capítulo 4

9.8K 603 22
                                    

- ¡ PERO QUE DEMONIOS PASA CONTIGO! - gritó furioso -con su mirada llena de enojo

yo simplemente me quede estática viendoló por dos razones,la primera era porque en la forma en que me miraba me daba tanto miedo que creí que si decia una sola palabra era capaz de golpearme alli mismo y la segunda era por que WOW no enserio wow era tan .... tan guapo, la primera vez que lo vi no me habia dado cuenta que sus brazos estaban completamente tatuados, sus manos y su cuello tambien, tenia una cara tan linda, sus ojos, su nariz , su mandibula tan perfilada y su cuerpo dios no es que esta buenisimo uff que calor!

- no pues quedate callada, no puedes andar aventando a todo el mundo niña y despues hacer como si no a pasado nada - espetó bastante enojado aún -

- lo siento tanto juro que no lo estoy haciendo por molestar, pero lo de ayer fue tambien culpa tuya no te laves las manos conmigo - dije - tuve la oportunidad para reclamar asi que lo hice y me sentí satisfecha conmigo misma

- pero sabes no me gusta tener enemigos asi que debe haber una manera en que pueda compensarte - dije calmada- tratando que el tambien se calmara ya que estabamos dando un espectáculo a todos los clientes del cafe

- sí, solo deja de atropellarme - soltó rapidamente -

me di la vuelta y entre a colocarme el delantal la placa y salí de nuevo a ayudar a nina que tenia una larga fila haciendo pedidos, empezaba a creer que solo dos personas por turno no era suficiente para tanta gente

- Sam, cambiemos de lugar por favor, quedate tu en la caja y yo hago todos los pedidos - dijo Nina con ojos suplicantes-

no se porque odiaba estar en la caja si solo era preguntar que iban a ordenar,como los querian decir cuanto es y ya eso era todo

- Ok - dije - caminé hacia la caja y comence a atender

atendí a cuatro personas aproximadamente, cuando nina me pregunto que cuantas personas quedaban en la fila, asomé la cabeza para contarla, cuando ay no! ahi estaba el esperando su turno, segun yo nina ya lo habia atendido y hasta pense que ya se habia marchado

- Samantha - me llamó nina - cuantos hay ?

- no lo sé, como ocho talvez

cada quien siguio haciendo su trabajo, cada que atendia a uno,mis nervios aumentaban cuando atendí a una señora muy agradable por cierto,ví su cabeza sobresalir atras de esta y mis palabras se esfumaron

- señorita se encuentra bien - escuché la voz de la señora -

- si, si disculpe solo me distraje - me disculpé -

segui tomandole la orden cuando finalmente dije - en seguida le entregan su orden -

sabia que mi hora habia llegado, tranquila Samantha solo respira hondo y actua normal - me dije mentalmente- me paré lo mejor que pude y dije lo de siempre

- bienvenido a Watson café, que le sirvo?

- un café negro, por favor

no se habia dado cuenta que era yo, por que tenia la vista pegada en su móvil

- solamente? no desea agregar nada mas ? rogue al señor para siguiera viendo su telefono, pero no paso, sus ojos grises chocaron con los mios y los dos nos quedamos callados por unos segundos que me parecieron eternos

- no puede ser , trabajas aqui? deberian despedirte por andar atropellando gente

sonreí y mis mejillas enrojecieron

- ya te dije que lo siento, no volvera a pasar

- pues eso espero, por que vengo aqui siempre y esa bienvenida no me gusta - bajo su vista a donde estaba la pequeña placa con mi nombre - S-samantha - dijo - uy mi nombre sonaba tan bien en sus labios , me pegue una bofetada mentalmente por pensar eso

- sabes que el café corre por mi cuenta y asi olvidas lo de los aventones - dije -

- bueno ya que te ofreces no me haré de rogar y agrega unos muffins de chocolate tambien

- hey! tampoco te aproveches

rio y extendió el dinero de los muffins lo tomé, le di su cambio y las palabras que tanto deseaba decir al fin llegaron

- en seguida te entregan tu orden

solo lo vi esperar un momento y luego vino nina con su cafe y sus muffins en una bolsa, los tomo

- gracias - dijo en tono neutral -

ya estaba por abrir la puerta cuando se volteo ,me guiño un ojo y me mató.



Dame un café!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora