° prospecto siguiente °

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-ya me dirás qué quieres

-no

-y ahora

-no

-que tal ahora

-deja de preguntar

Ya había exasperado a Dante, que mal (con ironía)

-pulga prepara tus cosas

-ya me dirás!!-que alegría

-solo hazlo-con voz autoritaria

-alguna pista? De a dónde iremos, necesito saber qué llevar

-saldremos de la ciudad para ir a otro pueblo

-llevare algo sencillo

-lleva lo necesario solamente

Prepare mis cosas en una valija algo rústica, pero con ese toque que no pierde desde que la compré

-¿tienes pase de tren?

-por supuesto

-eso es algo bueno porque nos iremos en tren

Por alguna extraña razón tenia ese dichoso pase, ya que odio viajar en tren, me da vértigo





Estaba situada frente a mi acompañante de pelo cano, lo veía doble, estaba tan mareada, pronto él preguntó por mi estado

-¿como te sientes?

-estoy a punto de vomitar

-vomita, si con eso crees que te sentirás mejor

-vuelvo en un momento

Joder, que es lo hago en un vagón, pero no puedo escapar, esto es lo que él me pidió y aquí estoy.

Me dirigí al baño, y vomité

De regreso con Dante

-mis nauseas desaparecieron

-eso es bueno, vamos sientate

-creo que voy dormirme

-no espera-increible, ya estaba dormida

Pasó media hora, una hora, dos horas, no sé, pero se anunció que ya habiamos llegado a nuestro destino, Rose estaba dormida, preferí no despertarla. Tomé mis cosas que sólo era mi espada, baje del transporte y vi el pueblo, era horrible, tenía años que no venía aquí, no quisiera volver a ver a ese crío.

Estuve cinco minutos esperando a la chica, viendo a los pasajeros y la estación viejisima, las vigas apolilladas, el lugar más repugnante, que he visto en años.

Mientras tanto en el tren...

-que, que pasa acaso te estás burlando niño imprudente

Un mocoso se estaba riendo y salió deprisa, me asomé y todos los pasajeros ya no estaban ni siquiera Dante, puse la mirada en blanco, ese cabron me abandonó, ya quería llorar, tome la maleta que me acompañaba

-señorita que está haciendo aquí

-nada, yo..... me he quedado dormida

-menos mal que la vi

Gracias al funcionario del tren, no me quedé.

Baje de esa máquina, para subir unas escaleras y entrar a la estación, era como una casucha muy pintoresca era bonita la estación.
En eso vi a un vejete presumido con su estupendo cuerpo, estaba tan enojada, porque no pudo despertarme, porque no me avisó que ya habíamos llegado, simplemente un idiota.

Me acerqué a él para aventarle la valija

-que tierna, si quieres que yo la lleve podrías decírmelo -sobé mi cabeza, por el golpe

-eres un sínico

-no soy psiquiatra pero creo que algo te ocurre

-claro que algo me ocurre, ¡¡payaso!!

A veces me culpo por estas clase de situaciones, la chica empezó a llorar, me culpo porque no saber la razón de sus lágrimas, me pregunto porque los humanos lloran, ese es un don sólo para ellos, que no entiendo.

-calma, por favor, ¿podrias decirme porque tan repentinamente sueltas esas lágrimas?

-me dejaste, sola, por poco me voy de paso, pensé que me habías abandonado, como siempre me lo hacen, tuve miedo

-no queria dejarte sola, nunca te abandonaría asi como asi

-esta bien, igual no creo que entiendas, ya se me pasó

-oye Rose, cuidado

No se como pasó, Dante me tomó, hizo movimientos ágiles, unos niños, risas, un golpe, una bola de ¡¿lodo?!, Yo derribada en el piso encima del pelo blanco aquel.

-¿que es lo hay en mi espalda?, se siente húmedo

-veras esos niños estaban jugando con lodo y por accidente tu tienes la bola de....

-¡¿lodo?! En serio, aquí dentro en la estación, ahhum, porque siempre me pasan estas cosas, rayos

-no se ve tan mal

-bromeas

-tienes razón

-no me tardaré en serio iré al baño a cambiarme

Tome la maleta con la que había golpeado al peliblanco y fui en dirección al sanitario, al llegar, abrí la valija y grata sorpresa la que me encontré, ese no era mi equipaje, era ropa de niño, parecía un traje de funcionario de tren, hasta había un sombrerito ridículo, me han tomado por el pelo, morí.

-que más puedo hacer, me lo pondré, haber si Dante no se parte de risas, supongo no puede ser tan malo

Me lo puse, al terminar de acomodarlo, me mire en el espejo, parecía un varón, que un varón parecía un niñato.

-ey muchacho, t he pillado, este es baño de mujeres

-y que crees que soy yo

-lo siento señorita, es que con ese atuendo parece...

Mi voz, me salvó.

-hey, ya regresé

-pero que te ha pasado

-nada

-por los mil demonios, pareces un crío, hahaha

-no te rias, me han cambiado mis cosas, y ya podemos irnos -dije para dar mi primer paso en d dirección de la salida


Hasta los malos lloran Donde viven las historias. Descúbrelo ahora