° Mentirillas °

390 28 0
                                    




Tenía frío, al parecer mi ropa ya no estaba tan mojada, palpé para tocar mis prendas, no las tenía puestas, recordé que sólo estaba en ropa interior, Oh no ropa interior!!, ese chico Dante. Lo busqué con la mirada en todo el perímetro pero no estaba, ojalá no me haya visto así, lo creo muy improbable.

Me senté en el sillón en donde me encontraba dormida hace un par de horas, tome mi ropa húmeda del suelo para después ponérmela, no sabía si irme o esperar a Dante para darle las gracias y quizá invitarle a salir como recompensa.

Sentada en el "despacho", abrí los cajones por curiosidad habían unas revistas, tome la segunda y empecé a hojearla, en cuanto vi la portada supe que era revista con chicas "sexys", como es que los hombres les gusta esto, solté el catálogo e intente recargarme en la silla y subir los pies al escritorio, la puerta se abrió revelando a Dante

-hola donde habías estado -perdí el equilibrio, mi mente sólo pensó voy a caer de espalda

Pero el peliblanco atravesó el lugar, un flash, rodeo la silla con una mano sostuvo esta regresandola en cuatro patas impidiendo que ella cayera

-¿como hiciste eso? -este hombre me impresiona

-¿que descortés no vas a agradecerme?, sal de mi lugar

Yo solo me levanté cediéndole el asiento

-así es como se hace

Hizo lo mismo que yo pero a diferencia que el se mantuvo, tomo la revista que lo había dejado y comenzó a verla ignorandome

-Y... bien no me dirás donde estabas

-no es asunto tuyo, tú a tus cosas

-en vez leer eso podrías redecorar este almacén

-a mi me gusta así -no tenía tiempo para andar con esas estupideces de adornar mi estancia

-de acuerdo de acuerdo, cual es la razón de que mires esas revistas

-y cual es la razón de que amanezcas en ropa interior, querias dejarte a mi merced

Me ruboricé cuando dijo lo de ropa interior y mas cuando pronunció a mi merced, me estremecí, me lo imagino encima mío complaciendo mi cuerpo, tocándome.

-mira si piensas que me muero por ti estas transtornado, me tengo que ir

-bueno la puerta está por ahí -le señale la salida aunque sabia que ella la conocía

-eso lo se -di paso veloz, este jóven no es normal, está algo diferente a ayer, quizá sea el alcohol que bebió

Se fue, mi rutina continuaría como siempre.

Al salir de casucha, si es que se le pude llamar así, me di la vuelta para verla por fuera

-creo que está mejor por fuera

Tenia unas letras rojas de neón y que es eso? parecía la sombra del dueño de este lugar

Devil May Cry, era el letrero neón

Por fin en el hogar, no era mi hogar sólo un hogar, no tenía casa yo vivía en una posada, la dueña era mujer mayor pero carismática

-porque no llegaste ayer cariño, estuve preocupada

-es que hice pijamada con mi novio- mentí

-Robbi cielo tienes novio eso es maravilloso, ¿porque nunca lo mencionaste?, invitalo a comer

-señora Valencia no creo que el pueda ya sabe trabaja mucho -en verdad metí la pata, ¡¿y ahora que hago?!

-oh por favor yo creo que tu novio-guiñando ojo -puede dejar unas horas su trabajo por su novia

-no lo creo -solo solté con un tono estático

-mmm de acuerdo Robbi, puedes invitarle otro día cielo, él es bienvenido aquí


-gracias señora Valencia seguro que si -eso estuvo cerca

Y ahora que, mentí y se sabrá porque jamas lo traeré y porque el no es mi novio



~~~~~~ ~~~~~~


Rin rin, otra llamada otro encargo

-Devil May Cry, diga

-Dante soy Morrison, irá una mujer al Devil May Cry, al parecer su hermano a desaparecido y ella dice que parece ser obra demoniaca

-aquí la esperare -colgué y tome a Evony para dar tiros al techo

El sonido de la campana, era la mujer que esperaba

-en que le puedo ayudar

-verá joven, desde hace diays siento que alguien está tras de mí pero una mañana que desperté mi hermano Arthur ya no estaba en su habitación, y la encontré desordenada y con rastros de sangre, algo anormal pasó y que mejor que darle el encargo a alguien como usted

-señora esta en el lugar correcto, y eso fue obra de demonios

-demonios? cielo santo, prometa que mi hermano estará bien

-lo único que puedo prometerle es que esos demonios ya no la molestarán

La mujer salió de ahí algo preocupada.

Evony, Ivory es hora de hacer lo nuestro.

Hasta los malos lloran Donde viven las historias. Descúbrelo ahora