CAPITULO II "¿A QUÉ LE TEMES"

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Tarde, tarde se me hacía para llegar a casa y comportarme como un bebé con Victoria, me encantaba esa parte que solo ella podía conocer de mi, si alguien más la descubría, seguro me pondrían un short rosa y camisa tipo polo del mismo color

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Tarde, tarde se me hacía para llegar a casa y comportarme como un bebé con Victoria, me encantaba esa parte que solo ella podía conocer de mi, si alguien más la descubría, seguro me pondrían un short rosa y camisa tipo polo del mismo color.

arrugué la nariz... ni Dios lo quiera. 

la verdad no era drama, si me dolía todo el cuerpo, me costaba caminar y era peor cuando estaba en reposo, pero ya me había acostumbrado a la mala vida, eso pasa cuando naces con sangre de titanio. 

- ¿ISAAC? DIOS SANTO... 

- no es tan malo como parece... 

le dije sosteniendo la respiración... Victoria se acercó a mi y como si eso fuera posible, intentó mantenerme de pie.

- ¿en que lío te has metido, he?

caminamos suave hasta la habitación, Malke estaba presente pero entendió que lo mejor era que desapareciera. 

- tenemos 244 millones de dólares en 57 cuentas bancarias, en distintos países...

llegamos a la cama y me deja caer suavemente, adoro su vientre, no puedo evitarlo, tiro de ella hacía mi y le froto el vientre... 

- eso es mucho dinero, mucho mucho... ¿no le robaste la reserva a México, verdad?

- no, estoy desarmando a los colombianos... no te preocupes, la cosa va mejor de lo que pensé, es que, en realidad, siempre tengo un plan para las cosas cuando salen perfectas, excelentes, muy buenas, buenas, regulares, malas, pésimas y tengo un plan para lo que tal vez olvidé tomar en cuenta...

- un plan de contingencia... 

- un plan de contingencia... ¿no me regalas un beso? tiene un chorro de horas que no nos miramos... 

ella sonríe se inclina lo más que le permite el pequeño Gibran y me besa... me quejo del dolor...

- no te muevas de ahí... 

- pero... 

me señala, recuerdo que mamá decía que jamás se debe torear a una mujer embarazada, así que relajo la vena junto con el cuerpo y me quedo quieto en la cama... 

- así se ve mucho más guapo... 

la miro sonriente... le lanzo un beso que finge tomar y se lo pone en la panza... 

- yo soy guapo hasta en mis peores momentos, mujer... 

- lo sé... lo sé... no te muevas, iré por algo que me ayude a repararte esa cara... 

elevo las cejas...

- ¿me está diciendo feo?

- jamás, eres el hombre más guapo y cabrón sobre el universo... y yo te amo...

- esa es mi chica...

- tú esposa...

- eso es... eso es... 

❖ 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬: 𝐄𝐥 𝐆𝐫𝐚𝐧 𝐈𝐦𝐩𝐞𝐫𝐢𝐨 ❖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora