Don't Talk to Me »ziam

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Liam contaba en voz baja y hacía cálculos en su mente, colocando respuestas lo más rápido que podía sin permitirse equivocar. Matemáticas era el último curso del día y su maestra no había tenido mejor idea que ponerlos a resolver ejercicios hasta la hora de salida. Las manesillas del reloj se movían con parsimonia y la última hora de clases se hacía eterna.

—Basta Liam, tus susurros me desesperan.

Las voz de Harry rompió su concentración y por consiguiente lo detuvo de susurrar cantidades y operaciones. Su rizado amigo lo miraba con una clara mueca de aburrimiento y su lapiz entre los dientes.

—Lo siento, Hazz —murmuró —Sólo quiero terminar esto para poder—

—Ir al juego de Zayn, ya lo sé —Harry lo interrumpió rodando los ojos —Has hablado de eso todo el día.

—Sí y si llego a casa con tarea, mamá no me dejará ir.

El rizado bufó —Eso no es cierto, tu madre sabe que morirías si no ves a Zayn.

Las mejillas de Liam adquirieron un ligero tono rosa pero no respondió, en vez de eso lanzó su borrador a los rizos de Harry antes de volver a los números en su libro.

Harry tenía razón, Liam se había pasado toda la mañana hablando del juego de Zayn y de las muchas ganas que tenía de verlo. No podía evitarlo, estaba emocionado por su mejor amigo, era completamente entendible, además conocería su escuela y Liam esperaba que le gustara porque eso significaría que el proximo año —cuando él hubiese terminado ya la primaria— lo alcanzaría ahí.

Para cuando la campana que anunciaba la salida sonó, él había terminado satisfactoriamente todos los ejercicios e ignorando los llamados de Harry para que le pasase las respuestas, se acercó al escritorio de Miss Julie para que se los revisara y lo dejara salir. Con el check positivo en su libro y el permiso de su maestra, Liam salió del salón de clases diciendole adiós a Harry con su mano. Su madre lo esperaba frente a la escuela como cada día, Liam corrió hacia ella impaciente.

—Hola, má.

Karen sonrió recibiendo el besito que su hijo dejaba en su mejilla —Hola bebé, ¿listo para ir a casa?.

Liam asintió viendola ir hacia el lado del conductor para desbloquear las puertas. Tomó el lado del pasajero y lanzó su mochila a los asientos traseros a la vez que Karen encendía el auto y salía hacia la avenida. Cuando llegaron a casa, Liam corrió a su habitación a dejar su mochila y luego fue hasta el baño para lavar sus manos.

—Creo que estás más emocionado que Zayn, amor —Karen bromeó cuando Liam ingresó a la cocina.

Liam se encogió de hombros —Es la primera vez que lo veré jugar, además se que esto es importante para él.

Karen asintió sonriendole con ternura antes de tenderle un plato lleno de comida que Liam llevó hasta el comedor. Como la mayoría de las veces, sólo eran él y su madre a la hora de almorzar, Geoff estaba en el hospital. Comieron juntos y hablaron sobre la escuela de Liam y sus notas, el castaño subió a su habitación para alistarse en cuanto su madre le permitió levantarse de la mesa.

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Los Malik pasaron por Liam cerca de las tres de la tarde. Yaser, Trisha y sus hijas se encontraban emocionados por el juego de Zayn asi que Liam se sintió mejor por no ser el único en ese estado.

Bajaron del auto luego de que Yaser encontrara un buen lugar para estacionarse y los cinco caminaron hacia dónde se encontraba la piscina de la escuela. Liam miraba el lugar con atención, la escuela de Zayn era enorme, tenia enormes áreas verdes y un enorme edificio que era en dónde se encontraban los salones de clase, a lo lejos se encontraba el gimnasio y habían algunos otros lugares sobre los cuales le preguntaría a Zayn después.