5 "Ya casi"

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A una semana de la boda Felicity tenía los nervios a flor de piel. Tantas cosas la abrumaban y sentía que explotaría en cualquier segundo, esta era la tercera vez que iba a probarse el vestido por los cambios que estaba sufriendo su cuerpo y la insistencia de Moira en que todo debía de ser simplemente perfecto. Gracias a Dios que Thea estaba con ella todo el tiempo, para la joven era algo fascinante que su hermano se casara, tuviera un hijo y que además Felicity la hubiera elegido como su dama de honor, aparte de que no la habían dejado elegir casi nada y quería darse ese gusto; Moira dejaba en claro que ella era la que mandaba, aunque le pidieran su opinión a Felicity parecía que no importaba, en realidad ya no le importaba mucho estas cosas pero por lo menos se imaginó que el día en que se casara podría elegir su vestido acompañada de su madre, pero no, por supuesto que recordaba el día con claridad. Hace un mes una mañana de Febrero Oliver la despertó con un beso, todo iba bien hasta que le recordó que hoy era el día en que iba a ir a elegir su vestido acompañada de su madre y hermana. La sonrisa de Felicity desapareció, con mucha pereza se bañó y se puso un vestido, bajó al comedor junto a Oliver, se sentaron y comenzaron a comer en silencio, odiaba las comidas ya que a menos que estuviera el padre de Oliver nadie decía nada, después de desayunar se dirigieron a la tienda en donde empezó el lío, Felicity comenzó a recorrer los estantes donde había vestidos de novia de todo tipo, desde estilo sirena hasta corte princesa, con piedras o bordados, de dos partes o juntos, Thea iba detrás de ella viendo igual de emocionada, hasta ese momento Moira no había dicho ni una palabra; entonces Felicity lo vio, en un maniquí, un precioso vestido pegado corte sirena que tenía pequeñas piedras brillantes y un escote de corazón, era algo sencillo y elegante al mismo tiempo, era perfecto -Me gusta este- se atrevió a decir, Thea asintió y empezó a decir lo bonito que se le vería puesto, la muchacha que las estaba atendiendo le preguntó que si quería probárselo a lo que Felicity miro a Moira por aprobación -Es tu día escoge lo que quieras- respondió a lo que Felicity se sorprendió demasiado, ¿Sería que por fin la estaba aceptando? Pensó pero estaba muy equivocada, cuando salió del probador para verse en el espejo y enseñar el vestido lucía preciosa, como era pegado hacía resaltar sus curvas y simplemente le quedaba a la perfección, con una gran sonrisa volteó a verlas, Thea no paraba de elogiarla, volvió a mirar a Moira y Felicity casi pudo ver como una sonrisa aparecía en sus labios, pero no era una sonrisa para ella, Moira abrió su boca y comenzó a hablar -Es muy bonito en definitiva, no dudo que se te vería muy bien el día de la boda pero hay que ser honestas querida, en poco tiempo se empezará a notar tu vientre y te verás gorda, y yo no quiero eso para "tu día especial y el de mi hijo" además de que te tengo que recordar que su pequeño accidente aún es secreto para la prensa- pasó su mirada a la muchacha -No lo queremos, busca un vestido con corsé, es más iré yo- Moira se paró del sillón y desapareció, Felicity se quedó petrificada, el color había desaparecido de su cara, Thea no supo qué hacer, sabía que su mamá podía ser dura al momento de expresar lo que no le gustaba pero jamás la había visto así, hacerle ilusión a Felicity de que le gustaba el vestido y luego regañarla, hasta la muchacha se quedó sin palabras, había visto suegras difíciles, nada como esto -Venga le ayudó a quitarse el vestido- Felicity la siguió de nuevo al probador, se quedó en ropa interior esperando que le llevarán nuevos vestidos, tomo su celular y le marcó a Oliver pero no contestó. Hizo un gran esfuerzo para no ponerse a llorar allí mismo; las siguientes horas le parecieron un infierno, se sentía como una muñeca de trapo a la cual estaban usando como probador personal, cuando por fin encontraron el vestido que aprobó Felicity no dijo absolutamente nada, le pusieron el velo y le llevaron unas zapatillas, y se miró al espejo, pero no se sentía feliz, -Sonríe querida ya tienes tu vestido- la regaño Moira. Felicity tenía tantas ganas de gritarle, insultarla y golpearla, pero fingió una sonrisa que ni ella se creyó y se apuró a quitarse el vestido. Desde esa vez Felicity le prohibió rotundamente a Oliver que la dejara sola con su madre y se prometió así misma que sería la primera y última vez que se dejaba humillar por Moira Queen o cualquier otra persona. Su mamá Donna, había llegado ayer de Las Vegas, e insistió en que quería acompañarla a la prueba de vestido con la mamá de Oliver y Thea, no le quedó de otra más que aceptar, Felicity amaba a su mamá pero tendía a avergonzarla fácilmente, y no para menos pues llegó a la tienda con uno de sus famosos mini vestidos que ella llamaba elegantes, la mirada de desaprobación de Moira no se hizo esperar, Thea parecía bastante divertida, justo como Oliver cuando la conoció, Felicity se fue a probar el vestido y dejó allí a su mamá, aunque no le gustara tenía que admitir que Moira estaba en lo cierto, si se hubiera quedado con el otro vestido por ser pegado para estos momentos no le habría cerrado y cómo todavía no era público no le convenía a Moira, en cambio con el nuevo vestido ni se le notaba que estuviera embarazada, salió del probador y la muchacha explicó que lo ajustaron un poco de la cintura, -Date la vuelta- ordenó Moira, la rubia obedeció, y en ese momento escuchó el llanto de su mamá, se paró del sillón y fue a su lado sin tocarla -Te ves preciosa- dijo contemplándola -Gracias mamá- y así después de volverse a cambiar salieron de la tienda ya con el vestido. Todavía faltaban 5 meses para que Felicity saliera de la escuela y ya estaba pensando seriamente en dejarlo y terminar el próximo año. Estaba harta de ser llamada de diferentes formas debido a que de la nada empezó a ser vista con Oliver y posteriormente se corrió la voz de que se iban a casar y bueno por lo mientras era vista como "gorda" y no "embarazada". Llegaron a la casa y Moira desapareció a su despacho, Thea se fue con unos amigos, su mamá se fue y regresaría el viernes para ayudarle con lo que pudiera para el sábado o el día en que se iba a casar. Decidió ir a su departamento a esperar a Oliver. Como de costumbre la puerta rechinó al ser abierta, sentía que todo había cambiado tanto como ella, hace cuatro meses no era más que una chica ordinaria preocupada por sus estudios y nada más, casi todos los muebles habían desaparecido, y los pocos que habían estaban envueltos en plástico, sus fotos habían desaparecido y pasado a estar en una caja en su armario y ni hablar de su cuarto, las sábanas de colores que tanto la caracterizaban se habían ido, ya no había posters en las paredes, en su escritorio había desaparecido su laptop y su tableta, en su tocador ya no estaban regadas sus cremas, lociones, maquillaje, lápices, apuntes, y de un momento a otro sintió una nostalgia terrible, como si toda su vida le hubiera sido arrebatada, y quizás en cierto modo lo fue, de nuevo sintió muchas ganas de llorar. De verdad que estaba agradecida con los Queen por ayudarla y recibirla en su casa, pero su vida simplemente jamás regresaría a ser lo que era antes, y al mismo tiempo una parte de ella tampoco regresaría. Se recostó en la cama y su celular comenzó a sonar, y su prometido apareció en la pantalla con una gran sonrisa

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