Torpe. (l.s.)

115.

1 de noviembre de 2058

Harry bostezo y se estiro todo lo que pudo sobre el sillón, escuchando un par de sus articulaciones tronar, entonces suspiro y se encogió, reacomodando la cabeza sobre el cojín y prestando atención a la película frente a él una vez más.

Comenzaba a quedarse dormido cuando sintió a Louis levantar sus hombros y cabeza y ponerla sobre sus muslos.

-Mh, hola- susurro mirándolo con los ojos entrecerrados.

Louis se agacho y le dio beso leve.

-Hola- se sonrieron y continuaron viendo la película mientras Louis acariciaba el cuero cabelludo de Harry.

-Oye- murmuro Harry mucho rato después, Louis solo hizo este sonido con la garganta para que continuara- ¿Y si volvemos a casa?- entonces se miraron.

-Amor, estamos en casa.

-Si, bueno, si- titubeó-, pero yo más bien estaba pensando en Londres ¿Sabes? Me encantaría pasar los años que me quedan en nuestra antigua casa.

-¿Años que te quedan? ¿De que hablas? Callate, no digas eso- le dio un ligero golpe con el índice en la frente-. Todavía nos quedan muchísimos años por vivir, de hecho, los dos vamos a morir abrazados, en nuestra cama y de muy, muy ancianos, como en esa película con la que siempre lloras, the notebook, pero como sea, Harry, no vuelvas a decir algo como eso, por que me haces pensar en si mueres antes que yo y eso me asusta como no tienes idea, por que ¿Qué haría yo si ti, eh?

Harry lo miro fijamente antes de levantarse un poco y besar su quijada.

-Es eso justamente de lo que te quería hablar, Lou. ¿Recuerdas la cita con el dentista que tuve hace dos semanas?- Louis asintió- Bueno, realmente era una cita con el oncologo, pero no te lo dije porque no quería asustarte si no era nada grave.

Louis comenzó a sentir el estomago hacersele un nudo, por que se imaginaba lo que venia.

-Bueno, pues antier al fin tuvieron los resultados y- se mordió el labio y se levanto, sentándose bien, tomando la mano de Louis entre las suyas-, y el doctor me hablo y me dijo que, me dijo que, que no tengo nada- y entonces Harry empezó a reír.

Louis gruño, se soltó de la mano de ajena y se levanto, parecía un poco molesto.

-¿Qué diablos, Harry?- de acuerdo, estaba molesto- Eso no es para nada gracioso. En serio, todas tu bromas son tan— Me va a dar diabetes por tu culpa, por culpa de los sustos que me das.

Pero Harry solo se levanto y lo abrazo, colgándose de él con una enorme y reluciente sonrisa, sin pedir disculpas ni nada, solo dándole un tronador beso en la mejilla.

-Aunque lo que te dije de regresar a Londres era en serio.