Un naufragio; un nuevo amor

Isla tropical

     -¡Vamos! - le dijo él rompiendo el silencio, - hay mucho por hacer.
     -¿A... a donde vamos?...- le preguntó turbada.
     - Vamos a conocer nuestro nuevo hogar señorita. -le contestó sarcástico luego echando su cabeza  de cabellos rizos hacia atrás sobresaltó a la chica con una ruidosa carcajada.
     -Señor, quiero que me explique... - logró decir.
     -No señorita yo no le debo explicaciones, gracias a su prometido estamos aquí.- y mirando a todos lados continuó- quien sabe donde.
     -Mi prometido?, Cual prometido? quien es él? - pregunto una tras otra confundida.
     Craustian la observó por unos momentos, sus elegantes ropas rasgadas, su hermoso cabello castaño rizado por el agua salada y el sol.
     -"Debo decirte lo que le ocurrió con su prometido" - pensó
     -Si, su ex -prometido- le dijo en tono serio. - lo siento, el pereció en el accidente, fue una tormenta bastante fuerte, el yate encayó en un arrecife y este averió el caso haciéndose agua.... todos estuvimos en el mar luchando por sobrevivir...lamentablemente su prometido Marcos  sucumbió junto a el joven Julián, marinero de la embarcación de la cual yo era el capitán.- diciendo esto se volteó lamentando lo ocurrido.
     Andreine en silencio cubrió su rostro con ambas mano atónita. Crautian continuo    
      -Ahora estamos aquí y debemos sobrevivir.
     Ella ahogó un sollozo y casi sin voz le gritó:
     -¡ QUE SUCEDE , NO RECUERDO NADA, NADA...! - dijo mientras movía su cabeza con desesperación.
     Craustian por un momento no reaccionó, se volteó de nuevo frente a ella y se quedó quieto mirándola atónito, mientras ella lloraba sin consuelo.
     -Señor capitán, no recuerdo aún ni mi nombre...
     El sé agachó en cuclillas y tomándola por los hombros le dijo.
     -No se preocupe, estará bien, es solo el shock de lo ocurrido, poco a poco irá recobrando la memoria - le dijo.
     -Es horrible no poder recordar nada.- dijo al tomar la mano que el le tendía para ayudarla a incorporarse.
     -¡Vamos,- mientras se adentraba a la pequeña isla entre las palmeras. - Ya se hace tarde tenemos que buscar un lugar seguro para la hora de descansar.
     Ella un poco aturdida lo siguió en silencio a pocos pasos de aquel hombre que aún era un completo desconocido para ella. Luego de haberse adentrado entre los arbustos y plantas silvestres, pasada una media hora se escuchaba a lo lejos un sonido melodioso de una cascada de agua, a su vez mientras mas se acercaban, sentía la brisa húmeda y fresca del pequeño arroyuelo.
     Andreine quedó maravillada ante  la gran belleza que llacía escondida entre arboles frutales , palmeras y flores silvestres. Al bajar la cascada de agua llacía en el estanque como un manantial para bajar entre rocas y perderse a lo lejos. Por un breve instante quedó embelesada mirando aquel hermoso paraíso y no se dio cuenta de que el capitán se había adentrado entre los arbustos, de pronto... se oyó un fuerte sonido  ( como cuando algo pesado cae al agua) haciéndola reaccionar , miró hacia el charco y pudo ver aquella figura que nadaba vigorosamente en el agua cristalina.
     - ¡Venga, esta deliciosa!, uuuhhhh, realmente deliciosa. -terminó volteandose a flotar sobre su espalda.
     -No, solo me acercaré a la orilla. - le dijo un poco seria. Se agachó y sé sentó sobre el verde césped. Bajó sus pies descalzos con timidez hacia la cálida agua. Se estaba refrescando los brazos y la cara cuando sintió un movimiento en el agua y de un salto Craustian emergió empapándola por completo.
     - Ayyyy, - se levantó de un salto.- Tonto, que ha echo? - le gritó enfurecida mientras se sacudía sus ropas mojadas.
     - ¡Oh! perdóname no sabía que estaba tan cerca. - le dijo con una sonrisa burlona en los labios.
     - ¡uhhh! muy gracioso - le dijo dándole la espalda.
