Torpe. (l.s.)

extra¹.

Algún día de julio de 2017

Harry se echó a reír de manera tonta cuando Louis trastabilló en el último escalón.

Habían estado viendo una película en la sala de su casa, pero desde que sólo estaban ellos una cosa había llevado a la otra y ahora se dirigían a su habitación, Harry con las piernas enredadas en la cadera Louis y las manos de éste en su trasero.

Louis los empujo contra la pared apenas dejaron las escaleras atrás, Harry mirándolo con el labio entre los dientes y segundos después ya estaban besándose una vez más.

Pellizco una de las nalgas de Harry, haciendo que soltara un gemido, entonces bajo los besos hasta el cuellos, mordiendo y lamiendo, y para entonces Harry estaba llevando las manos bajo la playera de Louis, siendo todo un desastre de jadeos.

—¡¿Qué diablos?! ¡Consiganse una habitación!

Ambos se apartaron con un sobresalto, mirando hacia las escaleras, donde Gemma los miraba divertida, Anne un par de escalones más abajo mirándolos con las cejas alzadas.

Louis entonces soltó a Harry, que cayó de manera nada elegante contra el suelo, pero en lugar de ayudarlo dio un par de pasos hacia atrás y sonrió.

—Hola.

♡♡♡

—He estado pensando acerca de lo que paso el otro día en mi casa- comenzó Harry un par de días después.

Ahora estaban en casa de Louis. Éste estaba en su cama, jugando con su celular mientras que Harry estaba sentado sobre su escritorio.

—¿Qué pasa con eso?— Dijo Louis sonriendo a la par que recordaba a un Harry balbuceante y abochornado tratando de encontrar una excusa valida para decirle a su madre que no era lo que parecía, claro que Anne sólo había reído y les había dicho que usaran protección.

Harry casi se desmayaba.

—Bueno, pensaba que como, ya sabes, soy virgen, estaría bien que lo planeáramos.

Louis bajo el celular y lo miró durante unos segundos antes de comenzar a reír.

—¿Planearlo?

—Si, bueno, se que no es tan importante para ti, quiero decir, tú dejaste de ser virgen hace años, pero para mi es importante— murmuró mirando sus manos.

Louis suspiro y se levanto, colocándose entre las piernas de Harry y tomándolo de las mejillas para que lo mirara.

—Bebé, se que es importante para ti, creeme cuando te digo que para mi también lo es, sólo que, Harry, si planeamos un día y una hora tú vas a estar tan nervioso que al final no vamos a hacer nada y tú vas a llorar, sintiéndose culpable y todo eso que haces y sientes cuando las cosas no salen como lo planeaste— beso su frente—. Yo creo que debemos dejar que simplemente suceda cuando tenga que ser así ¿De acuerdo?— y cuando Harry asintió, Louis beso su mejilla.

Ese fue justo el momento en que Jay les grito desde la planta baja que ella y los niños saldrían a comer, qué si querían ir, Louis había sonreído y había dicho que no momentos antes de escuchar la puerta de la entrada cerrarse y entonces su sonrisa se había hecho aún más grande.

Llevo sus manos hasta los muslos de Harry y apretó, cargándolo y lanzándolo contra la cama, haciendo que éste soltara un grito de sorpresa, Louis ni siquiera dejó que se acomodara cuando ya estaba sobre él.

—Tal vez esté es el momento adecuado— declaró repartiendo un montón de besos alrededor de su rostro—. Claro que si no estas listo lo entenderé totalmente, bebé— dijo acomodando algunos mechones del cabello del chico—. No me enojare, ni te querré menos si me dices que me detenga.