BASE MILITAR CANADIENSE - 23 DE DICIEMBRE, 8:16 AM.
La puerta delantera del jet privado se abrió dando paso al Comandante Hampton seguido de Abril, ambos con los uniformes del ejército estadounidense.
El cielo estaba lleno de nubes grisáceas que amenazaban con llover.
Bajaron la larga escalera hasta encontrarse de frente con Drake Coleman, comandante mayor canadiense.
-Coleman. –dijo Hampton afectuoso, se conocían hace varios años, desde la guerra en Afganistán precisamente.
-Hampton, no has cambiado. –estrecharon manos. Se volvió hacia Abril y la señaló. –Ella es Abril Walker, una de las mejores debo decirlo. Se ha desarrollado de manera impecable en los últimos 3 años.
-Vaya... una mujer. –Estaba sorprendido, aunque ella no se había tomado la reacción de buena forma.- Será muy interesante tenerla como parte del equipo. Si mi amigo aquí la está recomendando no veo el por qué debería quejarme, ¿No?
-Por supuesto, comandante Coleman.-dijo Abril entrando en la conversación.
Este sonrió.
-Por favor, pasen.-los invitó a entrar al edificio.
A diferencia de la base militar norteamericana esta parecía tener más áreas verdes, muchos jardines y árboles bien cuidados.
La mochila de Abril comenzaba a tener más peso sobre su espalda y suspiró cansada cuando por fin se sentaron frente al escritorio del comandante. A su izquierda se encontraba Hampton.
-Primero que nada, me gustaría decir que es un agrado tenerla como voluntaria para las últimas fiestas. Entiendo que debe ser difícil para usted dejar a su familia y todo...-dijo Drake sentado detrás de su escritorio.
-Si.-aclaró su garganta.- Es voluntario. Ya sabe.
Ambos mantuvieron sus miradas unos segundos, hasta que el sonido de la puerta lo hizo mirar hacia esta.
-Adelante.-sonó autoritario.
La puerta se abrió al instante dejando entrar al comandante menor, quien lucía con los pantalones y camisa del ejército, además de su cabello perfectamente ordenado.
-Justin.-asintió.
-Comandante.-saludó, para dirigir su mirada a Abril quien lo analizaba sin perderse de ningún detalle.
Estaba extrañado, pero no aparto la mirada.
Sus ojos eran castaños, como los de cualquiera. Su piel blanca y unos labios delgados. Lo que la distinguía era su melena roja, era tan parecida al fuego que le provocaba tocarlo. Cualquiera diría que podría trabajar como secretaria o ingeniera pero jamás en el ejército.
-Ella es Abril... -escuchó hablar a Coleman de fondo.
Reaccionó y miró a su acompañante, el comandante norteamericano, notó que se trataba de un superior a juzgar por las insignias.
-Abril. Ya veo.-dijo Justin, esperaba una respuesta de parte de su comandante.
-Ella será la voluntaria que trabajará para el ejército.
Ella... Ella. Ella. ¡Una mujer!, se decía una y otra vez Justin.
Sin darle tiempo de decir nada Abril se levantó de su asiento y sin importarle sus superiores, de todas formas estaba en el mismo nivel que Justin.
-Buenos días. -acercó su mano hacia él.- Abril Walker.
Pestañeó unas veces sin poder creerlo, jamás le habían hablado así y por cortesía se vio en la obligación de estrechar su mano que tenía heridas en los dedos, pequeños rasguños a causa del entrenamiento pero que no dejaba de ser suave y delicada.
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Part of me
RandomTenía dos opciones: La primera, quedarme en casa pretendiendo que nada pasó y que todo estaba bien. La segunda, escapar, escapar lejos, sin presión de por medio. Y luchar por los que ahora me importaban. Escogí la última. Entré sabiendo el riesgo...