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Voy riendo hasta que llego al baño, toco esperando que no haya nadie, pero tengo mala suerte porque una voz masculina dice que está ocupado. Espero casi veinte minutos recostados por la pared de enfrente del baño. ¿Que acaso no somos las mujeres las que tardamos siglos en el baño? Por fin se abre la puerta y sale un chico alto con la bragueta abierta y detrás una morena alta y muy sonrojada. Ahora todo tiene sentido, pienso con una mirada reprobatoria, los miro a los dos de pies a cabeza con una mueca de asco mal disimulada y me ruborizo cuando el chico me guiña el ojo antes de irse ¡Impuros!

-Ahora tengo miedo de entrar ahí dentro- me digo a mi misma antes de cerrar la puerta con seguro. Me miro al espejo, todo perfecto solo que el labial que me puse antes de venir desapareció, el rubor sigue y mis zapatos me están matando. Me lavo las manos y me las seco, agarro un pedazo de papel higiénico para limpiarme el resto de labial que queda. Luego abro el basurero para tirar el papel y me encuentro tres condones usados ¡Tres! No pueden ser todos de esa pareja. Bueno...al menos se cuidan.

Llego al lugar donde estaba antes con las chicas y las busco en la pista de baile, están bailando con unos; ahora ex, compañeros nuestros y se ríen de algo. Yo me recuesto en la pared y espero a que se cansen mientras canto distraídamente la letra de la canción que está sonando ahora.

Miro el resto de la habitación admirando disimuladamente a algunos chicos muy guapos que están en la fiesta hasta que me encuentro con la pareja del baño, que se están casi devorando otra vez, vaya, las hormonas de la adolescencia. Supongo que yo también era así con Thiago, solo que no éramos tan...demostrativos. Luego de terminar con Thiago, lo que sucedió hace tres meses, las chicas intentaban presentarme gente, pero supongo que no quería, y me aleje de los pocos chicos que se acercaban o estaban interesados en mí, Mary cree que puedo ser lesbiana cosa que me provoca risa.

-Porque tan solita –dice alguien y se recuesta sobre la pared a mi lado.

-Estoy esperando a mis amigas –respondo cruzándome de brazos.

-Yo te podría acompañar- dice arrastrando un poco las palabras. Ok, un borracho, tengo que huir. Lo miro y lo inspecciono de pies a cabeza...es lindo, aceptable, pero no lo conozco.

-L-Lo siento, me están...llamando allá –digo y le sonrió como disculpa mientras me dirijo hacia las chicas.

-¿Con quién estabas hablando? –pregunta Lenna traviesa mientras sigue bailando.

-No se...estaba borracho –digo balanceándome un poco para no estar tan fuera de lugar en la pista de baile.

-Es una fiesta Maya, todos están borrachos- dice Mary rodando los ojos.

-Nosotras no estamos borrachas –comento humedeciendo mis labios.

-¡Porque Lenna no nos deja hacer nada!- reprocha Mary con un puchero.

-Cierto.

-¿Están hablando mal de mí? – grita Lenna sonriendo acercándose bailando a nosotras.

-Siempre –responde Mary con una sonrisa. Ella la empuja en el hombro fingiendo ofenderse.

-Tardaste mucho en el baño.

-Estaba ocupado por una pareja, luego les cuento.

Frente a Frente (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora