JustinPOV
Este mundo tiene miles de desafíos para cada uno de nosotros, desafíos distintos. Para mi gran suerte el destino me mando uno desde muy pequeño. ¿Quien es capaz de quitarle a unos niños lo mas preciado que tenían en su vida? Recuerdo ese día a la perfección, jamas podré olvidarme de el. Yo tenia 8 y mi hermana tenia 4. Aquella mañana fui despertado por un fuerte sonido, me levanté rápidamente y la imagen que encontré frente mio, plasmo mi vida para siempre, era mi madre.. en un charco de sangre, corrí rápidamente a su lado y empece a llorar desconsoladamente, traté de hacer algo por ella, pero era inútil, ¿Que podía hacer un niño de 8 años? absolutamente nada. Las únicas palabras que mi madre alcanzo a decirme antes de cerrar sus ojos por ultima vez, fueron 'Hullas, cuida a tu hermana, cuídense entre ustedes y jamas se separen' Al finalizar su ultima palabra con dificultad, cerro los ojos y jamas los volvió a abrir, sentí que mi mundo se vino abajo, pero no podía derrumbarme, no estaba solo, mi pequeña hermana me necesitaba, corrí hacia ella y le ordene que alistara las pocas cosas que tenia y que nos fuéramos de ahí. Tal y como ordenó mi madre. No teníamos a donde ir, pasamos varios meses en las calles de la ciudad mendigando y luchando por algo de comida. Era duro, pero tenia a mi hermana, mi princesa, mi todo, mi fuerza, mis ganas de seguir con todo esto, es mi vida entera. Juntos afrontamos varias adversidades. Hubiera dado lo que sea por darle algo mejor que esto, pero el destino nos tenia preparado algo, algo el cual se convirtió en nuestra salvación pero también en nuestra maldición.
Cierto día dos muchachos se le acercaron a mi hermana, tal vez no con malas intenciones, pero rápidamente salte hacia ellos logrando clavar mis puños en sus caras. Recuerdo sus expresiones. No me gritaron ni devolvieron el golpe, solo dijeron 'eres perfecto' no entendía a lo que se referían y empece a gritar que se alejaran de nosotros, pero no lo hicieron. Me ofrecieron cambiar mi vida por completo y ¿como decir que no? nada podría ser peor, al menos eso pensaba yo a mis cortos 8 años.
Así fue como entré a este mundo, al mundo de la matanza, un mundo que esta rodeado de puro odio, venganza y destrucción. Ambos chicos, Jake Hassan y Mark Hassan, nos dieron un hogar y comida, a cambio de cumplir con sus ordenes, yo iba a hacer lo que sea para que mi princesa este bien y a salvo. Así fue como termine en todo esto, la matanza,el narcotrafico y las carreras ilegales ahora son mi vida entera, lamentablemente arrastre a Victoria a todo esto, trate de alejarla pero no pude ¿como decirle que es peligroso? si cada día yo lidio con eso.
Lamentablemente como es de esperarse en este mundo, perdimos a alguien muy valioso para nosotros, a nuestro jefe, nuestro hermano, nuestro todo, Mark. Es a lo que uno esta expuesto en este maldito trabajo. Fue en una carrera ilegal, recuerdo que Mark estaba 1rocomo siempre, y de 2do estaba Ian Hamilton el líder de la banda "Black Dragons" siempre tuvimos rivalidades con esos idiotas, así que la carrera estaba interesante para todos, Ian acelero llegando a chocar a Mark por atrás, logrando que Mark perdiera velocidad y el pudiera adelantarse paso a estar a su lado, los dos estaban primeros, con una ligera ventaja para Mark, pero en el momento que Mark se acercaba a la meta, Ian logro sacar a Mark de la pista bruscamente, eh hizo que el carro de Mack diese vueltas, hasta llegar a chocar con un árbol y explotar, la policía en ese momento llego y todos escaparon eh incluso nosotros, desde esa maldita noche juramos vengarnos, de cada uno de los integrantes de la banda black dragons.
...
-JUSTIN!.-era la voz de Jake que me llamaba desde la sala
-Que paso?.- dije bajando las escaleras
-Tengo un trabajo para ti.-dijo con una sonrisa en la cara