Capítulo 8.

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-Bueno, es aquí.

-Gracias por traerme, papá.

-Si quieres que después te venga a buscar me llamas, ¿vale?

-Vaaale. -responde sin ganas, sabe que eso no pasará. Además, no quiere molestar a su padre llamándolo tarde de noche.

-Adiós, hija. Diviértete.

-Gracia, lo haré. Adiós, papá.

Se despiden. Sam duda si darle un beso como hacía de pequeña, pero rechaza esa opción. Sigue enfadada con él por lo que hizo y no va a dar el brazo a torcer tan pronto... Por lo menos eso es lo que espera ella.

- ¡¡¡Sam!!! Menos mal que llegas, me estaba empezando a aburrir -la saluda Amber nada más verla llegar.

-Perdona, se me hizo un poco tarde recogiendo mi habitación. ¿Qué tal está la fiesta?

- Pues no muy animada este año. Hay más niños pequeños que otras veces.

Las dos chicas se adentran en la playa y caminan hasta un pequeño chiringuito, uno de los más vacíos en ese momento. Cada una pide su bebida, pero Sam sin alcohol, a diferencia de su nueva amiga. Hablan durante un largo rato, contando anécdotas sin mucha importancia, hasta que Amber desvía su mirada y...

- ¡Oh, no! Ahí están -se queja mirando otra vez hacia el frente.

-¿Quiénes? ¿Qué pasa?

- Detrás tuya. Son Jake Matthews y sus amigos. No llames mucho la atención, mira disimuladamente.

Sam se da la vuelta para ver de quienes se trata, pero como es normal en cualquier persona, no lo hace discretamente.

- Te dije que lo hicieras con disimulo.

- ¿Qué más da? Son solo unos chicos, ¿por qué tanto misterio? Además yo le conozco.

- No es misterio, es solo que... ¿De qué le conoces? ¿A quién?

- A ese tal Jake, lo conocí el día en que llegué, cuando paramos a comer en un restaurante en el que por lo visto trabaja. Pero no me cambies de tema, responde a mi pregunta.

- Es solo que estuve saliendo con uno de esos chicos hace poco.

- ¡Oh! Un chisme. Cuenta, cuenta.

- Pues fue hace unos cuatro meses. Como comprobarás no soy una de las chicas más populares ni en el instituto ni en el pueblo y sus falsas fachadas de personas increíbles me eclipsaron. Ellos me parecían tan geniales, son tan populares y todo el mundo les tiene envidia... Quería formar parte de su grupo, ser amiga de las chicas más populares del pueblo y salir con ellos. Me acabé enamorando, más bien obsesionando, de uno de ellos. Ashton Fox, el chico del pelo castaño, largo y ojos negro intenso.

- Sí, ya le veo. Es guapo.

- Lo sé y al final conseguí lo que quería. Salimos durante tres semanas. Me sentía muy especial. Me llevó a un montón de sitios y yo era feliz, pero no duró mucho. Todo era demasiado bonito para ser verdad. Un día fuimos a una fiesta en la casa de Jake y allí terminó todo.

- ¿Qué te hicieron? -pregunta Sam un poco preocupada por su nueva amiga.

- Pues cuando entré al salón donde estaba la mayor parte de los alumnos del instituto me cayó un bote de pintura verde encima, un bote que me tiró Ashton sin compasión. Luego me cogieron él y sus otros amigos y me tiraron a la piscina, al salir era clavadita a un caniche mojado, pero con un tinte verde. Si quieres verlo, puedes meterte en Youtube, subieron el vídeo esa misma noche. Todo el instituto, sin excepción alguna, estuvo riéndose de mí durante un largo tiempo.

- Lo siento mucho. Los tíos a veces son unos imbéciles y no llegan a ser más que eso toda su vida, pero no debes estar mal por ellos ni por lo que te hagan. Tú vales mucho más. Se ve a lo lejos.

 - Gracias, Sam. Eres una buena chica -las dos se abrazan.

- Hola, monada -saludan y un coro de risas suena al unísono.

Las chicas se dan la vuelta.

- Hola, Ashton -saluda Amber algo cortada.

- ¿Qué tal estás? Este verano te veo... te veo igual de patética que siempre. -más risas

- Vaya, por aquí apesta a inmadurez. Espero que no sea contagioso.

- ¿Y tú quién eres?

- Me llamo Samantha, ¿y vosotros? ¡Ah no, esperad! Que no me interesa. Amber vámonos de aquí, estos me están estropeando la fiesta.

- Claro -las dos se levantan y caminan en dirección a la orilla -Muchas gracias por eso de antes, en serio, te debo una.

- No me las des. Eres mi amiga, ¿no?

- ¡Esperad! ¡Esperad! -alguien grita a sus espaldas -Sois muy rápidas caminando -ríe.

- ¿Qué quieres tú ahora, Jake? -pregunta Amber, enfadada.

- Solo quiero devolverte esta pulsera Samantha, se te ha caído cuando te levantaste.

Sam coge la pulsera que el chico le tiende y cuando sus manos se rozan le mira con más detenimiento. Es extraño, la primera vez que lo vio no se percató de ello. Hay algo que le recuerda a... No puede ser, él no es, es completamente imposible. Pero su físico es tan parecido, es igual a...

- ¡Sam! ¡Sam! ¡¡Saaaaaam!! 

Espérame bajo la lluvia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora