p r o l o g u e

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Las calles oscuras de Seobyeonro, mostraban la figura débil y alicaída de un estudiante. El alumbrado público brindaba poca luminosidad, pero eso a Yoongi no parecía importarle, le daba igual si estas se apagaban y terminaban obligándolo a caminar en plena oscuridad.

Qué más daba ya, si este día había sido del asco, nada podría sorprenderle.

—¡Maldición! —gruñó sobre la avenida solitaria, al sentir una gota que cayó sobre su cabeza avisando que la lluvia estaba aproximándose y él estaba desprotegido ante esta. Yoongi bufó irritado pues su día iba de mal a peor y no había nada que detenga las calamidades con el pasar de las horas.

¿Algo más podría pasarle este día?

Perdió su maleta, celular y billetera, si a eso le sumamos el hecho de que se encontraba perdido tratando de lograr llegar a casa caminando ya que el transporte público decidió no esperar por él, podríamos asegurar que este día fue horroroso para el muchacho.

Yoongi se sentía agotado física y emocionalmente. Un golpe de identidad había chocado con su vida, al darse cuenta de que ya no faltaba casi nada para que terminara la secundaria.

"¿Qué hago yo aquí?"

Se cuestionaba cada día al tener que amanecerse para ir al instituto, al madrugar estudiando para que sus notas no sean tan mediocres como sus padres esperaban y al verse rodeado de sus compañeros que parecían al menos tener un proyecto de vida, la cual Yoongi, no tenía.

"¿Cuál es el sentido de mi vida?"

Yoongi no podía responder ese cuestionamiento por sí solo. Él quería que su vida tenga un sentido distinto al resto, Yoongi no quería pasarse años estudiando una carrera e invirtiendo tiempo y esfuerzo que al final no serían remunerados como se debía. Los trabajos más pagados eran dependiendo de la universidad en la que te graduabas y los años que pasaste invirtiendo para tu educación. Quien tenía altas notas salía adelante y quien dormía menos triunfaría, era así como funcionaba un proyecto de vida en su alrededor, pero Yoongi tenía en claro que no deseaba ese martirio para su vida.

Él deseaba que su vida sea empujada por una motivación grande, por algo que nazca netamente de él y no de una sociedad en la que te dicen que pensar por tu propia cuenta te lleva al barranco. El problema era que Yoongi no tenía aún esa "motivación", no conocía algo que funcione como apoyo para avanzar, no sabía cómo seguir sin la rutina y pensar en su futuro se había convertido en una carga y una muy pesada.

Los minutos caminando bajo la lluvia mientras su mente se cuestionaba las razones de su propia existencia hicieron que el pelinegro no se percatara de que ya estaba cerca de llegar a su cálido hogar, pues sus pasos lo condujeron de regreso a casa mientras que su mente no reparaba en el panorama.

Levantó la mirada para ver si alguna luz de su casa estaba encendida, si era así, sus padres ya habían llegado, pero se topó con una sorpresa. La silueta de una persona a espaldas llegó a su mirada. Yoongi frunció el ceño intrigado.

—¿Disculpe? —Yoongi preguntó al subir por el portal de su casa. La jovencita que esperaba ahí dio un salto al ser sorprendida por la voz de su viejo amigo, Yoongi confundido observó el rostro de la castaña cuando esta giró a verlo, pero sus ojos de inmediato se posaron a lo que ella llevaba en brazos. Un bebé.

—¿N-No me recuerdas?

—¿Minhee? —Yoongi no podía creerlo, ¿Era ella? ¿Realmente es ella? ¡Claro que era ella! Esos ojos jamás podrían confundirlos, incluso si estaban acompañados de ojeras, pero el toque de estos estaba apagado y su figura estaba más delgada, ¿Qué fue lo que sucedió con ella? ¿Por qué esta aquí? ¿El bebé es suyo?

Stand By Me » Yoongi, BTS [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora