-Adiós mama, ya me voy a clase. -dije con energía.
-Muy bien cariño, pásatelo bien y ten cuidado, ¿vale?
-Sí, si como siempre.
Salgo de mi piso con una sonrisa, al salir a la calle me fijo que hace un día estupendo había nubecillas blanquecinas y un sol típico de la primavera. Cruzo por el paso de cebra y comienzo a caminar por la calle que me lleva hasta mi instituto, las flores estaban abiertas y había colores por doquier. En frente del instituto veo a Ela que me está esperando como siempre.
Ela es una de mis mejores amigas de toda la vida una chica alegre, amable y muy energética. Sus ojos tienen un precioso tono verde y su cabello es castaño oscuro con algún rizo que otro, la conozco desde la guardería y siempre nos hemos llevado muy bien. Ela siempre me guarda los secretos y me apoya, pero las alas es un secreto tan duro que ni a ella puedo decírselo.
-¡Hola Ela!
-Hola, ¿qué tal estas? Te veo con mucha energía hoy.
-Vaya, ¿tanto se me nota?
-Conociéndote, un poco -dijo riéndose- venga anda que está a punto de tocar el timbre.
Entramos en el instituto y subimos las escaleras de camino a nuestra clase.
- ¿Que toca ahora? –dije.
-Mmm... creo que toca Literatura.
-Jo pues no tengo ganas ninguna de literatura con la profesora que tenemos. -dije mientras toda la energía de esta mañana se esfumaba.
Entramos en clase y ya estaban casi todos dentro, las chicas del grupo de... "las populares" cuchichean como de costumbre, cuando Ela me dice en bajo:
-Estas cacarean más que las gallinas, adivina que estarán contando ahora.
-De nosotras fijo –dije mientras me reía- nos quieren tanto que no salimos de su mente.
Dejamos las mochilas en nuestros asientos y vamos a saludar a los demás:
-Hola. -decimos a la vez.
-Hola chicas. -dijo Kira-. ¿Habéis hecho los deberes?
-Uf... no me lo recuerdes. -dijo Joshua todo agotado.
Joshua y Kira son mellizos, son muy parecidos físicamente pero psicológicamente son totalmente distintos. Los dos tienen los ojos ámbar y el pelo castaño claro, Joshua es bastante más alto que Kira, mientras nosotras tres rondamos el 1.65m, Joshua mide 1.80m más o menos. Él saca buenas notas, no se estresa fácilmente y vive la vida al momento, su personalidad es muy atractiva y tierna, algo misterioso al principio, pero cuando coge confianza es más abierto, pero tampoco mucho. Kira por otra parte, también saca buenas notas, pero a diferencia de su hermano se estresa con todo y muy fácilmente, y personalmente es la persona más amable e increíble que he conocido nunca.
Joshua, Kira, junto a Ela, son mis mejores amigos y con los que llevo desde que tengo memoria.
Mientras hablábamos de nuestras cosas se escucha desde el otro lado de la clase:
-Vaya Ela, veo que has podido venir a clase a pesar de que tu madre ha perdido el trabajo, se lo merecía, hay que tener cierto nivel para trabajar en una tienda de ropa –dijo mientras se reía.
-Oye porque no te metes en tus asuntos Lía -dije defendiendo a Ela.
-Vaya April que raro que tu no la defendieras...
-Se llama amistad espero que algún día sepas lo que es eso, aunque lo dudo mucho.
Se acercó a mí, cuando de repente:
-Venga chicos a vuestros asientos que hoy vamos a dar la Ilustración.
Me senté en mi sitio con toda la tranquilidad del mundo mientras la miraba con descaro. Estuve toda la hora atendiendo y dibujando de vez cuando, se me paso bastante deprisa para variar.
Al terminar la clase Lia me seguía mirando con ganas de que me muriera, pero me daba bastante igual, la que se enfada es ella, no yo.
Paso el tiempo y cada vez me miraba peor, yo creo que estaba planeando cualquier cosa para hacerme algo a mí o a mis amigos hasta que en unos de los cambios:
-Pero vamos a ver, ¿a ti que te pasa? ¿Tienes algún problema conmigo o ya estas cansada de intentar explotarme la cabeza telequineticamente? –dije, tenía miedo de que pudiera hacerle medio a Ela.
-Y a ti que más te da, ¿tanto te molesta? Simplemente te miro porque me das mucha pena. -Respondió Lía con decisión.
-Yo creo que deberías aprender que es eso de "dar pena", al fin y al cabo, no eres capaz de darte cuenta que tu vida es una mentira y que, a pesar de ser tan popular, todo el mundo habla mal a tus espaldas porque eres una pobre desgraciada que no se acepta a sí misma.
-A-a-a Uf... ¿sabes qué? Vete a la mierda. -dijo sin palabras.
Comenzó la clase de educación física, todos bajamos las escaleras y ya para colmo el profesor nos manda hacer una prueba de resistencia de atletismo, para saber cuánto podemos aguantar.
Calentamos como de costumbre y estiramos para no tener agujetas al día siguiente.
-April, es impresionante como has respondido a Lía, pero ¿no crees que te la estás jugando mucho? Por favor no quiero que te haga nada, como te haga algo yo también moveré ficha. -me dijo Joshua.
-Puede que me esté pasando un poco, pero lo que está haciendo es horrible y no se lo permito. Gracias por preocuparte por mí, siempre estás ahí, eres lo mejor que tengo. -le dije abrazándole.
Me dio un abrazo cálido con un fuerte sentimiento de protección.
-Tu tranquila si pasa algo me avisas sabes que siempre estaré ahí para ti. -dijo sonriendo.
-Claro, no te preocupes ya sé que siempre puedo contar contigo y tú sabes que también puedes contar conmigo.
Empezamos a correr, al llevar ya varias vueltas hechas, me di cuenta de que Lía había agredido a Ela, la miro en el suelo con lágrimas en los ojos mientras sus manos están apretando su tobillo, había ido demasiado lejos, me fijo en Lía, y veo como sonríe al mismo tiempo en que me mira.
Tanto odio tenía guardado en mí que, al ver esa escena, no aguante más, extendí mis alas, rompí la espalda de la camiseta, eche a volar bajo a gran velocidad hasta que me freno en seco delante de Lía y cubro a Ela con mi ala derecha. Lía estaba en shock, la miraba fijamente a los ojos a una distancia bastante corta.
-No te vuelvas a acercar a Ela o a cualquiera de mis seres queridos, ¿has entendido? –le susurré sin levantar la mirada de sus ojos.
Pasaron dos segundos y me di cuenta del tremendo error que acababa de cometer.
He desplegado mis alas delante de personas
-Lo siento me tengo que ir. -dije mientras comprimía las alas y echaba a correr.
Cogí mi mochila con la cabeza baja mientras todos me miraban, no fui capaz de reconocer a nadie, no quería hablar con nadie.
Salí del recinto y como ya era última hora no me dijeron nada.
Mire al cielo en shock con la mirada perdida, pensaba como iba a superar esto.
-Al final no ha sido un día tan bueno como yo esperaba. –dije mientras sonreía sin fuerza y me resbalaba una lágrima.
*14:00*
Solo un día lo puede cambiar todo...
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Fly with your wings
ParanormalEsta es la gran diferencia entre vivir normal a ser un poco diferente a los demás, bienvenidos a mi mundo de personas pequeñas intentando ser grandes y otras haciéndolas todavia mas pequeñas.