La Purga

Aceptación vs Calma

Mangel

Respiraba profundo tratando de recuperar el aliento con la vista fija en ningún lugar en particular, el odio, el rencor que me inundaba las venas de cada centímetro de mi cuerpo se había ido y ahora me sentía, sobrio, no se me ocurría otra palabra.

-M-M-Mangel...

Escuche su voz pero no voltee a mirarlo. Quería disfrutar de este estado de completa tranquilidad.

-Esto no, no tenía que pasar- las palabras apenas eran audibles pero claras- no, no era necesario. Era verdad, arruine tu vida con Marina y con Bea por celos.

-Lo se Rubén

-Hui con Jenn porque estaba a terrado de aceptar que te quería, pero huir junto con tu aun continua incondicionalidad conmigo en vez de alejarme de esos sentimientos, los aumento, perdóname por ello. Pero- trago con dificultad.

-Continua- lo alenté aun sin dirigirle la mirada.

-Esto no era necesario, nada lo justifica Mangel, ahora no podremos estar juntos ni siquiera como amigos ni siquiera como nada- su voz se quebró

-Lo se, era la única manera de salir de mi infierno, lo siento, pero no podía seguir así Rubén, mi cerebro no podía mas con esto.

-¿Me has castigado?

-No lo se, tal vez, no se... no planee esto si es lo que te preguntas. Solo pasó.

-Solo pasó...

Después de ello no hablamos mas por un par de minutos hasta que unos fuertes golpes en la puerta se escucharon.

-¡Buenas Noches¡ ¡Es la policía, abran por favor¡

Volteé a ver a Rubén, este no se había movido un centímetro, su cuerpo seguía vibrando como pajarillo, igual que yo miraba a la nada, a ningún punto fijo.

-Adiós Rubén.

-Adiós Mangel.