, miraba el piso y rogaba para que las horas pasarán más rápido, él no se cansa.

Cuándo terminó solo se fue, me dejó ahí como una basura.

-- Quiero morir --miré mi muñeca, las cicatrices están ahí.

Al día siguiente él no se presentó, sentí un poco de felicidad, quizás no venga en unos días, aunque sean unos pocos... Es libertad.

Las horas pasaban con tranquilidad, seguía lloviendo, a la última hora una profesora entró.

-- Alumnos... Su profesor de química Leo Abarca falleció el día de ayer --miré a la mujer sin poder creerlo.

Falleció?

¿Soy libre de él?

No pude evitar sonreír, al terminar las clases salí corriendo a mi casa mientras reía y lloraba.

Al día siguiente miré a todos lados con felicidad, tomé mi teléfono y comencé a averiguar quién vendría a reemplazarlo.

En ese tiempo... Mi felicidad no duró mucho, el nuevo profesor era peor, él también abusaba de mí, pero llamaba a otros a hacerlo también... ¿Por qué me persigue la desgracia?

-- No quiero... --me miró con desprecio y cubrió mi boca mientras seguía con su labor, el otro metió su asqueroso pene en mi boca.

Quiero morir... Quiero morir... ¡Quiero morir!

Cuando terminaron igual que el otro me dejaban allí.

-- Hola --alguien abrió la puerta mientras me limpiaba. Ahora... Todo terminó-- Me llamo Kai, vengo a ayudarte --

Le miré con impresión.

-- ¿Qué?

-- Vengo a ayudarte...

-- No te creo

--¿Si ellos dos desaparecen... ¿tú me creerás?

-- Si desaparecieran sería feliz...

-- Pues... Lo harán

Le miré dudosa.

-- ¿Qué les harás?

-- Eso será una sorpresa --sonrío con maldad, abrió la puerta y antes de cerrar pude ver la aterradora mirada y sonrisa de un chico de cabello negro.

No dije nada.

Al día siguiente ambos hombres estaban colgados en el pórtico de la escuela aparentemente torturados con un mensaje en su pecho que decía "¿y ahora me creerás?"

Uke sensei (Yaoi/Gay) [Lenta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora