Treinta y cuatro

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Escuchen el capítulo con las canciones Pillowtalk de Zayn o Close de Nick Jonas ;)

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Los siguientes meses pasaron con una rapidez que les sorprendió y una calma que esperaban. Derek se había dado cuenta que algo ocurría entre Isaac y Jackson. Las miradas que se lanzaban tenían que significar algo. También tenía que significar algo cuando Derek podía oler a una milla de distancia los celos de Isaac cuando Jackson estaba con Lydia, y podía oler los de Jackson cuando Isaac estaba con Allison.

Por supuesto, él no mencionó nada a su compañero de manada, ni tampoco a su compañero de vida, se quedó callado cual tumba.

Los lazos de la manada le hacían querer correr por todo el bosque junto a Jackson y a Scott. Y Scott era un tema delicado, tanto para su grupo de amigos, como para su propia familia. ¿Por qué?

Porque al paracer, Scott McCall era un alfa verdadero. Derek se había dado cuenta cuando en una luna llena salieron a correr y Scott iba a atacar a Jackson por una estupidez que dijo sobre Allison estando con Isaac. Entonces, Derek le rugió a Scott. Y se suponía que McCall debía obedecer. Él podía no ser un alfa, pero sería el futuro alfa Hale y eso le daba una pequeña parte del poder de su madre. Tanto Laura como él, eran los candidatos a futuros alfas.

Por eso fue una sorpresa cuando tuvo que tomar su cuerpo humano y detener a Scott de esa manera. Fue cuando vio el color rojo brillar intermitentemente en los ojos del moreno.

Un futuro alfa, en especial uno verdadero, era un peligro para cualquier manada, ya que esa persona podría retar al alfa de esa manada y pelear para ver quién era el mejor y quedarse con el clan por el que peleaban.

En su grupo de amigos, Scott se distanciaba cada día más, llevándose consigo a Allison, con la reticencia de ésta, claro. Argent era una chica fuerte que tomaba sus propias decisiones, por lo tanto seguía con ellos y no se dejaba controlar por Scott.

Derek analizaba la situación, sopesando si había alguna opción para lo que pasaba con Scott. Si se convertía en un alfa verdadero, podía ofrecerle una tregua, una unión de manadas. Buscaba opciones, las sopesaba, pero era muy difícil cuando sólo tenia diecisiete años y tenía un compañero al que aún no había reclamado.

Suspiró al darse cuenta de que aún con diecisiete años tenía que ver por todo un clan, justo como sus padres. Era una posición que su parte humana no quería fungir, pero su parte lobo estaba lista para hacerlo. Quería dejarlo todo en manos de su hermana. Ella era más lista, más sabia, tenía más experiencia que él.

El cumpleaños de su compañero se acercaba y como Derek le había dicho a Stiles, le daría un regalo porque a él se le antojara, no por una fecha. Así que a un día del cumpleaños del león, Derek le obsequió la primera Amortentia que hizo.

—¿Qué es esto? ¿Y cómo entraste? —preguntó confundido el castaño cuando Derek entró en la habitación que compartía con otro chico.

—Le pregunté a Scott la contraseña y eso es la primera Amortentia que hice. Ábrela —el Gryffindor obedeció y cuando la abrió, en su mente apareció el olor a cuero, libros viejos y colonia italiana.

—Pergamino, café y chocolate —susurró Derek antes de darle un beso. Atacó su boca con fuerza, arrancándole un ruidito de sorpresa al Gryffindor. El lobo aprovechó la oportunidad para deslizar la punta de su lengua por el labio inferior de su compañero.

Todo empezó con el Sombrero SeleccionadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora