Amnesia

Capitulo 20: "Y el sol apareció"

Admito que cerré los ojos, al cerrar la puerta detrás de mí, menos mal que mi vestido blanco no se quedó atrancado en la puerta, eso hubiera arruinado las cosas como quisiera que pasaran. Abrí los ojos lentamente, miré hacía abajo y después a todos. Me miraron serios y después su mirada fue cambiando, con bocas abiertas y ojos como platos mojados. Sanji estaba con una mano en el bolsillo, y con la otra moviendo un sartén me miró y su rostro cambió a uno sorprendido, como ver un fantasma.

Quise hablar pero la verdad nunca pensé en que decir, miré hacía un lado sonrojada y con los ojos llorosos, supe que decir, al momento de recordar lo bueno que habían sido todos conmigo y sus sacrificios, con el labio temblando y las lágrimas corriendo por mis mejillas, bajé de mi cintura para arriba diciendo una cosa.

-¡Gracias! -dije con mi nariz mocosa y mi cara empaparse a niveles drásticos, levanté la vista aún llorando.

-¡Akane! -gritaron todos, Luffy se paró de su asiento y saltó sobre la mesa hasta llegar a mí y abrazándome tan fuerte que ambos caímos.

-¡Nunca hagas eso de nuevo, idiota! -dijo en mi oído y llorando, puso más fuerza en el abrazo.

-Perdón.-dije sonriendo con una lágrima saliendo de mi ojo izquierdo, tomé el brazo de Luffy.

Todos a excepción de Sanji, Zoro y Robin salieron disparados hacía mí y me ayudaron a levantarme con cuidado, mientras las  lágrimas no eran algo raro. -¡Eres idiota, nos asustaste! -dijo Usopp mocoso y limpiándose la cara.

-¡Estás bien!- gritó Nami y se acurrucó mi pecho llorando. -No te vuelvas a desmayar, por favor.

Fuimos cargados por Franky que nos abrazaba a todos. -¡Esto es tan emocional, no puedo ayudar más que llorando! -dijo con notables sollozos.

-Los milagros si que existen ¿verdad? -dijo Brook actuando tan calmado pero un poco emotivo.

-¡Quitense, pueden lastimar su espalda! -gritó Chopper haciendo que todos se quitaran rápido asustados, entonces saltó hacía mí. -¡Mentira! Akane es toda mía. -dijo abrazándome.

-Oye Chopper, eso no fue justo. -dijo Luffy empujándolo pero este se negaba.

Miré tierna a todos como se sentían destrozados y al entrar a la puerta, me convertí en el pegamento, alzé la vista mirando como Robin se cubría la boca con las manos y se dejó caer de rodillas. La saludé con la mano y ésta corrió hacía mí.

-¡Chosha-san! -gritó y me tomó como si no hubiera un mañana, me miró y empezó a llorar y me abrazó. -¡Gracias a dios estás bien!

Le correspondí el abrazo mirando hacía abajo, entonces miré a la cocina y salió un Zoro con un Sanji aferrado a su brazo.

-¡Oigan todos! Creo que Sanji quiere decir algo. -dijo un sonriente Zoro.

Sanji estaba con la cabeza baja y susurró algo, mi corazón temblaba y entonces el rubio alzó la vista con una cara roja tratando de no llorar entonces se desmayó.

-Cielos, este hombre. -dijo Zoro con una ceja alzada. Los hombres corrieron a llevar a Sanji a que se siente en la mesa y Zoro se encaminó hacía mí. -Tú, vas a pagar por hacerme sufrir ¿Me oíste? -asentí sonriendo y éste me cargó aún en pie abrazándome.

-¡Traeré una silla! -dijo Robin usando su habilidad para traer la silla hasta la cubierta de el barco. -Siéntese Akane-san. -dijo.

Me senté y me sentí menos agotada, aún estaba algo cansada por caminar y quedar parada, miré como Nami me traía un pie que se veía delicioso, me pidió que comiera para recuperárme. Me sentí mejor, Chopper trajo sus cosas de práctica y me checó la presión, el corazón y masajeó mi espalda.