Capítulo 2

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Como siempre, Yoongi lograba superar la semana de los exámenes finales exitosamente, pero aquello no quita que el pelinegro terminara hecho polvillo sin nada de energías, bueno, Young Saeng era el chute de energía que Yoongi siempre necesitaba para cualquier ocasión o para superar cualquier circunstancia. En pocas palabras, Young Saeng era su medicina. Y como después del sufrimiento que fue pasar por los exámenes finales, Yoongi decidió disfrutar las dos semanas de descanso que tendría, y pues claro, que mejor forma de disfrutarlas que junto al pequeño. Es por eso que el mismo sábado, al día siguiente de culminar con los exámenes, planearon ir al festival de la plaza central, al cual Young Saeng ansiaba con mucha emoción ir.

—¿Listo? —Yoongi le cuestiona al pequeño antes de abandonar el lugar. El pequeño sin titubear responde con un grito emocionado con una sonrisa tan amplia que muestra por completo sus dientes pequeños.

Parece que el pequeño logra recordar algo, antes de dar algunos pasos, y para cuando recuerda qué es lo que estaba olvidando, pega un grito, y no emocionado. —¡Espela, papá! —Yoongi observa a su hijo preocupado en medio del pasillo que lo dirige hacia la puerta de entrada.

—¿Se te olvida algo? —Yoongi no recibe respuesta, pues su hijo se ha ido corriendo lo más rápido que sus pequeñas piernas le pueden permitir y desde su habitación le responde.

—¡Me falta Toby, papá! —Yoongi suelta una sonrisa, mientras que su pequeño aparece frente a él trotando. —Él también quiere ir.

—Bienvenido, Toby. —suelta Yoongi. El pequeño acomoda entre la abrazadera de la maleta que carga en su espalda a su peluche y para cuando sienta que Toby está muy bien sujetado suelta un suspiro agotado.

—Ahora, sí. ¡Estamos listos! —vuelve a pegar un brinco emocionado y toma la mano de su papá, dirigiéndolo hacia la puerta para pasar las mejores horas de la semana en el festival.

🍃

Al llegar, Young Saeng caminaba observando todo a su alrededor soltando a cada instante un "woah" encantado. Era un festival para niños dónde había globos de todos los colores y formas, marionetas, juegos y dulces, todo para la diversión de los pequeños. Era el sueño de muchos niños estar aquí.

—Papi, ¿Podemos subilnos a todos los juegos? —Yoongi puede ver como los ojos de su hijo lo miran lleno de estrellas en sus pupilas y no puede evitar sonreír por ello, dejando de lado lo tenso que le ponían las multitudes, pues si bien no había mucha gente aún, sabía que el lugar sería un colapso total en unas cuantas horas, pero lo primordial era la felicidad de su hijo, así que su incomodidad podía pasar a segundo plano si Young Saeng seguía sonriendo emocionado.

—Si nos da tiempo supongo que sí. —se encogió de hombros. —¿Ya quieres subirte a alguno?

—¡A todos!

A Yoongi le toca elegir a que juego deberían ir primero porque Young Saeng de la emoción no era capaz de elegir alguno. Como llegaron temprano no tuvieron que esperar mucho en las filas para disfrutar de los juegos, por lo que cuando llegó la hora de la comida el pequeño ya se había subido a la mayoría. En varios Yoongi se subió con él y en otros Young Saeng se subió solo como todo "niño ya grande" que se autoproclamaba.

Ambas personitas, Yoongi y Young Saeng, caminaban tomados de las manos sintiendo explotar por lo mucho que habían tenido en el almuerzo. Aún quedaban juegos por subir, pero Yoongi deseaba encontrar un lugar cerca en donde poder sentarse pues ya había mucha gente y todo estaba más que repleto. Siguieron caminando hasta que el pequeño siente como de un tirón, poco amable, le arrebatan a su conejo de peluche, lo que hace que en un instante y super rápido, el pequeño suelte la mano de su padre para correr detrás del niño que ahora carga a su amado Toby, alejándose en dirección contraria a Yoongi, quién al no sentir la manita de su pequeño, comienza a buscarlo histérico corriendo detrás de él, tratando de no perderlo de vista, pero aquello fue inevitable debido a la multitud. Terminó gritando el nombre de su hijo desesperado. Los nervios llegaron a traicionarlo y en un momento se encontró con muchas ideas como avisar a la seguridad, correr en contra de todos para encontrarlo o simplemente esperar a que lo llamaran comunicándole que encontraron al pequeño pues él conocía de memoria el número de su padre, aunque en ocasiones fallaba en los últimos tres dígitos; sin embargo, los nervios hicieron que Yoongi se quedara estático sin saber que hacer. Era la primera vez que Young Saeng se perdía y el alma estaba dejando su cuerpo.

Stand By Me » Yoongi, BTS [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora