Found your way. [BTS / LEMON / YAOI]

6.

Durante el día hacia suficiente calor como para no llevar abrigo. Hoseok caminaba por la calle a paso ligero, con sus pantalones de basket, camiseta ancha, un gorra hacia tras y sus gafas de sol. Se podía decir que era todo un "swagger".
Él era bailarín, en ocasiones encontraba algún trabajo que otro en bares de noche o animación para todos los públicos. Incluso más de una vez tuvo que disfrazarse de payaso o de kigurumi. Los shows infantiles eran los peores, desde luego. En sus ratos libres practicaba. Le concedieron una pequeña sala en el ayuntamiento, la cual le entregaron con la condición de que tenía que hacerse responsable de ella en todo momento. Algunas mañana iba junto a Jimin y le enseñaba algunos pasos de baile. La verdad es que su amigo era bueno, pero digamos que eso de que bailara su familia no se lo tomaba del todo bien...
La madre de Jimin era profesora, y su padre policía. Siempre estuvieron más interesados en que su hijo optara por una carrera como médico o abogado, pero él no soportaba eso. Al final acabó entrando en Bellas Artes, carrera que solo le concedieron hacer si oponía para profesor cuando esta concluyera. A él realmente no le emocionaba la idea, pero no podía hacer otra cosa hasta que no consiguiera independizarse y salir del techo de la casa en la que vivía.

Cruzó la segunda calle que había tras la sala de ensayo para dirigirse a una pequeña tienda de alimentos que había a la vuelta de la esquina. Solía comprar ahí cosas como el agua o algo para recuperar la fuerza durante el ensayo. También dulces. Entró y solo al entrar sus ojos se clavaron en lo que tenía delante. Era un chico alto, moreno de tez oscura y ojos felinos. Este le miró y su mirada le traspasó. Sus pulsaciones comenzaron a aumentar. "¿Pero que cojones?" pensaba para si mismo el pelinaranja. Se adentro en el recinto con cuidado, haciendo un gesto de reverencia para dar los buenos días, cogió su agua y volvió a la caja.
-Son 1200₩- aclaró el cajero con una encantadora sonrisa en sus labios como de costumbre.
Hobie no respondía en si mismo, estaba tan embobado mirando su cara tan perfecta, sin ninguna imperfección.
-¿Señor?
-Ah, si, lo siento...- sacó el dinero y le devolvió la sonrisa mientras se lo entregaba.
Taehyung volvió a sonreir y como de costumbre comenzó una conversación bastante cortita pero entretenida.
- ¿Eres de por aquí?- dijo mirándole desde abajo mientras rebuscaba para darle el cambio.
-S-si, bueno vivo algo más lejos pero ensayo aquí cerca.
-¿Ensayas? Vaya... ¿Qué ensayas?
-Bailo.
-Wow eso es increíble, algún día me tienes que enseñar algo de lo que haces- le tendió el dinero sobrante en la mano con su peculiar sonrisa de oreja a oreja.
-Cl-claro, cuando quieras jeje...- hizo una pausa antes de comenzar a irse- la verdad es que yo suelo venir a comprar aquí...
-Oh ya veo, así que también eres habitual. Le diré a mi madre que tiene muy buenos clientes, ya me lo han dicho unos cuantos, sabes... eso me alegra. Yo, me llamo Taehyung encantado, soy el hijo de la tendera, ella está algo enferma y yo cuido de la tienda por unos días.
-Oh, encantado- dijo devolviéndole la reverencia de presentación varias veces- tú madre es una gran persona, dile que se recupere pronto- concluyó de decir antes de salir por la puerta- nos vemos pronto~
-Hasta otra- dijo este despidiéndose con la mano en alto sacudiéndola- que clientes más majos tiene mamá...

Kim Taehyung pasó de nuevo tras la caja y se sentó en el pequeño taburete sin respaldo que tenía ahí. Inclinó la cabeza hacia atrás con expresión cansada y se quedó mirando al techo por unos segundos bastante largos. Se veía viejo, la verdad, ese sitio ya tenía su tiempo. Lo comenzaron sus abuelos cuando recién se casaron... así que sí, tiempo tenía. "Me quedaré limpiando cuando cierre esta noche" pensaba para sí mismo casi en voz alta. 

La vida de Taehyung era algo simple. Vivía en un pequeño y asequible piso antiguo, cerca de la tienda, junto con su madre la cual a penas le sacaba los 18 años. Su madre no estaba divorciada, ni era viuda... ni nada por el estilo. La verdad es que cuando Tae era pequeñito, tendría al rededor de unos 3 o 4 años, su padre y novio de su madre los abandonó de la noche a la mañana. La madre del moreno se quedó embarazada cuando tenía tan solo 16 años y tubo a la criaturita con 17... una autentica cría. El padre no supo resistir la presión y prefirió quitarse del medio. Simplemente se largo, dejándolos solos. Su madre, como una persona fuerte, consiguió sacar la casa adelante sin apoyo ninguno, solo pensando en su preciado bebé. Tae le tenía un tremendo afecto.

Agarró el teléfono móvil cuando terminó de mirar a la nada durante un rato. Tenía dos nuevo mensajes.

JIN HYUNG: Hola, ¿que tal estás pequeño?

JIN HYUNG: Podríamos quedar y vernos un rato.

Llevaba como 3 días tratando de quedar con él y Taehyung se daba cuenta lo que estaba pasando, no era para nada tonto.

Escribiendo...

TAE LOVE: Haber hyung, te he dicho millones de veces que no quiero nada contigo, lo nuestro ya pasó, es agua pasada. Superalo.

JIN HYUNG: Eres malo conmigo :(  Yo solo quiero ver como te va en la vida y si te puedo ayudar en algo hacerlo.

TAE LOVE: No, la verdad que ahora mismo no necesito que me ayudes en nada, en serio. Olvídate de esto.

Tae fue el primer amor de Jin, y este aun no lograba superalo. Recaía constamente. Era similar a una maldita droga. Llegaba a verse hasta de un modo algo enfermo.

JIN HYUNG: Esta noche iré a verte-

TAE LOVE: PEro. No, no quiero que vengas, de veras, no lo hagas- Tae se extrañaba de su comportamiento tan intenso de un día para otro. Nunca lo abandonó por completo pero ahora estaba más acentuado que nunca- ¿Qué ha sido de tu novio ese que me dijiste? Es que ya no quieres saber nada de él o...

JIN HYUNG: Lo dejé, no tenía futuro.

"Ya... futuro" pensaba Tae para sí mismo.

TAE LOVE: Bueno... que no es necesario que veng-

JIN HYUNG: En un rato estoy en la tienda. No hay más que hablar.

Añadió por último y cortó la línea.