¿Marcel? ¿Y Donde está Harry? | Original |

Capítulo 32 • Lindo vecino

• Lea

Dylan Turner era mi mejor amigo desde la infancia, nos conocemos desde que tengo memoria, éramos inseparables, cuando tenia cartoce años admito que comencé a sentir cosas por él pero luego eso se fue con rapidez, él es mayor que yo por tres años para ser especifica. Un día él se "enamoro" -Era imposible que se enamorara, es un completo mujeriego- e iba a todos lados a donde "su chica" iba y me dejaba sola, solía buscarme para llevarme a la escuela pero dejo de hacerlo porque llevaba a "su chica", a partir de ese momento comencé a odiarlo. Y cuando pase a segundo año de secundaria las personas ya no me veían porque gracias a Dylan, deje de ser el centro de atención, la mejor amiga del chico de último año ya no existía y yo decidí que era mejor estar sola.

Hace ya tres años él se fue a una Universidad en Londres, hablábamos de vez en cuando y en una de esas, cuando estaba en cuarto de secundaria, me invito a ir a las fiestas de su campus, y fui, creí que había regresado mi mejor amigo, todo iba bien, conocí buenas personas hasta que me entero que Dylan tiene una nueva chica. Cuando ya me había cansado y quería volver al hotel donde me hospedaba, Dylan no estaba, se había ido con "su chica" abandonándome como siempre, pero en un lugar que no conocía. Fue un día horrible y el hotel quedaba algo lejos, muchos chicos me preguntaban si quería que me llevaran pero el mismo Dylan me dijo que no confiara en nadie. Decidí quedarme en la fiesta un rato más, pero un chico no me queria dejar en pan y horas antes intento sobrepasarse conmigo y me fui de allí sin pensarlo dos veces.

Fui caminando a las dos de la mañana hasta el hotel que quedaba a diez cuadras, llegue y lo primero que hice fue empacar y pedir un boleto de avión para irme al día siguiente a casa, llame a Dylan por horas y él nunca respondió ni se paso por la habitación del hotel esa mañana, tuve que ir en taxi hasta el aeropuerto, sola, allí me había dado cuenta que nadie es tu amigo que tu solamente puedes ser tu mejor amigo y no un tonto mujeriego que te olvida en donde quiere.

Cuando volví a casa jamás supe de Dylan y estaba deseando el día que volviera para reclamarle y golpearlo hasta que perdiera el conocimiento. Mi madre dice que hay que perdonar, pero jamás le perdonare lo que me hizo en Londres, aunque ya fue hace tres años mi mente no olvida.

-Lea te dije que hay que olvidar, recuerda que somos amigos de su padre.

- Lo castrare –dije ignorándola y salí de mi casa hacia la del frente.

Cruce la calle molesta y me acerque hasta la casa, aun el camión estaba aquí, estaban pasando los muebles a la casa y yo aproveche que la puerta estaba abierta y entre por ella, busque a Dylan con mi vista y lo vi en la sala, él cuando me noto sonrió ampliamente emocionado por verme y abrió sus brazos. Esta cambiado, su cabello rubio anteriormente era largo y ahora esta corto, tiene un piercing en su ceja derecha, esta mas alto y mas musculoso, creí que no lo reconocería, pero sabia que era él, tenia la misma cara de idiota. Comencé a caminar hacia él decidida, ahora que tengo diecisiete años Dylan tiene veintidós, pero eso no va evitar lo que haré.

- ¡Enana! –Dice aun con sus brazos abiertos- ¿Me extrañaste? –yo sigo caminando hacia él sin decir ni una palabra-, ¿enana?

Me termino de acercar y le doy una patada en su entrepierna, suelta un quejido de dolor, cae al suelo y comienza a revolcarse.

- No te extrañe idiota, ¡Me dejaste abandonada en Londres! ¡Eres un desgraciado a venir aquí para preguntarme si te extrañe!, ¡Hipócrita!

- Lea -Dice aun adolorido-, eso fue hace tres años.

- ¡No me interesa!, ¡No te importo dejarme sola con toda esa gente! 

Lo pateo en la pierna y él grita del dolor, voy a dar media vuelta para volver a casa pero la mano de Dylan toma mi tobillo tirándome al suelo, grite porque me tomo desprevenida y me arrastro hasta donde él estaba, se inclino hasta mí y tomo mis manos para evitar que volviera a golpearlo.

-Has estado entrenando he –bota un gruñido-. Creo que no tendré hijos.

- Eso espero –digo con rabia y ruedo los ojos.

- ¡Vamos Lea!, era un imbécil en ese tiempo, ya cambie ¿Si?, me arrepiento de haberte dejado abandonada, quería llamarte pero tenía miedo, luego me harías lo que hiciste hace minutos.

- ¡Te lo merecías! –Intento zafarme de su agarre-, ¡Suéltame!

- No, hasta que me perdones –Solté mis manos y me puse de pie con cuidado, pero él tomo mi brazo -Prométeme que luego que te suelte me perdonaras –, Cruzo los dedos de mi otra mano y sonreí.

- Lo prometo –él me suelta y sonríe.

- ¿Ahora me perdonas? –Saco mis dedos y él frunce el ceño.

- Jamás te perdonare –él deja de sonreír y me decepcionado.

- Lea, por favor.

Lo ignoro mientras salgo molesta de la casa y vuelvo a la mía. Dylan Turner es el primero en mi lista negra y de segundo lugar se encuentra Harry Styles, otra persona al cual no le perdonare lo que me hizo.