"Uno"

15 2 1
                                    

Calum tomó su patineta preferida en manos, antes de colocarse encima de ella, la observó detenidamente, las diversas pegatinas decoraban el tablón por debajo. Sonrió. Cómo apreciaba este simple objeto, algunos lo tomarían por un demente.

Entonces salió de su pequeño escondite, para empezar así su travesía.

Recorría muchas calles, cuyos nombres ya conocía, por lo que decidió arriesgarse y manipular su rutina. Luego de cruzar señales de tránsito que, por supuesto ignoraba, se encontró con un callejón sin salida, sólo que al final había un banquillo, puesto que el lugar era un tanto amplio.

En la banqueta se hallaba sentada una muchacha leyendo, de tez blanca como la nieve que pronto caería en invierno. Su cabello, atado a una coleta, se desprendía con el viento, provocando fastidio en ella.

Calum sonrió al verla enojada, puesto que sus mejillas se tornaban del color del cátsup, no supo a qué vino esa asimilación, él comparaba la mayoría de cosas con la comida, amaba comer.

Decidió no mencionarlo cuando, sin darse cuenta, se acercaba al banquillo.

—Disculpa—anunció el castaño, logrando que la muchacha levantara la vista—Eres muy bonita.

—Sí—asintió con la cabeza, logrando que Calum se confundiese—Espera, ¿Qué dijiste?

—Ehm...—de pronto los nervios se apoderaron de su voz—e-eres hermosa.

Una vez más el color de las mejillas se tornó del color del cátsup.

Calum sonrió, incitándola a sonreír, sin embargo no lo hizo. Se levantó de su asiento y levantó la vista, puesto que Calum era mucho más alto que ella.

—Gracias, tú también eres muy lindo.

— ¿Lindo?

—Sí, como un osito.

— ¿Un osito?

—Más bien un panda—esta vez sonrió, mirando a Calum a los ojos, logrando que su estómago revolotease, él nunca pensó que los chicos se podrían sentir así—Me gustan los pandas.

Entonces ella se encogió de hombros y se marchó, dejando al joven ahora, con las mejillas de color de cátsup.

Sk8er boi | c.h |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora