Sábado, 13 de Julio de 2012.
Vuelo 3485 con destino a Barcelona.
-¿Quieren un poco de agua? -pregunta la azafata con una sonrisa falsa, cansada de estar horas de pie.
-No, gracias. Estamos bien así. -responde la morena del asiento 18, intentando ser lo más amable posible.
Cuando la azafata se va, la chica se coloca sus auriculares y pone el iPod en modo aleatorio. Mirando por la ventanilla y evadiéndose de la realidad.
-Samantha, Samantha. Hazme caso. -replica su acompañante, un niño de 7 años, castaño y de ojos verdes, nada parecido a ella.
Al parecer no va a poder estar tranquila ni un segundo.
-¿Qué quieres ahora? -pregunta de mal humor, quitándose los auriculares.
-Necesito ir rápido al baño.
-Pues ve, nadie te lo impide.
-Pero tienes que acompañarme. -suplica poniendo su típica cara de angelito, esperando que funcione.
-¿No crees que ya eres mayorcito para ir al baño solo?
-Sólo quiero que me acompañes. Además, ¡yo ya sé limpiarme el culo solito! -grita enfadado.
Enseguida las miradas de los pasajeros recaen sobre ellos.
-¡Shhh! Deja de gritar. Siempre estás avergonzándome.
-¿Eso significa que me vas a acompañar?
-Sí, tú ganas hermanito.
Los dos se levantan de su asiento y caminando hasta el final del pasillo, llegan al lavabo.
-Venga, ya puedes entrar. -dice Sam impaciente.
-Espera. ¿Tú no vas a entrar conmigo?
-¡Claro que no! Estaré detrás de la puerta todo el tiempo.
-Vale, pero no te vayas.
-Tranquilo, no me iré. Ahora entra y sal rapidito, Eric.
-No me des prisa. Es tu obligación como hermana esperarme tarde lo que tarde. -dice cerrando la puerta del baño y dejando a su hermana con la palabra en la boca.
Samantha se apoya en la puerta y maldice estar en ese avión, viajando hasta Barcelona, para ir a vivir con su padre durante un tiempo.
Sus padres se separaron al cumplir Eric los 3 años, cuando ella tenía 12. Los dos se quedaron a vivir con su madre en las Islas Canarias, concretamente en Gran Canaria, pero ahora ella ha encontrado a un novio nuevo con el que se va a vivir a Alemania. Por eso, y porque Sam no soporta la idea de estar cerca de su futuro padrastro, los dos hermanos tienen que irse a vivir con su padre, al que no ven desde hace 4 años.
-¿Te queda mucho? -pregunta impaciente.
-No, ya estoy. -dice Eric abriendo la puerta.
-Menos mal, pensé que te habías quedado dormido ahí dentro.
-¡Eh! Eso pasó una sola vez. -camina hasta su asiento enfadado, mientras que Samantha no puede evitar soltar una carcajada.
Ahora sí, la chica se pone de nuevo sus auriculares y sube el volumen de la música, para no tener que oír ni sus propios pensamientos.
La noche cerrada va haciendo su trabajo y siente como sus ojos le pesan cada vez más, poco a poco los va cerrando, pero algo la sobresalta, Eric se ha quedado dormido apoyado sobre ella.
Le enternece este momento, aunque a veces sea borde con él o no le haga caso, es su hermano y le quiere demasiado, para ella es la única persona que la entiende.
Gira su cara hacia la ventanilla, ya no se puede ver nada, fuera está todo muy oscuro. En su iPod comienza a sonar "Something Stupid", una canción que le trae muchos recuerdos, cierra los ojos y se queda dormida.
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Espérame bajo la lluvia.
Teen Fiction¿Qué harías si te ocurriera algo que jamás hubieras imaginado que te pasaría a ti? El amor aparece de pronto y entra en nuestras vidas sin antes llamar a la puerta. Una vez que aparece es muy difícil de que salga y hasta a veces imposible. "El amor...
