-4-

18 2 0
                                    

***

Al día siguiente me desperté temprano...bueno, eran las 10:45 de la mañana, pero contando que llegamos a las dos de la madrugada y nos dormimos a las tres, despertarse a las 10:00 A.M. Es normal. Me levante cansada y mire a Mary que seguía dormida en el colchón que puso en el piso...y me quede pensando en cómo se sentiría tener una resaca, en los libros y las películas siempre les pasa a los adolescentes...

-Mary –le llamo, pero mi voz sale en un susurro porque aún no me desperté del todo. Ella suelta un quejido.

-Fui a ver abajo y se robaron tu auto –le digo de la forma más seria de la que era posible. Ella se sienta de golpe aun sin abrir los ojos.

-¿Cómo? ¿Cuándo se lo robaron?- dice frotándose los ojos confundida. Yo rompo en carcajadas y me tumbo en la cama para seguir riendo.- ¿Qué es tan divertido? –pregunta ella molesta.

-¡Tú no tienes auto! –le recuerdo sin dejar de reír.

-Ahh –dice ella mirando al vacío, luego me mira y me estampa su almohada en la cara.

-¡Auch! –le digo enojada.

-¿Qué hora es? –pregunta calmándose.

-Las...10:56 de la mañana- le digo mirando la pantalla de mi celular.

-¿Tan temprano?- se queja como una niña- despiértame cuando sea miércoles- dice y se recuesta boca abajo en su colchón.

-¡Como que despiértame el miércoles! ¡Levanta holgazana! –le grito mientras que la arrastro de su colchón y queda en el piso.

-¡Ve a arruinar la mañana de sábado de otra persona! –grita ella con la cara pegada al piso.

- Pero quiero arruinar la tuya –le digo y comienzo a sacudirla.

-¡Ya basta! Dios, que molesta eres- dice levantándose del piso y dirigiéndose al baño, llevándose consigo su almohada.

-¡Me Amas! –le grito y ella cierra la puerta de golpe. Me quedo riendo como una tonta en el medio de mi cuarto.

Como me agrada molestar a las personas que amo...

-¡Mami! ¡Qué hay de desayunar! –canturreo mientras bajo a la cocina.

***

-¡Maya llego Lenna! –grita mi mama desde abajo.

-¡Ok, dile que suba! –le grito como respuesta. Segundos después entra Lenna por la puerta de mi cuarto.

-¡Hola! Están horribles- dice al vernos sentadas en mi cama viendo la tele con nuestros cabellos sin peinar y enormes ojeras.

-¿Cómo es que no tienes ni siquiera ojeras? –le pregunto frunciendo el ceño con algo de envidia.

-Existe algo llamado maquillaje, querida- empuja a Mary para que le haga un espacio, ella a regañadientes se corre un poco y Lenna se sienta.

-¿Enserio vamos a quedarnos todo el día aquí viendo Dios sabe qué? –pregunta Tara después de 20 minutos de estar viendo una nueva serie. Mary y yo la miramos y asentimos con obviedad- pero si es una tarde hermosa y... –comienza a decir pero  la detenemos.

-¿Y que se supone que haremos? –le pregunta Mary preparando su almohada para callarla por si quiere seguir con su discurso de ''La Vida es Bella''

-Podemos ir a la cabaña de mi familia que está a unos cuantos kilómetros de aquí –dice como si nada.

-Nunca nos darán permiso –digo sin darle importancia.

-En realidad...-comienza a decir de forma inocente.

-Que hiciste –decimos a la vez.

-Lo tenía planeado desde hace tiempo, nuestros padres ya dijeron que si y mi prima ya nos preparó unos cuartos en la cabaña...nos vamos mañana en la tarde- dice con alegría.

-Estás loca, ¿Quién nos va a llevar?- le digo perpleja.

-Iremos en tu auto–dice como si nada.

-Bien, digamos que sí, entonces... ¿Quién conduciría?- sigo preguntando.

-Mary–dice mirándola. Ella sonríe de oreja a oreja.

-¿Tú quieres matarnos?- le digo.

-Vamos Maya, será lindo, nuestras últimas vacaciones juntas antes de la universidad– dice Lenna mirándome con una sonrisa dulce, Mary se le une y yo no tengo más remedio que aceptar.

-¡A Empacar! –grita Mary.

-¿A dónde vas? –le pregunto confundida.

-Llamare a mama para que venga a recogerme y así empacar mis cosas- dice sonriendo y agarrando la maleta de ropa que tenía aquí.

-Ahh - le digo y veo cómo sale por la puerta. Miro a Lenna quien está esperando a que le diga algo. Suspiro.

-¿Quieres ayudarme a hacer mi maleta? –le digo con tono cansado.

-Creí que nunca lo pedirías –dice y se dirige a mi armario, saca la maleta y comienza a mirar mi ropa. Esta chica es un caso serio, pero no sé qué haría sin ella...tal vez me vestiría como vagabundo o algo peor si es que se puede. Me estremezco.


Frente a Frente (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora