Frente a Frente (Editando)

-9-

***.
Escucho el grito de alguien que deduzco que es Lenna, me levanto bruscamente pero estoy envuelta en mis sabanas como si fuera un burrito, ajito las piernas y los brazos como una demente para liberarme.
Cuando lo logro voy corriendo hacia donde provienen los gritos. Pero como no conozco la casa me pierdo, entro por una puerta y encuentro la cocina y espero a que vuelvan a gritar.
-¡Por Dios! ¡Mary ven aquí rápido! –escucho que Lenna vuelve a gritar pero aun suena lejano, pienso en que pueden ser delincuentes o hasta cobradores…
Me dirijo a uno de los cajones y tomo un cuchillo grande…y de paso una tostada.
-¡Chicas! –grito y avanzo lentamente mirando a todos lados, con un cuchillo en mi mano derecha y una tostada en la izquierda -¡Maya! ¡Es Increíble! ¡Rápido! –grita Lenna abriendo una puerta de golpe haciendo que reaccione y lanze el cuchillo en su dirección.
Grito.
Pero gracias al cielo me equivoco y le tiro la tostada…fue directo a su cara por cierto.
-Ignorare que me tiraste una tostada solo porque estoy muy feliz –dice suspirando y yo sonrió inocentemente, luego me mira- ¡Fui aceptada en la Universidad! ¡Llama a tu mama! Dicen que ya les llegaron también las cartas.
Subo corriendo en dirección de donde vine, entro al cuarto, desconecto mi celular y marco el número de mi madre…uno…dos…tres pitidos y contesta.
-Te llego una carta de la universidad, ya la abrí y no me importa que te enojes por eso, soy tu madre –ruedo los ojos.
-¡Que dice! –grito ansiosa. Mama hace sonar su garganta y comienza a leer.
-Señorita Mayra Minkoff nos complace anunciarle que fue aceptada en la Universidad Green Prairie...- no la dejo terminar porque comienzo a fingir llorar…bueno, casi llorar de verdad.
-¡Mami me aceptaron! ¿Estas orgullosa de mi cierto? –digo muy feliz.
-Claro que sí, y además es en la que queríamos desde un principio. Felicitaciones, pequeña.
-Gracias Mamá. Envía besos a papá de mi parte, los quiero- digo y cuelgo. Las chicas entran y Mary se sienta en la cama algo perdida.
-No me digas que no la aceptaron –le susurro a Lenna.
-Lo hicieron, no sé qué le pasa.
-Mary …cariño –le digo dulcemente, justo  como una madre le hablaría a su hija. Ella ríe y niega con la cabeza.
-No hagas eso, también entre ¡Entre! No creí que lo haría –dice con felicidad y me abraza, Lenna se une al abrazo y nos tiramos a la cama aún abrazadas, me lastiman pero no me quejo, es que estoy tan feliz, entramos a la universidad que siempre soñamos, las tres juntas, y para estudiar las carreras que queremos. Esa universidad nos dará muchas sorpresas. Lo sé.
-¡Somos Universitarias!- grito y comienzo a saltar en la cama.
-¡Sexys Universitarias! –grita Mary y salta conmigo, hasta que de repente escuchamos un estruendoso crujido y el pie de Mary se hunde justo en medio de la cama.
Ups.
-¡Rompieron la cama! –grita Lenna horrorizada.
-¡Rompiste MI cama! –grito mientras me bajo al piso.
-Rompimos, tu cama- corrige Mary.