Como pasaba cada vez que un pequeño rayo de felicidad aparecía en mi vida, mi padre tenía que arruinarlo todo. Estábamos cenando como un día cualquiera cuando mi padre llegó a casa. Se veía estresado y molesto por algo que había pasado en su trabajo. Grace le trajo de inmediato su plato de comida. Intenté comer lo más rápido posible, ya que siempre que llegaba de ese humor yo terminaba pagando su enojo. Él no paso desapercibido mi nerviosismo.
-Harry- me llamó- ¿como te va en clases?
-B-bien...- miré mi plato fijamente y él chasqueó la lengua
-Sabes que no me gusta que me mientan!- rugió- tus profesores de matemática y química han dicho que estas muy distraído desde hace días
-Y-yo...- ¿qué le decía? ¿qué no podía pensar en otra cosa que no fuera Louis?
-Deja de tartamudear como un imbécil! Te he enseñado a hablar como un hombre como para que estés portándote como un chiquillo- yo asentí- Ahora quiero que me digas que te tiene tan distraído
-P-pues...- me aclaré la garganta para dejar de tartamudear- he estado ocupado estudiando para otras materias. Tengo un examen importante en literatura y Louis me esta enseñando piezas complejas que debo practicar...
-¿Louis?
-El señor Tomlinson, el profesor de piano de Harry- le explicó mi madre
-Ah si... Ustedes se llevan muy bien, ¿no?- entrecerró los ojos y juraba que podía leer mi mente
-Un poco...- admití
-¿Un poco? Se ven muy cariñosos el uno con el otro- dijo apretando los puños sobre la mesa- yo no quiero maricas en esta casa, ¿te queda claro?
-S-si...- dije nervioso viendo hacia otro lado
-Joder que ya me tienes harto con tu estúpido tartamudeo!- dio un golpe a la mesa y yo me encogí en mi puesto- No eres más que un inútil, una decepción. ¡No haces más que ir por ahí comportándote como un niño estúpido! Eres un Styles y nosotros no somos estúpidos, somos los dueños del mundo, así que tienes que empezar a comportarte como tal.
Se levantó, giró mi silla y se inclinó hacia mí. Yo solo podía temblar en mi silla. No quería que nada pasara esta vez, así que me quedé callado. Él se me quedó viendo durante un rato largo, luego una sonrisa que nada me gustaba se expandió por su rostro. Sabía que nada bueno vendría luego de esa sonrisa.
-Las clases de piano te distraen demasiado, así que ya no necesitaremos a... Louis. Desde mañana estará despedido. Le tienes mucho aprecio y eso no es normal de un alumno...
-¡No!
El gritó salió de mi boca antes de que pudiese detenerlo. Vi en sus ojos arder la llama de la rabia y me encogí de miedo. Me mataría. Nunca le había levantado la voz, pero el miedo de perder a Louis era mayor que el miedo que le tenia a mi padre. Todo pasó en cámara lenta para mi. Vi el brazo de mi padre levantarse y su mano viajar con toda la fuerza que tenia hacia mi cara. En cuanto su palma chocó con mi mejilla, mi cara se volteó hacia el otro lado y las lágrimas brotaron de mis ojos. Dolía mucho. Sentía mi mejilla ardiendo y ahora la cabeza estaba a punto de explotar. Miré suplicante a mi madre, pero ella solo desvío la mirada.
-Querido... sabes que Harry necesita aprender a tocar el piano. Es necesario que toqué algún instrumento para que su curriculum sea perfecto y los dos sabemos que no puede tocar ningún otro- dijo tranquilamente mi madre. Mi padre gruñó.
-Entonces le conseguiré otro profesor- se quejó
-El señor Tomlinson hará que Harry sea más importante, lo sabes, ya lo hemos hablado.
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El Pianista
RandomHarry Styles un joven que viene de una familia conservadora, muy exigente en cuanto al comportamiento del rizado. Debía ser todo un ejemplo de "un caballero sin armadura", pero a pesar de todos sus esfuerzos, de ser alguien carismático y encantador...