     Así pasaron las horas, encontraron frutas deliciosas que comieron de buena gana. Pronto llegó la noche y allí durmieron a la intemperie. Fue una noche tranquila pues estaban muy cansados. Al amanecer; Andreine abrió los ojos y se encontró con un montoncito de  frutas sobre una hoja y sonrío.
     -" Desayuno en la cama" - Se dijo para si en broma. El  no se encontraba cerca así que decidió ir a asearse antes de desayunar. Justo a la orilla del charco se quitó toda la ropa y y se aseó libremente en aquella agua fría. Luego de un buen rato de disfrutar lo relajante de las aguas... decidió ir a desayunar. Para su sorpresa de la ropa que se había quitado solo quedaba el traje de baño y la blusa, las tomó apresurada y se vistió rápidamente mirando a todos lados, pensó que todo era obra  de otra broma de aquel desconocido. Vio algo que se movió entre los arbustos a poca distancia. Caminó sigilosamente sobre el césped para sorprenderlo, entonces alcanzó a ver un pedazo de tela conocida .Dio un salto y se abalanzó hacia el arbusto, logrando tomar un extremo de lo que sería su falda del otro lado se oyó un chillido agudo de un animal. Andreine gritó al unisono asustada pero no soltó la falda así que le dio un tirón dejando al descubierto al misterioso ladrón era un pequeño " mico" , un monito qué curiosamente agarraba la raída falda por el otro extremo.
     -No te asustes es un pequeño mono. - le dijo una voz a sus espaldas que la sobresaltó a ella y al monito que soltó la pieza y corrió despavorido para trepar sin dificultad un cocotero a  la distancia.
      -Oh , que no me asuste? - le preguntó en un tono firme. - Y que acaba de hacer usted?
le reprochó a la vez que se inclinó a tomar la falda que llacía tirada en el césped, ya que el pequeño ladrón había escapado.
     - Ja,ja,ja,ja,ja,ja,- rió a carcajadas ante aquella escena tan graciosa.
      Ella se vistió de prisa enfurecida. El reía aún.
     - No me hace gracia, Por lo visto he tenido la desgracia de haber sobrevivido a un naufragio junto a un " payaso" . - luego de haber visto que sus palabras habían echo efecto, se acercó a donde había dormido y se sentó a disfrutar su desayuno que consistía en bananas, mangos y cocos. Lo miraba de reojo pues el se quedó observándola por unos minutos en silencio y luego le dio la espalda.
     - Si así lo cree...Pienso que hubiera preferido haber sido la única sobreviviente de este naufragio- le dijo aún de espalda a ella. Dejó unos troncos y ramas secas que cargaba y se marchó por entre los arbustos.
     Andreine permaneció allí tranquila, oyendo los sonidos de los pájaros y animales. Luego de un rato se sintió sola y le dio un poco de miedo pero se quedó recostada y quedó dormida. Pasado el medio día, Craustian preparó el almuerzo con unas aves que logró atrapar con su ingenio. El rico olor a asado despertó a Andreine. Este estaba dándole vueltas en una rama sobre una muy bien improvisada fogata. El noto que ella lo observaba  e ignoró su presencia. Con el cuidado de no chamuscarse, sacó las aves ya listas para partirlas en pedazos y almorzar. Ella hambrienta lo observaba darle mordidas a una pierna y se le antojó al instante. El continuaba molesto pues lo había ofendido con aquellas palabras, pero comprendió que sin el,
ella no subsistiría. Así que rompió el silencio y le dijo:
     - Gustas? - ofreciéndole un pedazo de la pechuga.
     Ella sin decir nada se acercó y se sentó junto a la fogata que ya se extinguía.
Y alargando su brazo tomó la presa rostizada que le ofrecía, " uff esta muy caliente, quisiera tener un plato para poder comer mas cómoda" pensó. y luego mirándolo a los ojos le dijo:  -Gracias, lo siento. Y así con un movimiento de cabeza el le aceptó la disculpa y siguió almorzando en silencio. Luego de terminar, sin decir una palabra se marchó.
     -" No estaré sola el resto del día". se dijo a si misma. Entonces decidió explorar la isla por su cuenta.
      Craustian con su inventiva buscó objetos que le pudiera servir de utensilios y alguna herramienta, ya había echo una cerbatana con espinas agudas, y un " resortera" que hasta ahora le habían funcionado para la caza de aves - " ahora tendría que hacer trampas. - pensó mientras se adentraba mas como en una especie de monte selvático.