Capítulo 1

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No hay nada más lindo que despertar con calma, arreglarse para la universidad y desayunar tranquilamente, sin embargo, para suerte de Min Yoongi, él nunca lograba tener una mañana tranquila. Siempre despertaba con prisa porque no solo tenía que estar listo él, su pequeño Young Saeng de apenas cuatro años, también tenía que estar listo para el preescolar, y por más que se levantará temprano nunca lograba tener una mañana tranquila, pero sus mañanas así de ajetreadas eran las mejores. Todo gracias al pequeño que ahora corría desnudo por la sala para evitar ser atrapado por su joven padre.

—¡Min Young Saeng! ¡Ya te dije que no corras desnudo! —reprocha el pelinegro siguiendo a correteos al pequeño que seguía soltando carcajadas limpias ya que se sentía más veloz que su papá.

Definitivamente, atraparlo para que se bañe era la parte más difícil de la mañana para Yoongi.

—¡Noo! ¡No quielo bañalme!

—¡Enano! ¡Tienes que bañarte! —En pleno correteo matutino, el pequeño tropieza con un juguete y Yoongi aprovecha para sujetarlo rápidamente, cargándolo en su hombro para llevarlo directo a la ducha. —Enano... —Yoongi suspira agotado mientras que su pequeño sabe que una vez más ha perdido la batalla y deja de luchar para que Yoongi empiece a rociarle agua por su diminuto cuerpo. —...¿No te cansas de hacer esto todas las mañanas?

Porque yo sí. Yoongi, piensa.

—¡Clalo que no! —sonríe ampliamente. —¡Es muy diveltido! ¡Y un día yo ganalé! ¡Y no me duchalé!

Bueno, está claro que la guerra continuará. Yoongi no puede evitar reírse por la actitud de su hijo. Toma el jabón mientras que Young Saeng toma su patito de baño para apretujarlo entre sus manitas.

—Sigues sin poder pronunciar la "r"

—Ay no, papi, esa leta es muuuy difícil. —el pequeño expresa mostrándole a su padre una mueca de disgusto arrugando la nariz.

—Por lo menos puedes con las demás letras, pero... ¿me prometes que te esforzaras para pronunciar la "r"?

—Sí, papi. Te lo plometo. —extiende su meñique para sellar la promesa y Yoongi sonríe dándole un beso en la frente para cerrar con la promesa.

—¿También me prometes no pelear para bañarte?

—¡Nope! —se burla de su papá, mostrándole la lengua, logrando que ambos suelten carcajadas a la par.

Después de bañar y vestir a Young Saeng, Yoongi se bañó lo más rápido que pudo para desayunar con su hijo, pero cuando terminó de vestirse, el pequeño ya estaba saboreando lo último de su cereal, pues Yoongi siempre dejaba las cajas de cereales en la parte más baja del estante en la cocina por si es que alguna vez tardaba.

—¿Otra vez no me esperas para desayunar?

—Otla vez te taldaste mucho y ya es talde.

Mira la hora en su celular y sale corriendo a su habitación por sus cosas para después ir a la del niño por las suyas. Cuando las tuvo fue directamente hacia la puerta, en donde ya lo esperaba su hijo. Agarró sus llaves y ambos salen corriendo en dirección al elevador, encontrándose con su vecina, la señora Henderson, una anciana de 63 años quién ayudó muchas veces a Yoongi con el cuidado del pequeño Young Saeng cuando su mejor amigo no podía o en ocasiones especiales, como por ejemplo la primera vez que el pequeño tuvo una fiebre y él acudió a ella en busca de ayuda. Yoongi no podía estar más agradecido de tenerla como vecina, siempre estará agradecido con aquella señora.

—¿Van tarde otra vez, mis niños? —cuestiona recibiendo una mirada de Yoongi que luego dirige hacia el pequeño. —No quisiste ducharte otra vez, ¿cierto? —revuelve el cabello del pequeño mientras que él sonreía por su travesura.

Stand By Me » Yoongi, BTS [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora