No Leas Esto Por Favor

152 12 0
                                    

Esa noche fue la más aterradora y grotesca que jamás haya experimentado...

Era una noche de invierno, me bañaba con agua fría puesto a que amo el frío, pero eso ya no importa... De repente el agua se va junto con la electricidad, salí rápidamente de la ducha, me puse una toalla, agarre mi linterna y fui a revisar los fusibles y las tuberías. Todo estaba en perfecto estado.

Luego de unos minutos una luz amarillenta en la ventana me llama la atención, salí a ver qué sucedía y me quede perplejo al ver que ¡mi patio se quemaba! Trate de buscar el causante del fuego cuando se apago por sí solo. Mi lado científico desapareció dando lugar a mi lado paranormal. Sabía que eso no significaba nada bueno.

Entre de nuevo a casa y lo que vi me dejo mas perplejo que lo anterior: toda mi casa desordenada, mesas partidas por la mitad, platos y vasos rotos, agujeros en las paredes, marcas de garras en las puertas, manchas de sangre en el suelo, cualquier objeto destrozado. Me dirigí a mi cuarto y ahí estaba el: alto, anoréxico, con pedazos de carne arrancados mostrando los huesos, uñas largas y afiladas, ojos enormes como los de una mosca; nunca había visto ser semejante a él, pero sin embargo sentía haberlo conocido antes... Escuche chillidos escalofriantes de animales y sin pensarlo dos veces me dirigí velozmente al patio donde se ubicaban mis perros... Estaban degollados... Amaba a mis perros... Los amaba mucho.

Mi furia fue más que mi miedo, así que tome un cuchillo y me dirigí a mi cuarto dispuesto a matar a ese maldito, cuando llegue ya no estaba, lo maldije hasta más no poder. Pasaron horas para que volviera la luz, busque algo que ponerme, así fuera ropa interior y, para mi sorpresa, había una camisa blanca y un pantalón blanco que quedaron intactos, parecía que él quería que yo me pusiera eso... No tenia mas otra opción y me puse esa ropa.

Aproveche para limpiar la casa o mejor dicho "el campo de batalla", retire los cuerpos de mis queridos amigos (así es como llamo a todas mis mascotas) y quite los pedazos de los platos y vasos, la casa quedo aceptable para el juego que él estuviera jugando. Volvió a aparecer a unos 5 metros lejos de mí, esta vez estaba dispuesto a matarlo a toda costa. Se abalanzó sobre mi y no que quedo más opción que defenderme, esquivo todos mis golpes encestándome unos rasguños con sus afiladas uñas destrozando mis lentes, logre encestarle un derechazo potenciado con mi ira y deseo de venganza haciendo que retrocediera a una distancia considerable, dio un grito ensordecedor y se acerco a toda velocidad dispuesto a hacerme daño, otro golpe encestado causando otro retroceso...

Cae al suelo y desaparece ¿se habrá acabado? No lo se...

Pasaron meses después de eso y no lo he vuelto a ver, le conté la historia a una amiga y luego de unos días de habérsela contado me dice que le sucedió algo igual. Luego de eso veo una nota en mi cama que decía:

"A cada persona que le cuentes lo sucedido entre nosotros iré por él y sufrirá. Lo que te hice a ti no es nada comparado con mi verdadero poder. Ten cuidado a quien se lo cuentas."

Si es así, si solo sufrí una "pequeñez", tuve suerte de que ni mi mama ni mis hermanos estuvieran en casa...

En el titulo te advertí y quisiste seguir leyendo, ahora estas condenado

Leyendas De Terror Y Origenes De Los CreepypastasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora