° Existencia de ángeles °

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A veces pienso que ese Dante es un bastardo, maldito engreído, así nunca podré tener éxito con ella. Tal vez sea que desde kyrie nunca tendré a nadie.
Ahhh, kyrie, te extraño, pero, ya no estarás conmigo, que valor tendría, pensar siempre en ti, y no tenerte cerca.

El muchacho cabizbajo caminaba con gran lentitud hacia el río.
Este lago en movimiento no era muy grande lo era el bosque que estaba a sus espaldas y al frente a cierta distancia se divisaba el pueblo.

El joven enjugó su rostro y posó su vista al bosque, sentía que algo lo llamaba y cada vez se adentraba más.

Le pareció extraño ver a una persona corriendo.

- debo ayudarle -pronunció el chico para sí

No es que no tuviera sus sentidos expuestos pero no se había dado cuenta que a esta persona misteriosa le estaban persiguiendo.
Nero prestó atención a la persecución, permaneciendo oculto.

- su forma tan enigmática de envalar, como lo hace, ni siquiera toca el piso es como si volara tan ligero, su precisión para andar y desenvolverse en este bosque que es extraño para sí, su personalidad tan elegante, no sé que sentir por esa creatura - Nero observó cuidadosamente la cara de esta persona - su nariz era respingada, su rostro perfilado, piel muy blanca, sus ojos transmitían algo, yo diría dulzura, sus labios impregnados de un color al de las moras rosadas, y su cabello largo y.... esperen un momento, largo y sobre todo blanco, en conclusión yo diría que es una mujer -dijo Nero

La perdió de vista por un momento, y nuevamente la encontró con la mirada, quería ver de que huía o si solo andaba por ahí.

Nero la siguió, se adentró tanto al bosque que no conocía el sitio, había una pequeña cueva, a la cual la mujer de cabello blanco se internó en esta, Nero jamás tuvo miedo, así que también entró.

El muchacho de cabello marfil se maravilló de aquél lugar sin duda era magnifico, era muy hermoso, piedras de carbón brillantes y hermosas plantas.

Nero regresó la vista a la entrada de la cueva y se topo frente a frente con un demonio, el cuál llevaba una armadura y ardía en fuego. En altas velocidades el chico regresó nuevamente, para toparse con la mujer de cabellera larga, él la pudo apreciar vestía una toga blanca que llegaba al piso, sus pies desnudos, portaba una espada, y dos grandes exremidades salían de su espalda

«será mejor que me quite» pensó Nero

La mujer tan tranquila que había contemplado el semidemonio, le hizo un corte sesgado a la bestia con armadura, empezaba en la cabeza y terminaba en la cadera, partiendo al monstruo en dos, en proporciones diferentes, derramando sangre por todas partes, salpicando a Nero y a la preciosa mujer.

- te encuentras bien, podría ayudarte en algo -se ofreció Nero

Pero la mujer no respondió nada y se escabulló del lugar

- a donde vas -pregunta el chico

Y la misteriosa mujer sigue sin articular palabra, pero va a pasó firme

-empiezo a reconocer esta parte -menciona el semidemonio

Se encontraban a escasos metros del río

- eres muy hábil con la espada, ademas eres muy alta para ser una chica a decir verdad luces fuerte, me pareces extraña

Entonces la mujer empieza a quitarse la gran toga....

- no hagas eso por favor -súplica Nero

....dejando a la vista su perfecto torso

- eso es porque no soy una chica -responde con una voz barítono

- no puede ser, juraría que eras una chica, pero no es así -dice un sorprendido Nero

Hasta los malos lloran Donde viven las historias. Descúbrelo ahora