° De compras °

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En cuanto el peliblanco salió por aquella puerta tome la escoba y a limpiar, eran toneladas de polvo y pelusa, creanme debajo de ese sofá existe otro mundo, quizá de ahí salen los demonios que el caza.

Me dediqué a dejar impecable aquel lugar, y así fue.

El ruido de la campanilla.

-exelente

Escuche la voz del "jefe"

-te gusta como he dejado?-voltee para verlo de frente

-jajaja, ya viste tu cara y tu ropa-estaba mugrientisima

-no, que pasa no te rías-odio que siempre se ría de mi, tal vez no debí de trabajar aquí

-no pienses que soy bueno, pero debemos comprar "ropa para limpiar" para ti

-aww Dante que lindo, no quieres que me ensucie-trate de abrazarlo del cuello, pero lo que hice fue ahorcarlo el se resistió al abrazo haciéndome aún lado

-no en realidad es para que sepan quién limpia el local-claro que es para que ella no se ensucie

Es un tonto.

Bien quieres dejar eso-señalando el artículo que tenia en mano

Colocó su mano en mi espalda y me dio un ligero empujón para hacerme avanzar.



-que es este lugar?

-es para comprar tu ropa

-pero aquí es ropa de hombre

-así es, justo lo que tu eres

-te odio, quitate, no quiero ver tu indeseable cara

Es decir no me molestaba que me trajera a un lugar de ropa para caballeros si no que me halla llamado hombre, soy una chica que le ocurre!!!?.

-no hagas un drama pequeña Robbi

Que se cree, nunca me llama Robbi.

Gire para no verlo y tal vez retirarme, al voltear vi a una señora mas bien muchas y algunos hombres, lo cual es extraño ya que es una tienda para caballeros, creaban un círculo al rededor de nuestra anterior discusión, se estaban riendo, de mi, no entendía la razón.

-de que se ríen-pregunte lo mas inocente

-de tu ropa y tu cara querida-me respondio burlesca-mirate estas mugrosa como una rata, y estas jóven no quiero imaginarte de anciana, que desagrado

Las ganas de llorar se asomaron.

-chico, esa muchacha es tu novia-entre murmullos y curiosidad morbosa

-claro que no, usted misma lo dijo parece rata, es mi sirvienta-rascandose la cabeza

-eres un idiota Dante!!!, Un idiota-sentía tanta rabia, que no me dolió decirle eso

-pero muchacho, tu no vez muy sofisticado como para tener servidumbre-le dijo la señora con tono superior

Dante abrió los ojos.

-vamonos Rose

Hijo de puta, ahora sí

-solo cuando te conviene-se acercó a mí y tapó mi boca con su suave mano

-ya cariño no discutimos luego-deposite un beso en su mejilla, ella calló

Llegamos a otro a lugar, de muy buen gusto, era una tienda para niñas, no exactamente niñas, saben a lo que me refiero.

-Dante, gracias, pero aun asi no te perdono por lo que pasó en la otea tienda

-de acuerdo entiendo, busca ropa que no sea fina, nada de encajes ni faldas ni vestidos ni blusas descubiertas

Hasta los malos lloran Donde viven las historias. Descúbrelo ahora