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-¿Pero... cómo que ya no funciona?
Suga fruncía el ceño mientras escuchaba las palabras de su muy pronto ex novio Jin.
-No... no funciona, no puedo seguir con esta relación. Tengo mucho trabajo pendiente y con una cosa y otra no me termino de concentrar en lo que debería- hizo una pausa mientras agachaba la cabeza- lo siento Suga...- alzó la vista y se dispuso a consolar al menor. Este simplemente se apartó de él con una cara algo confusa.
-Te di todo lo que necesitaste... todo lo que querías.
-Suga de verdad, no sigas con esto...
La mirada de Jin exaltaba sus ganas de acabar con todo lo relacionado con esa situación tan agobiante.
-¿A caso es que no te follé todo lo duro que querías? ¿Es eso? ¿No te satisfazgo lo suficiente?
Jin volvió los ojos para tras mostrando una expresión de exhasperación.
-No es eso, no seas idiota. Simplemente no puedo seguir con esto, esperaba que lo comprendieras...
Suga agachó la cabeza y se quedó pensativo. Estaba sentando en el borde de la cama de Jin. Juntó sus manos la una con la otra apoyando los codos en sus rodillas y la cabeza sobre estas. Parecía que rezaba.
-No te comas más el tarro, no has hecho nada malo- Jin se inclinó mirándolo de costado, parecía estar tranquilo.
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Salió de la casa más calmado. Todo se había aclarado medianamente. Jin y él ya no eran pareja, pero no había motivos para cabrearse. Él no le dejó por nada malo ni dañino, simplemente se acabó la chispa y eso lo llegó a comprender. La verdad, el quería mucho a Jin pero le dolió mucho menos de lo que esperaba el final de su bonita relación. Quizá tampoco llegó a quererlo tanto, quizá solo necesitaba a alguien a quien querer. En mas o menos medio año de relación no da tiempo a darse cuenta de todo lo que le pasa por la cabeza a uno, ni siquiera si el sentimiento que se ve más puro puede ser lo que realmente se ve.

Suga caminaba por la acera a su casa. El atardecer se anunciaba algo triste y eso no le gustaba. Los últimos rallos carentes de sol dejaban leves reflejos claros en su pelo azabache. Caminaba mirando al suelo, sin mucho interés en lo que le rodeaba. Pensaba en que si alguna vez llegó a enamorarse realmente de Seokjin. Fue bonito, sí, no lo iba a negar, pero algo no le encajaba en todo esto. No sabía por qué su corazón no reaccionaba; por qué no sentía dolor, por qué no sufría o se quejaba como debería. Todo lo que pasaba por su cabeza solo lograba confundirlo más aun.
"Pararé en el supermercado de alado de casa para comprar algo de comida instantanea, hoy no me apetece cocinar."
Pensaba este para sí marcando el rumbo y la dirección en su mente.

Una vez llegó entro con permiso y fue directamente a la zona de fideos. Nada mejor que un buen plato de ramen para alegrar al personal.
"¿Ternera o pollo?" Siempre la misma pregunta. Tras mirarlos por unos 5 segundos cogió ambos y se dirigió a la caja. Una vez allí los colocó sobre esta y se dispuso a sacar la cartera de su bolsillo derecho para pagar.
-Son 1700₩.
En ese momento, después de todo el viaje cabizbajo, Suga alzó la mirada. Se encontró de frente con un chico que aparentaba más o menos su misma edad. Era moreno y de piel oscura, alto y tenía unas facciones de lo más apuestas. Los ojos del pelinegro se quedaron fijos en su imagen.
-¿Qué le pasa a la tendera? ¿Está enferma?- preguntó finalmente entregándole el billete al chico moreno de ojos felinos.
-¡Ah sí! Mi madre ha caído enferma, no es muy grave, estará aquí de nuevo en unos días. Mientras tanto yo debo encargarme al completo de la tienda- le dedicó una radiante sonrisa con la que Yoongi se sonrojó ligeramente. Era realmente guapo.
Cogió su bolsa con fideos y tras agradecer se dirigió a la puerta.
-¡Espera!- gritó el chico de la caja- Tú y yo... ¿Nos conocemos de algo?
Suga volvió los ojos. Era la pregunta más estúpida que podían hacerle. Odiaba a la gente así, fuera forma de ligar o no.
-La verdad no, soy cliente habitual de aquí, quizá te suene por eso. Con su permiso- concluyó la frase y se fue.
El muchacho se quedó contemplando el plano de la puerta por unos segundos hasta que otro cliente malhumorado por el día que había tenido llegó a que le cobraran rápidamente.
-Eh, chico, no tengo todo el día, mi mujer me está esperando para que me quede con el niño mientras ella arregla no se qué maldita mierda por ahí... como si eso fuera más importante que su hijo...
El señor continuó susurrando barbaridades mientras este codeaba todos los productos de la cesta del comprador. Le estaba poniendo nervioso.
-Maldición, si dió a luz a una criatura debería saber como cuidarla... desde luego esta mujer no vale para nada...
El chico moreno no aguantaba más las monoconversaciones del señor, pero su madre le dijo que no debía nunca responderle mal a un cliente y no estaba en sus pensamientos decepcionarla. Cobraba  los productos de forma aparentemente  tranquila pero su sangre hervía por dentro. Trataba de contener sus nervios y su fuerza para no levantar la mano y abofetear a ese condenado malhablado. Sin darse cuenta, en uno de los muchos insultos que había soltado el contrario en la conversación para referirse a su mujer, este reventó un tomate.
-¡Vaya, lo siento! Enseguida se lo cambio- se disculpó y fue corriendo a por otra bolsa de frutos en buen estado.
-¡Pero! Ah joder... ten más cuidado quieres.
El chico suspiró al oirlo cerrrando los ojos, cogió otra bolsita de tomates y regresó a la caja diciendose "Piensa en mamá."
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Había salido de la tienda y se encontraba caminando de nuevo, cerca del río, la puesta de sol se veía hermosa, aunque triste a la vez. En realidad el ocaso no solía ser algo feliz.
Suga seguía pensando en el chico de la tienda. Estaba acostumbrado a verlo a veces colocando alguna que otra caja, o ayudando con las mercancías, pero la verdad nunca se había fijado en él. "Es guapo" pensaba. Por su cabeza también pasaba la señora tendera, esperaba que estuviera bien  y se recuperara pronto.
Al cabo de unos 5 minutos más de camino al fin llegó a casa. Lo primero que hizo fue poner los fideos a hervir y quitarse la ropa. Que felicidad la de vivir solo. Tras eso agarró su teléfono móvil para ver si tenía algo y no se equivocó, 2 mensajes de Namjoon.

☆NAMJU☆ ~última conexión hace 3 min~

☆NAMJU☆: Shuga
☆NAMJU☆: ¿Te hacen unas cervecillas esta noche? Me paso por tu casa.

"Así que cervezas... No está mal"

Escribiendo...

SUGUS: Está bien, pero traelas aquí no me apetece mucho salir✅✅

☆NAMJU☆: Perfecto 💪 Compra tú una caja en el super de abajo, yo llevo otra. ✅✅

SUGUS: Podrías avisar antes, acabo de venir de allí...

☆NAMJU☆: Eres tú el que no contestaba (?)

Suspiró, se volvió a vestir y salió de su casa con las llaves, el móvil y la cartera simplemente para comprar lo que sus amigo le había encargado.

Found your way. [BTS / LEMON / YAOI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora