Introducción. Nightmare again

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-Ah!!! No, no, no por favor...

Uy, solo fue un sueño menos mal.

Mi madre abrió la puerta de mi habitación.

-April, venga que hoy tienes clase ven a desayunar.

-Voy mama.

La verdad es que hoy no me apetece ir a clase... pero, supongo que no me queda otra opción, habrá que ir.

Algunos os preguntareis quien soy, me llamo April y soy la protagonista de mi historia, una chica como otra cualquiera, con su familia, amigos y sus problemas, lo normal.

-Venga April baja las alas y desayuna.

-Si ...

Las alas son mis compañeras de vida, alas reales, no son ninguna metáfora o algo similar, son verdaderas, sé que no es algo fácil de creer, pero es lo que hay, no me queda otra.

Bien yo nací hace unos 16 años en un hospital sin ninguna enfermedad aparente, aunque mis huesos pesaban menos de lo normal, pero al parecer eso no era problema, al nacer no tenía alas ni nada raro hasta que pasaron unos meses, empezaron a crecerme unos bultos en la espalda hasta que comenzaron a salir unas plumas similares a las de un pájaro.

Mis padres asustados decidieron llevarme a un médico de confianza, estaba tan sorprendido que decidió hacerme unas pruebas para ver cómo podía ser eso posible. Después de unas horas comenzó a hacerme una gran cantidad de pruebas en secreto para no llamar la atención, el médico me diagnosticó una mutación genética que me proporcionaba dos alas en la espalda proporcionales a todo mi cuerpo, los bultos de la espalda, según el doctor, serian dos alas imposibles de amputar y como no, el medico tenía razón. Pasaron los años, esos bultos se convirtieron en dos bonitas alas capaces de levantarme del suelo y echar a volar (ahora mismo la parte más arriba de mis alas cuando están sin desplegar me llega sobre el cuello y el final casi a las rodillas) pero tranquilos cuando era pequeña no me ponía a volar por la casa, me costó aprender a controlarlas varios años, pero algo que si hacia involuntariamente era comprimir mis alas para que fueran más pequeñas. Y así viví hasta ahora, compactando mis alas para que no se notaran por la calle, mi madre siempre tenía mucho miedo a que me encontraran y me cogieran para investigarme por ser "diferente" así que, tuve que ocultarlas cada vez que saliera de casa.

Cuando llegue a una cierta edad conseguí controlar mis alas y podía volar perfectamente, sinceramente cada vez que volaba el corazón se me agitaba, me sentía libre, no había nada que me hiciera sentir de esa manera. Mi padre me llevaba a bosques donde no había nadie para poder volar y ser feliz.

Algo que siempre me molestaba era no poder decirles a mis amigos la verdad y tener que mentir para estar a salvo, a pesar de esto, no todo era negativo, a parte de no poder ir a la piscina o ponerme camisetas ajustadas, mis alas en verano las utilizaba como abanico y en invierno me calentaban así que tenían una utilidad interesante.

Volviendo al día de hoy, esta mañana como muchas otras, tenía la misma pesadilla:

En ella me raptan, me separan de mi familia y empiezan a investigar conmigo mientras lloro y suplico.

-Mama... he vuelto a tener la misma pesadilla de siempre.

-Mmm... bueno -dijo suspirando y acercándose a mí- mira April, si te sigues encubriendo como ahora no tiene por qué pasar nada, ¿vale?

-Claro mama, seguro que no pasa nada.

Me levanté y la abracé con todas mis fuerzas mientras cierto terror recorría mi cuerpo.

-Venga April que vas a llegar tarde, vístete.

-Voy.

Me pongo unas mallas negras, una camiseta blanca y encima una sudadera azul oscuro... Me lavo la cara y termino de prepararme. Me miro en el espejo y pienso.

Hoy va a ser un gran día, tengo los deberes hechos, la habitación recogida y un trabajo terminado, hoy nada arruinará mi día, ni si quiera una pesadilla.

Fly with your wingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora