Los asientos en el Cine

1 0 0
                                    


Llegamos al cine y vemos que aún queda un buen rato para que toque entrar a la sala. Llevamos un tiempo haciendo el tonto y paseando por el centro, hablando de nuestras cosas y conociéndonos un poco mejor. De hecho, en el McDonald's, mientras merendábamos, me ha enseñado una foto suya de cuando era pequeño. Tengo que admitir que ha cambiado una barbaridad, pero que aunque él lo niegue, también estaba bastante mono.

Nos esperamos un rato a que se haga la hora y nos subimos a los sofás que hay en la parte de arriba de los cines ABC Park... Nos sentamos uno al lado del otro y empieza la charla. David además también está pendiente de ver si encuentra a sus padres y ciertos amigos familiares, porque por lo visto van a la misma sala y película que nosotros y el muy listo les ha dicho que iba con una amiga suya de toda la vida la cual no se parece en nada a mi físicamente por lo que él me cuenta. Le veo incluso nervioso. Me gustaría saber qué pasaría si le pillasen conmigo, ya que lleva una temporada ocultándome a sus padres, de la cual cosa no me quejo.

Aun así, eso no impide que tengamos una conversación, bastante dura por mi parte tengo que decir. Es verdad que me interesa conocerle, es verdad que me resulta agradable hablar con él, pero cada vez me conformo menos con esos besos de 'hola' y 'adiós'. Me tengo que morder mucho el labio para no besarle, no quiero fastidiar nada, ni parecer que solo busco el liarme con él. Me cuesta un poco dar el paso de darle un beso. Hoy me va a costar contenerme la verdad. ¿Estará él igual que yo? (Más adelante me entere de que sí ;) y que estaba incluso peor que yo)

Además, estamos costado con costado, sentados al lado, sin ninguna barrera ni ningún impedimento para tocarnos. Y sin embargo ahí nos tienes, como dos tontos deseando besarse y solo sonriéndose como si eso nos calmase. Que cruel es el destino que no me dio la fuerza o la valentía para acercarme a él y robarle un beso, porque de haberlo hecho habría sido correspondido y en vez que haber tenido una conversación tonta la cual nos la pasamos mirándonos los labios y conteniéndonos las ganas, nos la habríamos pasado disfrutando de dichos labios y dejándonos llevar como tocaba.

Y en cuanto me doy cuenta, que podría haber una posibilidad de beso, llega la hora de entrar a la sala y nos tenemos que levantar para ir a la cola. Voy detrás de él, mordiéndome el labio. Puedo prometer que esto no se va a quedar así. Quiero tener otro beso más, aparte del que nos hemos dado como saludo y no me puedo quedar con las ganas más.

WloDfgF48d

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 03, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

18.04Donde viven las historias. Descúbrelo ahora