Con mi voz normal, no la de predicador, digo, manteniendo al máximo la calma:
-Te lo digo por experiencia, lo peor que puedes hacer es mirar hacia abajo.
Muy lentamente, vuelve la cabeza hacia mí. Conozco a la chica, o al menos la conozco de verla por los pasillos. Abre un poco los ojos al ver que estoy aquí y, por mucho que me gustaría pensar que lo hace porque soy guapísimo, sé que no es así.No puedo resistirme.
-¿Vienes mucho por aquí? Porque digamos que este lugar es mío y no recuerdo haberte visto nunca.
Ni ríe ni pestañea, sino que se limita a mirarme desde detrás de unas gafas anticuadas que le ocultan casi toda la cara. Intenta dar un paso hacia atrás y su pie impacta contra el muro. Se tambalea un poco y antes de que caiga presa del pánico, digo.
-No sé que te ha traido aquí arriba, pero, a mi parecer, la ciudad se ve más bonita y la gente más agradable, incluso las peores personas parecen agradables. A excepción de Gabe Romero, Amanda Monk y toda esa gente con la que vas.
Se llama Jessie nosequé. Es una animadora muy popular, una de esas chicas con las que jamás pensarías tropezarte en una cornisa a seis pisos de altura. Detrás de esas gafas tan feas, es bonita, parece casi una muñeca de porcelana. Ojos grandes, una cara dulce en forma de corazón, una boca que ansía esbozar una sonrisilla perfecta. Es una chica que sale con tipos como Ryan Cross, la estrella de Béisbol, y se sienta con Amanda Monk y otras abejas reina a la hora de comer.-Pero, afrontémoslo, no hemos subido hasta aquí para disfrutar de la vista. Te llamas Jessie, ¿no?
Pestañea una vez, y lo tomo como un sí.
-Louis Thompson. Creo que el año pasado estuvimos juntos en álgebra.Pestañea de nuevo.
-Odio las matemáticas, pero no es por eso que estoy aquí. Lo digo sin ánimos de ofender, si es por eso que estás aquí arriba. Lo más probable es que seas mejor en matemáticas que yo, porque casi todo el mundo es mejor que yo en matemáticas, pero tranquila, no pasa nada, ya que destaco en cosas más importantes, como en la guitarra, en el sexo y en decepcionar constantemente a mí padre, por nombrar solo algunas. Por cierto, por lo visto eso que cuentan de que nunca acabas utilizándolas en el mundo real es verdad. Las matemáticas, me refiero.
Sigo hablando, pero me doy cuenta de que estoy quedándome sin fuerzas. En primer lugar, necesito mear y, por lo tanto, no son solo mis palabras las que vibran. *Nota para mí mismo:antes de intentar suicidarte, recuerda hechar la meadilla*. En sugundo lugar, empieza a llover, razón por la cual, con la temperatura que tenemos, acabará en convirtiéndose en aguanieve antes de que alcance el suelo.
-Empieza a llover-digo, como si ella no lo viese-.
Supongo que luego dirían que la lluvia arrastrará la sangre, que nos dejará hechos un amasijo menos complicado de retirar. Lo que me preocupa, no obstante, es eso del amasijo. No soy un engreído, pero soy humano, y no sé tú, pero a mí en el funeral no me apetece dar la impresión de haber pasado por la trituradora.
Está tiritando o temblando, no lo sé muy bien, de modo que voy aproximándome a ella centímetro a centímetro, con la esperanza de no caer antes de llegar allí, porque lo último que deseo es quedar como imbécil delante de esta chica.-He dejado claro que quiero que me incineren, pero a mi madre no le va.
Y mi padre hará lo que ella diga para no disgustarla más de lo que ya esté, y además está lo de «Eres demasiado joven para pensar en esas cosas, ya sabes que la abuela Thompson vivió hasta los noventa y ocho. No tenemos por qué hablar de eso ahora, Louis, no preocupes a tu madre».-De manera que me podrán en un ataúd abierto, lo que significa que, si salto, no estaré nada guapo. Además, me gusta mí cara así, intacta:Dos ojos, una nariz, todos los dientes, un detalle que, si quieres que te sea sincero, es uno de mis mejores rasgos.
Le sonrío para que vea a qué me refiero. Todo donde debe estar, al menos exteriormente.
Viendo que no dice nada, sigo aproximándome muy despacio sin dejar de hablar.-Sobre todo, me sabe mal por el tipo de las pompas fúnebres. Vaya trabajo de mierda, y encima tener que ocuparse de un tarado como yo.
Alguien grita desde abajo.
-¿Jessie? ¿Es Jessie la que está allá arriba?
-Oh, dios mío- dice ella, tan bajito que apenas la oigo-. Oh dios míoooh dios míooh dios míoh.El viento le levanta la falda y le alborota el cabello. Para que vaya a salir volando.
Abajo se oye un murmuro y grito:
-¡No intentes salvarme! ¡Solo conseguirás matarte!-Y entonces añado,muy bajito, dirigiéndome solo a ella-. Mira vamos a hacer lo siguiente. -Quiero que lances los zapatos hacia donde está la campana y que luego te sujetes a la barandilla, simplemente que te agarres a ella, y cuando hayas hecho eso, que te apoyes bien y levantes el pie derecho para pasarlo por encima del murete. ¿Entendido?
-Entendido-dice, moviendo la cabeza en un gesto de asentimiento que casi le hace perder el equilibrio.-No muevas la cabeza.
-Entendido.
-Y hagas lo que hagas, no te equivoques de dirección y des un paso adelante en vez de darlo hacia atrás. Contaré hasta tres ¿Entendido?
-Entendido.
Arroja las botas en dirección a la campana y caen sobre el hormigón con un ruido sordo.
-Una. Dos. Tres.------------------------------------
//Trataré de subir un capítulo día por día para que esto no se haga tan largo//
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Jessie and Louis
Teen FictionAdaptación. "DOS MUNDOS COMPLETAMENTE DISTINTOS". Esta es la historia de una chica que aprende a vivir, y de un chico que pretende morir; de dos jóvenes que se encuentran y dejan de contar los días para comenzar a vivirlos, ambos se complementan, s...